Capítulo dedicado a ti.
Sí, a ti, quien está leyendo esto.
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¡Disfruta el capítulo!
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Oscuridad.
Silencio.
No, silencio no. Un sonido débil podía escucharse. Era grueso y áspero.
Melania intentó hablar, pero nada salía de su boca. Intentó moverse pero tampoco funcionó. El sonido al fondo seguía, pero cada vez se volvía más claro. Parecían ronquidos, sí, eso eran.
Finalmente, comenzó a tener control sobre su cuerpo y logró abrir sus párpados poco a poco. Sintió un poco de dolor, pero más que nada estaba agotada. No podía recordar mucho e intentar hacerlo, solo provocaba más dolor.
-¿Karan?-preguntó la chica en voz baja. Su hermano estaba sentado a un lado de ella, en una silla enfrente del enorme ventanal. Estaba en una cabaña, no era la suya. Ya había estado ahí anteriormente, pero no lograba recordar de quién era.
-Karan-dijo ella en voz más alta. El chico, quien dormía anteriormente y quien también había provocado los ronquidos, se sobresaltó al despertar. Se levantó del susto y antes de poder decir algo se cayó por haberse atorado con el pie de la silla.
-¡Mel!-gritó de alegría al levantarse. La chica logró sentarse sobre la cama, pero su hermano se lanzó hacia ella y volvió a caer recostada en el colchón. Melania no tuvo otra opción que corresponderle su abrazo.
-¿Estás bien?¿Te duele algo?¿Recuerdas quién soy?¿Recuerdas todo lo que pasó?-preguntó sumamente preocupado, revisando la cara de la chica-.Si olvidaste la asombrosa forma en la que mataste a Orson, juro que yo mismo te mataré.
-Estoy bien Karan, me dolía un poco la cabeza, pero ahora ya casi no me molesta. Y sí, ya recordé todo lo que pasó-respondió la chica quitándose a su hermano de encima. Se sentó en la orilla de la enorme cama. Lo que dijo era cierto, ya había recordado todo lo sucedido. Sabía perfectamente a quien le correspondía aquella cabaña.
Unos pasos se escucharon afuera y la puerta se abrió mostrando un decaído Félix.
-Ve a comer algo, me toca vigilarla-dijo el rubio mientras descansaba su mazo en el escritorio de Pan. Aún no se percataba de nada.
-Creo que ya no necesito que me vigilen-habló la chica reprimiendo una sonrisa. Félix se quedó quieto, dándole la espalda a ambos. Había guardado la respiración por la sorpresa. Con lentitud volteó sobre sus talones. Parecía que había visto un fantasma.
La chica no supo cuándo quedó envuelta en los brazos de su amigo. Félix la apretaba con fuerza y reía de felicidad mientras lo hacía. Melania fue contagiada por las carcajadas y felicidad del chico y también comenzó a reír.
-Estás bien, estás despierta-habló con gran entusiasmo. Melania jamás había visto tanta alegría reflejada en el mirar de Félix.
-Sí, estoy de regreso.-Félix se apartó de ella-¿Cuánto tiempo estuve dormida?
-Bueno, muchos dirán que no fue demasiado tiempo, pero para mí fue una eternidad-intervino Karan.
-Una semana-le interrumpió Félix con calma. Melania se sorprendió al escucharlo. Había parecido una pequeña siesta, no una semana-.Pero lo que importa es que estás de regreso. Los demás se pondrán felices al verte.
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The Real Queen Of Neverland
FanfictionMelania se vio obligada a dejar su hogar y embarcarse en una nueva aventura cuando su hermano Karan desapareció del pueblo. Tiempo después escuchó rumores acerca de un flautista que se llevaba a los niños por la noche, encantándolos con el sonido de...