-La Conocí Al Borde De La Muerte.- Camren.

- ¿Y Bien?-

-¡Esto no se quita! ¡Arruinaste mi mejor camisa de seda! ¡Jauregui, me las pagarás todas juntas! –decía una voz burlona mientras reía. -¡Me has dejado el cuerpo todo golpeado! ¡Te odio maldita! –seguía diciendo.

-Mira tú. –Dijo riendo una voz masculina. -¿y luego que pasó? –preguntó.

-llegó el papá de Camz. –Su risa cesó. -¡Y hubieses visto la cara de espanto que puso cuando vio al tal Shawn bañado en pintura! –comenzó a reír nuevamente.

-Tus ideas son tan locas, Jauregui ¡Pero siempre te sale todo como quieres! –rió Liam. -¿Qué dijo el señor Cabello?

-Pues me llevó a Camila y a mí a darnos un sermón en su estudio.

-¿Castigo a Mila? –preguntó curioso el castaño.

-Le dije que yo estaba molestándola, que era mi venganza por lo que pasó en la cabaña. –Dijo haciéndose la inocente. –Entonces me dijo que solo esta vez iba a dejar pasármela ¡Y luego comenzó a carcajearse por el estado en el que estaba Shawn!

-Me sorprendes, Jauregui. Te has ganado al papá más rápido que cualquiera. –dijo Liam admirado. –Claro, piensa que eres hetero y no sabe que a sus espaldas su hija esta sobre ti. O viceversa, no lo sé. –dijo Liam antes de recibir un golpe. -¡Auch! Maldita violenta.

-No me hagas usar las pistolas que me prestaste para la broma de Shawn, Liam. –advirtió la pelinegra.

-No, ya, ya es una broma. Maldita amargada ¿No has tenido sexo? Le caería bien a tu cuerpo liberar tanta hormona.......¡Jauregui suelta esa pistola! –gritó espantado el castaño al ver que Lauren introducía un cargador con bolas de goma en la pistola y la cargaba.

-¿Qué estabas diciendo? –preguntó Lauren balanceando el arma en el aire.

-por favor baja eso. –Tomó un cojín y lo puso en su estómago. –Ya no te molestaré, lo juro.

-eres un gallina, Payne. –Dijo burlonamente la ojiverde mientras apuntaba a Liam.

-Suelta eso! –gritó mientras se levantaba del sillón y comenzó a forcejear con Lauren para que soltara su nuevo juguete.

-Suéltame pájaro loco. –dijo Lauren riendo aferrando más sus manos al arma. -¡Liam!

-Suéltalo tú. –replicó el castaño. En un abrir y cerrar de ojos se escuchó la detonación y ambas se quedaron quietos. Ambos soltaron la, "inofensiva arma" haciéndola caer al suelo. –Mierda, mis bolas. – dijo en un hilo de voz Liam antes de tirarse al suelo tomando su entrepierna.

-¿Cuáles? –preguntó la menor riendo a carcajadas.

-No te rías, esto ¡Duele! –seguía retorciéndose del dolor el pobre Liam.

-Ni que tuvieras algo entre las piernas. –respondió Lauren mirando a su amigo y comenzó a reír aún más fuerte. –Este momento lo guardaré para la historia.

-no más deja que me pare ¡Y vas a pagármelas!

-he escuchado esa frase toda la tarde ¡Venga pájaro loco, tú si cumples tu palabra! –retó la ojiverde mientras no dejaba de reír.

.......

A la mañana siguiente  Lauren se levantó muy temprano, ya que pidió permiso para llegar un poco tarde al trabajo, pues tenía algo importante que ir a hacer. Pero antes iría por alguien.