-La Conocí Al Borde De La Muerte.- Camren.

- Primer Día, Primer Sorpresa.-

 -¿Señorita..?

-Lauren, me llamo Lauren.

-Señorita Lauren, viene tarde. Espero tenga una buena excusa para ello.

-Disculpe, había tráfico y salí un poco tarde del trabajo ¿Podría pasar? –preguntó apenada la ojiverde.

-Me ha encontrado de buenas. –Respondió la ronca voz masculina.–Pase y busque asiento.

-Gracias. –la ojiverde sonrió tímidamente y buscó con la mirada un asiento, encontrándolo hasta el final del salón, caminó hasta ahí seguida por todas las miradas de los presentes. Más incomodidad para ella. Se sentó y suspiró.

-Cómo les decía, este será un fuerte semestre, la mitad de ustedes no estarán aquí para el segundo, eso pasa siempre...

-Hola. –susurró una voz a espaldas de Lauren, sacándola de sus pensamientos.

Volteó y le sonrió a quién le hablaba. –Hola. –contestó tímidamente.

-Me llamo Christopher. –Sonrió el castaño. -¿Y tú?

-Me llamo Lauren. –contestó la pelinegra en un susurro.

-Bien Lauren, has venido tarde y ese anciano te dejó pasar, eso quiere decir que le caíste bien. –Rió el castaño.–Me aliaré a ti.

-¡Joven Jauregui! Lo veo entretenido con la Señorita Lauren –interrumpió el profesor. -¿Le interesaría contarnos a la clase su conversación? Así nos entretenemos todos.

Lauren se quedó helada al escuchar el apellido del chico que no se movió de la posición en la que estaba.

-Lo siento mucho licenciado Serkin. No volverá a pasar. –Respondió Chris. –Lauren voltéate. –le susurró a la ojiverde quien seguía sin mover un músculo. -¡Lauren! –subió un poco más la voz el castaño haciendo reaccionar a la menor.

-Sí ¿Qué pasa? –preguntó desconcertada la ojiverde.

-¿Qué tienes? Voltéate, el licenciado nos ve. –Susurró nuevamente, la ojiverde se volteó disque "escuchando" la clase, pero realmente estaba en otro mundo.

Mientras tanto habían dos personas muriendo de nervios.

-Pásame más chocolate por favor. –Pidió Camila.

-Cabello, te has tomado 5 tazas de chocolate ¿podrías calmarte? Siento que saldrás corriendo de aquí como una desquiciada. –contestó Liam.

-Tú cállate que estás comiendo zanahorias desde hace una hora ¡Una hora! –contestó exaltada la ojimarrón.

-Es que están buenas. –dijo mientras mordía un trozo.

- Liam, a ti no te gustan las verduras. –Respondió Camila mirándolo seriamente.

-Ya, está bueno ¿Sí? Estoy nervioso por Jauregui ¿De acuerdo? –admitió el castaño. -¿Crees que esté bien?

-¡Tiene qué! Claro que no va a ningún matadero. –bromeó la morena. -¿Verdad?

-¡No claro que no! Es la universidad, nada del otro mundo. –Contestó Liam riendo.

-Me preocupa ¿Cómo regresará? –dijo Camila un poco nerviosa. –Saldrá tarde ¿Verdad?

-Un poco, dijo que vendría en taxi. –Se encogió de hombros mientras seguía comiendo su zanahoria.