Capítulo XX: ¡El Xros Heart sale de su Escondite!

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     El sol molestaba sus parpados, pero no abrió los ojos. Sintió cuando su compañero se puso de pie, luego escuchó un correteo y su compañero volvió a caer al suelo, al mismo tiempo que escuchaba dos voces: la de su amigo y otra que también le era familiar:

     — ¡Que gusto verte, Tagiru! —examinó su catalogo de voces conocidas—. ¡Te extrañé mucho!

     — ¡Yo también te extrañé, Gumdramon! —respondió Tagiru.

     Así que esa era la voz, era el compañero de su amigo: Gumdramon. Sin embargo, ¿dónde estaba...?

     — ¡Taiki!

     No era una ni dos, eran muchas voces que decían su nombre. Podría reconocerlas incluso con los ojos cerrados. Se incorporó pero no tuvo tiempo de decir ni hacer ni ver nada, porque en ese momento un cuerpo se lanzó sobre él y lo derribó, envolviéndolo en un fuerte abrazo.

     — ¡Es Taiki! ¡Sí, es el! ¡Está de vuelta!

     — ¡Shoutmon! —Taiki respondió el abrazo—. ¡Cuánto tiempo sin verte, amigo!

     — ¡Taiki, te extrañamos-kyu!

     Taiki se soltó del abrazo de Shoutmon para buscar a esa pequeña creatura que había hablado. Cutemon también saltó para darle un abrazo. Por fin pudo levantarse y vio que todos sus amigos se habían reunido para darle la bienvenida. Estaban ahí: Dorulumon, Chibikamemon, Beelzebumon, Ballistamon, Cutemon y todos los demás, todo su Equipo, el Xros Heart, estaba ahí, incluso los Digimons que pertenecían a sus amigos. Tagiru lidiaba con Bastemon, que lo estaba abrazando tan melosa como un verdadero gato.

     —Qué gusto verte de nuevo, Taiki —dijo Dorulumon y se dejó caer a sus pies—. Te necesitábamos.

     — ¿Dónde se metió Nene? —dijo Mervamon escudriñando los rincones con la mirada.

     — ¡Mervamon! —Dijo Shoutmon—. ¡Te lo dijimos hace un momento! ¡No podíamos traer a nadie más al Digimundo!

     — ¡No puedo esperar a ver a Yuu-dame! —dijo Damemon emocionado.

     Taiki no pudo evitar reír, pero al punto su semblante cambió. Estaba serio y los Digimons parecieron entender, porque todos formaron un corro alrededor de él y Tagiru, listos para recibir indicaciones.

     —Bien, chicos, quiero que me expliquen lo que está pasando —exigió Taiki.

     —Un grupo de humanos están provocando desastres —comenzó a explicar Beelzebumon, robándole la palabra a Shoutmon—. Derrocaron a Shoutmon del puesto de King y nos han obligado a ocultarnos.

     —Ellos piensan que estamos muertos —aportó Mervamon—. Hemos tenido que ser muy hábiles para que eso no ocurra, fue idea de Dorulumon —miró a su compañero y este asintió con la cabeza.

     —Si ellos piensan que el famoso Xros Heart ha dejado de existir, usaremos el factor sorpresa cuando llegue la hora de pelear —confirmó Dorulumon y Taiki asintió con la cabeza como si diera su aprobación para esa táctica.

     — ¡Esos humanos están matando a Digimons inocentes-kyu! —Aportó Cutemon—. ¡Dicen que han destruido la Ciudad del Origen-kyu!

     Nuevamente Taiki asintió con la cabeza.

     Tagiru se mantenía en silencio.

     — ¿Cómo se hacen llamar esos sujetos? —quiso saber Taiki.

     —Se hacen llamar los Dark Tamers —explicó Ballistamon.

     —Son cuatro y usan los poderes de un grupo de villanos antiguos —dijo Mervamon—. Los Amos Obscuros.

     — ¿Quiénes son los Amos Obscuros? —dijo por fin Tagiru.

     Taiki tenía el ceño fruncido como si estuviese pensando todo con detenimiento.

     —Son cuatro Digimons malignos y extremadamente poderosos —explicó Gumdramon—. MetalSeadramon, Puppetmon, Machinedramon y Piedmon —nuevamente Taiki asintió con la cabeza—. Dicen que los Dark Tamers revivieron sus poderes y lograron controlarlos para sus propios fines.

     — ¿Y cuáles son sus fines? —preguntó Taiki aunque de antemano sabía la respuesta.

     —Quieren conquistar este mundo y hacerlo a su manera —respondió Shoutmon igualmente con el ceño fruncido.

     Nadie más dijo nada, de forma que Taiki levantó la mirada y dijo decidido:

     —Hay que pelear contra ellos.

     — ¡Ese es el Taiki que recordaba! —dijo Shoutmon contento.

     — ¿Tienes algún plan, Taiki? —dijo Tagiru mirando a su amigo.

     —Bueno… —dijo Taiki pensativo—. Primero tenemos que conocer sus poderes y…

     —Estás de suerte, Taiki Kudou.

     Esa voz no pertenecía al grupo. Se giraron y vieron a una mujer vestida de negro, con un par de bucles rubios que caían sobre sus hombros y gafas redondas de montura dorada. Detrás de ella, iba un payaso con gorguera.

     — ¡Tú!

     Furiosa, Mervamon se colocó al frente del Xros Heart, lista para luchar. Sin embargo, Clarisse no le ordenó nada a Piedmon. Simplemente rió con frialdad y avanzó hacia Mervamon diciendo:

     —Mervamon… Pensé que había acabado con ustedes… —miró al resto de los presentes y añadió con un dejo de desprecio—. Fueron muy hábiles para ocultarse de mí.

     — ¡No permitiremos que sigas provocando desastres, Clarisse! —dijo Shoutmon en el mismo tono que Mervamon. Parecía ser que con Taiki presente, todos se habían infundido de valor—. ¡Rock Damashii!

     Sin embargo, con una floritura de la mano, Clarisse desvió la técnica de Shoutmon. Miraba a los presentes con indiferencia, pero incluso a través de esa frialdad, se adivinaba un odio destructivo.

     —Mátalos, Piedmon —ordenó.

     — ¡No te lo permitiré! —Dijo Taiki y su Xros Loader emitió un intenso brillo al mismo tiempo que él decía—: ¡Shoutmon! ¡Ballistamon! ¡Dorulumon! ¡Starmon! ¡Pickmonz! ¡Knightmon! ¡DIGIXROS!

     Era una Digievolución que Clarisse no se esperaba, había un Digimon gigantesco frente a ella.

     —Ahora veremos si de verdad eres tan poderosa —dijo Shoutmon X4 Knight.

     Una batalla interesante estaba por comenzar.

Digimon A.D.N AdventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora