texts [en edición]

《78》

Me desperté con la luz solar en mis ojos.

Había comenzado otoño y afuera ya estaba frío.

Creí que lo sentiría al despertar.

Pero no lo hice.

Ya que unos cálidos brazos me rodeaban por completo.

 Lucas mantenía sus ojos serenos.

A el no parecía molestarle la luz.

Pero a mi si.

Me encantaba estar en sus brazos.

Pero luego de estar quince minutos en silencio, se torna algo aburrido.

Hice un esfuerzo por sacar sus brazos de mi, luego de unos, literales, cinco minutos, lo conseguí.

Me decidí por ir a la cocina.

Abrí la heladera.

Había mucha comida, mas de la que imaginaba encontrar.

Verduras, frutas, mermeladas, freezados, bebidas de todo tipo, etc.

Era una heladera moderna.

Y no lo esperaba, francamente.

La primera idea que se me vino a la cabeza fue la que lleve a cabo minutos después.

El mayor y mejor desayuno de mi vida.

...

En la mesa había dos tazas de café, sandwiches, fruta, galletas, mermeladas y medialunas.

Estaba todo muy bien esparcido y acomodado.

Iba a despertar a Lucas para que viera mi obra maestra.

Lo agarre del brazo y comencé a sacudirlo.

-Nooo- repitió levemente.- Basta. No quiero irme.

-Vamos Lucas, soy yo...

-Yo quiero estar con Maya.

Mis ojos se abrieron como platos.

Pensé en continuar como si nada hubiera pasado, pero ese comportamiento me traía aquí hoy, así que probé algo nuevo.

Me acerque a su oreja y le susurre.

-Pero tu estás conmigo, Huckleberry.

Se sobresaltó y yo me le quede mirando.

Sonrió.

Me derretiría sobre la alfombra.

Esa sonrisa dulce e inocente.

Que alguien me agarre porque me caigo.

-Hola.

-Ve al comedor.

Miró confuso y obedeció.

-¡Esto es magnifico, Maya!

-Lo se- dije riendo.

Luego de unos segundos sonriendo, Lucas disolvió su sonrisa.

-¿Que te pasa?

-...yo...tuve una pesadilla...

-¿Que cosa?

-...ehh...- dudaba, así que lo apuré con la mirada-...alguien te raptaba.

-¿Que?

-Si, se que es horriblemente extraño, pero me siento mal todavía con eso.

-Si, se lo que se siente.

-Sentí que fue real. Al menos parecía. Maya- me miró penetrante- sentí que te perdía.

Se acerco, y jure que me iba a besar.

Contuve la respiración y rece por lo mejor.