Capítulo LVII: ¡Animo, X-Veemon y Gallantmon! ¡Luchen por Vengar a sus Amigos!

578 23 1
                                    

     — ¿Takato?

     La voz que llegaba a sus oídos era conocida, pero por más que repasaba su catálogo de voces no podía asociarla con un rostro. En ese momento escuchó otra voz:

     — ¿Takato está bien?

     Era la voz de su compañero Digimon. Abrió los ojos y vio a Guilmon, Daisuke y Demiveemon mirándolo con preocupación.

     — ¿Estás bien, Takato? —dijo Daisuke.

     —Eso creo —dijo Takato—. ¿Dónde estamos?

     —Demiveemon dice que estamos en la Zona Obscura —respondió Guilmon.

     — ¿La Zona Obscura? —Dijo Takato—. ¿Cómo llegamos aquí?

     —No lo sé —dijo Daisuke—. Pero deberíamos buscar a los demás.

     — ¿No llegaron junto con nosotros? —se extrañó Takato.

     —Presiento que esa chica quería separarnos —respondió Daisuke luego de negar con la cabeza—. Tal vez piensa que así será más fácil deshacerse de nosotros. Hay que encontrar a los otros antes de que les ocurra algo malo.

     —No quiero que les pase lo mismo que a Takuya y Masaru —dijo Takato levantándose apresuradamente—. Tenemos que evitar que alguien más sufra ese destino.

     —Les deseo suerte entonces, Matsuda.

     La voz de Clarisse llegó desde el cielo. Iba de pie sobre el lomo de FallDawnClownmon y llevaba el Digivice en la mano. Takato y Daisuke adoptaron posiciones de pelea, pero Clarisse fue más rápida:

     —FallDawnClownmon, Prisión del Tormento.

     FallDawnClownmon hizo aparecer una gigantesca jaula de gruesos barrotes negros cubiertos de espinas. Aquella tenebrosa prisión apareció al rededor de Daisuke y Demiveemon, apresándolos. Demiveemon trató de Digievolucionar, pero la prisión soltó una potente descarga eléctrica sobre ellos haciéndolos gritar. Cuando la descarga se detuvo, Daisuke cayó de bruces respirando con dificultad.

     — ¿Qué fue eso…? —dijo jadeante.

     —La Prisión del Tormento —explicó Clarisse—. Una de las técnicas especiales de FallDawnClownmon. Consiste en encerrar a sus enemigos en una jaula que repele la luz sagrada de la Digievolución. Cuando ese poder se muestra dentro de la jaula, ésta suelta una descarga eléctrica capaz de matar a su prisionero. Debo admitir que tu resistencia, Motomiya, es admirable.

     — ¡Libéralo! —exigió Takato furioso—. ¡Libera a Daisuke ahora!

     —Tu oponente será uno de mis Digimons más poderosos, Matsuda —lo ignoró Clarisse al mismo tiempo que su Digivice se iluminaba—. Reload Lucemon.

     Un pequeño y hermoso ángel salió del Digivice de Clarisse. Era un niño rubio con un extraño motivo dibujado en el rostro. Usaba ropas blancas y sus alas eran del mismo color. Se veía inofensivo y bondadoso en realidad. La expresión en el rostro de Lucemon reflejaba tal inocencia que Takato se relajó.

     — ¿Ese es tu Digimon? —Comentó con una sonrisa—. Es demasiado lindo como para provocar algún daño.

     Lucemon lo fulminó con la mirada. Miró a Clarisse como si le pidiera su autorización para hacer un movimiento. La chica asintió con la cabeza y Lucemon volvió a mirar a Takato.

     —Pagarás caro el haberme subestimado así

     Luego de amenazarlo, Lucemon fue rodeado por DigiCode, Digievolucionando. Cuando el DigiCode se esfumó, Lucemon había cambiado su forma. Ahí, frente a Takato, estaba Lucemon Falldown Mode. Abrumado por su aspecto, Takato retrocedió un par de pasos y en pocos segundos logró Digievolucionar. En lugar de Takato y Guilmon, se encontraba Gallantmon.

Digimon A.D.N AdventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora