-La Conocí Al Borde De La Muerte.- Camren.

-¡Qué Quieres!-

-Jauregui ve a atender la mesa 5. –Gritó un chico.

-Ya voy. –dijo de mala gana Lauren.

¡Lunes! Bendito lunes, odiado por muchos, pero más por la pequeña que había perdido la euforia de ir a trabajar, Liam prácticamente tenía que atacarla por las mañanas para despertarla y que no se le hiciera tarde.

-¿Qué va a pedir? –Preguntó Lauren al cliente de la mesa 5. No se dignó en verlo, sólo esperaba la orden mientras miraba fijamente su libreta.

-Vaya Jauregui, me sorprendes. –Dijo un hombre, asustándola por completo y haciéndola salir de sus pensamientos.

-¿Tú?–dijo temerosa. –¿Qué quieres, Michael?–La rabia en su voz era notable.

-Siempre tan prepotente, hija. –Se burló aquel hombre. –Sólo quiero un café ¿Vas a negármelo?

-Aunque quisiera.–Contestó entre dientes.–Ya te traerán tu orden.–Dijo indiferente antes de darse media vuelta y llegar a barra donde Dinah la observaba confundida.

-¿Estás bien?–Preguntó la rubia.

-No.–Contestó fríamente Lauren.–Mi padre...

-¿Es él?–Preguntó nuevamente.

-Sí.–Contestó. -Horan, un café.–Ordenó la menor. –Jade ¿Se lo llevarías al hombre de la mesa 5, por favor?–Casi le suplica a la castaña.

-Claro Laur, yo lo llevo. –Sonrió y se dirigió dónde estaba Niall preparando le café.

-No te veo muy alegre ¿Pasa algo con él? –La rubia tenía un tono de preocupación que Lauren notó.

-Yo no vivo con él. –Dijo con su mirada fija en algún punto de la pared. –Él me odia pero yo a él no.

-¿Deseas hablar de eso? –Preguntó Dinah un poco apenada.

-No, no hay nada que hablar, eso ya es pasado. –Bajó su mirada y su mente le recordó a su ojimarrón sonriendo muy alegremente, cosa que la hizo sonreír y regresarle el brillo en sus ojos. –Estoy muy feliz ahora. –Concluyó con una sonrisa.

Dinah sólo sonrió comprensivamente y sobó el brazo de la menor. –Sé el motivo de tu felicidad. – Dijo la rubia dejando perpleja a la ojiverde. –Es la castaña ¿No? –Preguntó alzando una ceja.

-Sí. –Sonrió un poco apenada. -¿Cómo te has dado cuenta? –Interrogó.

-Jauregui, esas miradas que se hacen son muy ¿Cómo decirlo? ¡OBVIAS! Y sin contar el hecho que siempre viene y no deja que nadie la atienda que no seas tú. –Soltó una carcajada y la menor se ponía roja de la pena. –Y cómo olvidar la vez que nos presentaste ¡De tener una ametralladora cerca, me la descarga encima!

-¿Me has estado vigilando? –Preguntó una Lauren asombrada.

-Claro que no, las pobres de Jessy, Jade y Perri llegan donde mí y me dicen "Dinah, la castaña de la mesa 4 nos ha mandado al caño, quiere que Jauregui la atienda" y es donde yo me carcajeó y le digo a Styles que te envíe a esa mesa. –Sonrió como si hubiese resuelto un rompecabezas de mil piezas en 15 minutos. -¿Hoy no viene?

-¡Vaya! Tengo que cuidarme de ti. –Bromeó la menor. –No, tiene que llegar a la universidad temprano, trabajos, ya sabes. –Dijo encogiéndose de hombros. –Por favor no le digas a nadie. –Suplicó Lauren haciendo que Dinah estallara en risa.