-¡Por Fin!-

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-Espera. 

-¡Qué! ¡Qué pasa ahora! ¿Por qué te detienes de nuevo?–preguntó algo agitada. 

-Deberías pedirme que tenga cuidado ¿No lo crees?

-¿Por qué debería hacer eso? –preguntó apartándose unos mechones de su cara.

-Pues ya sabes...

Rodó sus ojos. –Por Dios ¿Piensas que yo no he hecho esto antes? –dijo riendo por la cara que puso la persona frente a ella. –por favor Jauregui ¿En qué burbuja piensas que he vivido todo este tiempo?

-Es que, yo pensé, que tú, ya sabes. –se encogió de hombros. 

-¿Ahora entiendes por qué nunca te doy sexo? ¡Siempre arruinas el momento! –dijo riendo y volviéndose a acostar en la cama. –Soportaré tu mal humor una vez más, no sé si aguantaré. Tú tendrás la culpa si no hacemos na...-no terminó de decir la frase porque la ojiverde se puso sobre ella y comenzó a besarla tiernamente, luego tomó intensidad y no hicieron falta las traviesas manos de la ojiverde en el cuerpo de la morena. Recorriendo las áreas que momentos atrás lo había estado haciendo perfectamente.

Lauren comenzó a desesperarse, necesitaba sentir la piel de Camila con la suya. Quería fundirse en ella de una buena vez. -Esto no será como tú quieras. –susurró la castaña con su voz un poco agitada. Rápidamente cambió de posición dejando a la pequeña pelinegra debajo de su cuerpo.

-¿Entonces, cómo será? –preguntó divertida mientras observaba el cuerpo de Camila, su mirada de deseo era notable.

La ojimarrón bajó sus labios hasta el cuello de Lauren para comenzar a morderlo suavemente, Lauren comenzaba a retorcerse de placer debajo de ella, se le escapaban pequeños gemidos de sus labios, ese era el propósito de Camila, y al parecer lo logró a la perfección. Sonrió al ver que su novia  necesitaba pasar a otra cosa, pero no se lo dejaría así de fácil.-Lo de la chica... –Dijo Camila con una ronca voz en el oído de la ojiverde. -Lo de la chica con la que estabas, ¿Qué pretendías hacer? –bajó su mano hasta la entrepierna de Lauren y sintió como su cuerpo soltó un pequeño choque eléctrico. 

-Uhmm. –trató de hablar, pero sólo salió un gemido de entre sus labios. 

–No me mientas. –seguía diciendo en el oído de ella, quería torturarla.

-Por, por favor, Camz. –dijo en un hilo de voz. 

-¿Vas a decirme? –preguntó la morena antes de tomar entre sus labios el pequeño pezón de la pelinegra.

-¡Dios! –dijo mientras estrujaba con sus manos las sábanas bajo ella. –Yo...yo... -Balbuceaba mientras Camila se comía, literalmente su pezón, ella mordía su labio inferior. –Necesitaba eso. –terminó finalmente la oración con dificultad.  

-¿Pensabas buscar esto en alguien más? –preguntó Camila dejando en paz el duro pezón de Lauren mientras colaba lentamente una mano dentro de la ropa interior de la pelinegra.

-¡Joder, sigue! –suplicó la ojiverde  ver que Camila no continuó con su acción en aquella área qué, a estas alturas, estaba extremadamente húmedo. 

-Contéstame. –Exigió Camila. 

-No. –buscó la manera de restregarse en la mano de Camila, ella rió y la apartó evitando aquello. Lauren gruñó. – No me castigues así. –unas cuantas gotas de sudor comenzaban a correr por su frente.

-La Conocí Al Borde De La Muerte.- Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora