《67》

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-¿Como dices?- Lucas no se podía sentir mas confundido, eso si, estaba bastante seguro que de todas formas, por mas confundido que este, estaba terriblemente mucho mas furioso.

-Si, mi madre nunca lo había mencionado de nuevo por la vergüenza que sentía de aquella horrible situación.

-¿Vergüenza?

-Si, por no haber podido haber hecho nada en aquel entonces, ella se siente avergonzada por haber dejado esa situación pasar.

-Bueno, supongo que comprendo.

-Ella luego de eso me llevo por mucho tiempo a una psicóloga y le dijo que aplicara un proceso, uno que se usa para tapar malos recuerdos con recuerdos nuevos, solo suele funcionar con gente loca o pequeña, hay que ser muy profesional para que funcione con cualquiera, ya que alguien que, por ejemplo, comete un delito, no le es fácil olvidar cosas así, y mas si fue sin querer, por así decir, se llamaba algo así como "Memoria Selectiva", entiendes?

Lucas se quedo callado, lo hacía, solo que quería procesar toda la situación.

-Si recuerdas todo eso, ¿como es que no recordabas la situación con Adam?

-En realidad es como un flashback, mi madre solo tenia que rebelar una parte de la historia, la mas importante en este caso, para que mi cerebro comenzara a recordar por si mismo.

-Oh, ok...

Lucas se quedo parado unos segundos y luego emprendió camino a la casa de Maya.

-¿A donde vas?- pregunto.

-¿A donde crees?

-Lucas, no.

-Lucas, si.

-No.

-¿Quien mas sabe de esto?

-No lo se.

Lucas se dirigió a la casa de Maya.

Iba a paso rápido.

Maya solo lo seguía, medio trotando, ya que el en serio se veía enojado, y su paso era decidido.

Ya cuando faltaba una cuadra para llegar a la casa de Maya, ella lo sobrepaso, parando su paso de un golpe.

-No puedes hacer esto.- le dijo preocupada.

-¿El que? Ni siquiera sabes que voy a hacer.

-Lo mismo que hiciste con Josh.

Lucas no había olvidado aquello, pero parecía que había pasado hace años.

-El dejo de molestarte, cierto?

-Si, supongo. Pero no lo detuviste de la manera correcta.

Lucas forzó una cara amigable.

-Funciona para mi.

Trato de seguir caminando, a lo que Maya lo volvió a detener.

-Bien, bien. Pero déjame hablar antes, okey?

-Okey.- respiro hondo y siguieron el paso hacia la casa.

Al llegar Maya saco sus llaves y abrió.

Dentro se encontraba Adam, quien se veía jugando vídeo juegos.

-Y mi madre?- entro diciendo. 

Fue seca y cortante, lo que sorprendió a Adam.

-Hola para ti también.

-Si, como quieras, y mi madre?- repitió.

Lucas se encontraba entrando detrás de ella.

Adam volvió su vista a la pantalla antes de poder ver a Lucas entrar.

-Se fue con mi madre a una convención de comida.

-¿Que? Si a mi mamá no le gusta cocinar.

-Pero tu mamá trabaja en un bar. 

Eso no tenía mucho sentido, pero lo dejo así.

Adam quiso dar un vistazo, solo para ver a Maya, cuando se encontró con Lucas detrás de ella.

-¿Y quien se supone que eres tu?

Lucas iba a contestar, pero Maya se adelantó.

-¿Disculpa? Es un amigo.- dijo con un tono ofendido.

-¿En serio? ¿Y Katy te deja traer "amigos" aquí?

Maya se sintió mucho mas ofendida que antes.

Adelanto su paso y amenazante exclamó.

-Te recuerdo que esta no es tu casa, yo tengo derechos y tu no eres nadie en mi vida, Y si, por cierto, mi madre si me deja traer amigos conmigo.

Adam dejo el Joystick y se paro confundido.

-¿Como que no soy nadie en tu vida? Soy tu primo, y tu me quieres.

-Yo te quería.

Lucas comenzaba a sentir el momento.

-Amigo, creo que es momento de que te vayas.- le dijo Adam fingiendo amabilidad.

-Oh no, Lucas se va a quedar.- exclamó Maya furiosa.

Lucas tenia que aceptar que Maya no se veía tan furiosa antes, cuando se dirigían a la casa, pero en ese mismo momento estaba seguro de que ella estaba tan enojada como el y quizás mas.

-Tu.- Maya señalo a Adam con su dedo mientras se acercaba lentamente.- Tu arruinaste mi vida.

-¿Perdona?

-Cuando teníamos 12, tu eras mas grande que yo, pero de todas formas quisiste tener algo conmigo, algo serio. 

Adam se quedo callado.

-Y ahora, en este mismo momento, todo se vuelve mucho mas claro. Recuerdo el día en que me lo ofreciste. "Hagamos un experimento" me dijiste, yo era chica e ingenua. Me ofreciste un experimento donde nosotros estemos juntos y hagamos cosas, eres un maldito enfermo y me repugnas. 

Adam tuvo tanta vergüenza que sintió como su piel se volvía pálida y sentía ganas de vomitar.

No iba a mentir, desde que había vuelto había sentido ese inigualable atracción hacía Maya. Siempre la había sentido, pero tal como Katy, Susan, la madre de Adam, lo había enviado a un psicólogo, con la diferencia de que sus psicólogo no había usado la memoria selectiva, sino el auto convencerse de que lo que había hecho no estaba del todo mal, que ella había tenido elección, que el era pequeño y no conocía bien lo que era tener relaciones, que el hecho de que se había aprovechado de su prima para intentarlo no era completamente erróneo, pues ahora que lo pensaba, era diferente, pero cuando tienes 15 le haces caso al psicólogo después de un problema así. 

Ademas, Susan se había encargado personalmente en llenar la cabeza de Adam diciendo que el era un buen niño, que era adolescente, y que no sabía los riesgos, que aprenda a vivir con ello, porque no era un error de grandes grados.

Pues si lo era, y Susan lo sabía. 

Pero, ¿que puede llegar a hacer una madre para proteger a sus hijos?

texts [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora