Epílogo: ¡Ahora es Cuando la Aventura Digievoluciona!

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     Después de eso, volvimos al Mundo Humano gracias a la ayuda de Ophanimon. Willis Anderson volvió a Colorado, acompañado de Terriermon, ya que Loppmon debía quedarse en el Digimundo para Digievolucionar en Cherubimon y ser uno de los Tres Ángeles. Nunca supimos más de Taichi y Zero, aunque supongo que ellos también volvieron al Mundo Humano.

     En un cementerio había siete tumbas, todas ordenadas en fila. Las lápidas eran de color blanco y con letras doradas rezaban el nombre de sus ocupantes. Todas llevaban el mismo epitafio que rezaba: "Creamos en los milagros". Al pie de una de las tumbas, cuyo ocupante era un sujeto llamado Takuya Kanbara, había una chica de largo y lacio cabello negro y que usaba unas relucientes gafas de aviador, que antes habían pertenecido al ocupante de otra de las tumbas.

     Al volver a nuestro mundo, tuvimos que decirles la verdad a las familias de los siete Heroes Legendarios. Aunque claro, cuando les expliqué a mis abuelos el destino de mi padre y mi tía Hikari, ellos no hicieron mucho jaleo. Supongo que ellos ya sabían de sus aventuras. Igualmente, cuando les conté todo al padre de mi tío Matt y a la madre del tío T.K, actuaron de la misma manera. El funeral de los Siete Heroes Legendarios fue hermoso, aunque la verdad es que me partió el corazón ver llorar a Zoe Orimoto y a un pequeño niño que se lamentaba la muerte de Takuya. Lo más difícil fue explicarle a la familia Kanbara lo que había sido de su hijo. Sus padres me prohibieron visitarlos de nuevo luego de contarles, pero su hermano menor, Shinja, se ha vuelto muy unido a nosotras.

     Kira Yagami estaba dejando un ramo de flores en cada una de las siete tumbas que tenía enfrente. Luego de dedicarle una oración a Masaru Daimon, siguió con la tumba de Taiki Kudou. Al estar al pie de aquella tumba, sacó del bolsillo de su chaqueta de cuero negro una fotografía donde aparecía una chica pelirroja.

     En el Digimundo las cosas siguieron en paz. Tal y como Ophanimon había dicho, las memorias de todos fueron borradas, así que nunca volvimos a ver a Karminmon y los demás. El caos en el Mundo Humano provocó que todos nos separáramos para seguir luchando por detener a algunos sujetos que no sabían que Clarisse había sido vencida. Todo lo que sabíamos de nuestros amigos era que Miyu y Biyomon seguían luchando en América, pero nunca volvimos a saber nada de Touya. Tengo la esperanza de que tarde o temprano, todos nos reunamos de nuevo.

     — ¿Kira Yagami?

     La chica se giró. A sus espaldas estaba la misma chica pelirroja que aparecía en la fotografía que Taiki le había dado. Kira asintió con la cabeza y se levantó, pues estaba de rodillas.

     — ¿Akari Hinomoto? —la chica asintió—. Tengo algo que darte…

     Kira se sacó las gafas de Taiki y se los entregó a Akari. La pelirroja las tomó y las estrujó al mismo tiempo que una lágrima brotaba de sus ojos.

     — ¿Cómo fue? —quiso saber Akari hablando con voz quebradiza.

     —El cayó durante la batalla —explicó Kira—. Pero le hice una promesa antes de que eso pasara.

     — ¿Qué promesa? —dijo Akari enjugando sus lagrimas con el dorso de la mano.

     —Él… —dijo Kira un poco entristecida—. Taiki… Me pidió que te dijera que te amaba.

     Akari se vio invadida por una profunda tristeza. Kira quiso consolarla pero no se le ocurrían las palabras para darle ánimos a Akari. Dirigió una fugaz mirada a la tumba de Takuya y se preguntó: ¿él la habría correspondido? ¿Habrían sido algo luego de sus aventuras si él siguiera vivo?

Digimon A.D.N AdventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora