-Dime que es mentira ¡No soportaré esto!-

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-Señor Cabello, disculpe que lo moleste, pero lo buscan allá afuera. –Dijo tímidamente.

-¿Quién? –preguntó sin despegar su vista de aquellos papeles que leía cuidadosamente.

-El Joven Mendes con un señor, dicen que deben hablar con usted. –Se encogió de hombros la mujer.

Él suspiró. –Qué querrá ahora este muchacho. –Murmuró para él mismo. –Hazlo pasar por favor. –Aceptó finalmente.

-En un momento Señor.- Asintió con una corta sonrisa, regresó a la sala e hizo pasar al chico con su amigo.

Alejandro los esperaba, eran apenas las ¿9am? ¡Qué demonios quería tan temprano! Se preguntaban una y otra vez. Alguien tocó a la puerta. –Adelante. Autorizó la entrada dejando ver al castaño sonriente y detrás de él a un tímido señor.

-¡Alejandro, buen día! –saludó sonriente.

-Mendes. –Dijo serio y asintió.

-Mis modales, perdón que torpe soy. –Bromeó el chico y se acercó al hombre que venía con él. –Él es un buen amigo mío, se llama Mike.

-Mucho gusto señor. –Saludó Alejandro, tomó cordialmente su mano.

-¿A qué se debe tu visita? –preguntó sin más rodeos, después indicó que tomaran asiento.

-¿Tan impaciente estás Ale? –preguntó riendo el castaño.

-Ocupado más bien. –Corrigió. –Dime...

-Bueno bueno, a lo que vengo sin más rodeos. –Tiró en su escritorio un sobre cerrado, Alejandro lo observó extrañado. –ábrelo. –Indicó.

-¿Qué es eso? –preguntó dudoso aun sin tocarlo.

-Sólo, ábrelo. Son cosas que van a interesarte. –Sonrió ampliamente.

Alejandro frunció el ceño pero terminó tomando el sobre, Mike estaba nervioso por lo que fuese a pasar.

Lo abrió lentamente había una serie de papeles doblados dentro de él. -¿Qué es esto? – preguntó nuevamente confundido.

-¡Lee esos papeles! –Insistió Shawn.

***

-Buenos días mamá. –bostezó frotando sus ojos.

-¿Qué tal pequeña? –Saludó su madre regalándole un beso en su frente.

-Muy bien. ¡Muero de hambre! –dijo riendo, abrió el refri y sacó el jugo de naranja. -¿Y papá? –preguntó antes de tomar directamente de la jarra.

-Sírvete en un vaso. –Regañó su madre. –Está en su estudio, creo que vino este chico, Shawn. –Se encogió de hombros.

La morena escupió el jugo que tenía en la boca horrorizada por escuchar eso.

-¿Mija estas bien? –Interrogó su madre preocupada.

-Sí, sólo que, yo...-Balbuceó. –Me estaba ahogando. –Tosió para disfrazar los nervios que comenzaban a salir por montones. –iré a mi habitación.

-¿No vas a comer? –dijo Sinu.

-No ¿Sabes? Se me acaba de quitar el hambre, me dio náuseas. –Se encogió de hombros. Y subió corriendo las escaleras para llegar a su habitación. Estando ahí se apoyó de espaldas a la puerta y comenzó a respirar rápidamente. –Vamos Camila, tranquilízate. –Respiraba una y otra vez tratando de calmar sus nervios. Frotó su cara repetidas veces. –Bien, debo, debo buscar el papel ¿Dónde carajos lo dejé? –miró todo el lugar y trató de ordenar las ideas de su cabeza. Cuando lo logró recordó donde estaba. -¡Bingo! –corrió hacia debajo de su cama y sacó una cajita dentro de ella había unos papeles, sonrió cuando los tuvo en sus manos. –Todo listo. –Murmuró...

-La Conocí Al Borde De La Muerte.- Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora