-¿Qué haces?-

132 6 0
                                    

La mañana llegó rápido, una morena habría sus bellos ojos café chocolate por los pequeños rayos de sol que se colaban entre su ventana. Todo parecía paz y tranquilidad hasta que…

-¡Camila levántate ya por un demonio! –Gritó una voz masculina fuera de la habitación de la castaña.

-Ya estoy despierta papá. –Contestó reteniendo el enojo.

-Apúrate, iré a dejarte a la universidad. –Dijo más tranquilo pero sin perder la seriedad.

-Me iré yo sola. Te agarrará la tarde a ti por mi culpa.

-¡Dame excusas! De seguro irás a verte con alguna mujerzuela. –Contestó regresando a su tono del principio.

-No, sólo vete, o espérame y llega tarde al trabajo. Tú decides. –Contestó la morena molesta.

-¡Camila Cabello! Un día me sacarás de quicio y ¡Ya verás! –Se fue, dejando a Camila aliviada, se tomaría su tiempo para irse.

Mientas que por otro lado de la ciudad una ojiverde estaba en estado de coma, profundamente dormida.

-Jauregui. –Dijo el castaño muy suave por el oído de la pelinegra. 

-uhmm, Camz. –Dijo adormitada.

-Cariño ¿Me das mi beso de buenos días? –Dijo Liam conteniendo la risa, y tornando su voz lo más fina que pudo.

- –Dijo aún dormida la menor. –Ven. -Extendió sus brazos y el castaño la abrazó, ella besó su mejilla. – Buenos días Camz. 

Liam no aguantó más y comenzó a carcajearse aún abrazado por la ojiverde, su risa despertó a la pelinegra quien se asustó al ver a Liam sobre ella.

-¡Pero qué demonios! –Dijo la menor mientras veía a Liam retorcerse de la risa.

-“Buenos días Camz” –volvió a carcajearse.

-¿Eh? –Preguntó confundida la pelinegra. - ¿De qué hablas?

-Cariño, acabas de darme los buenos días, sólo que yo no soy Camz. ¿Te has enamorado  Jauregui? – Preguntó conteniendo la risa.

-¿Qué yo hice qué? –Seguía confundida. –Yo no estoy enamorada. –Contestó poniéndose de pie rápidamente.

-Así que la castaña se llama Camila. –Decía el castaño mientras la seguía fuera de la habitación.

-¿No me contarás algo más de ella?

-No. –Dijo tomando un vaso con agua. – ¿Irás al trabajo? –Preguntó tratando de cambiar de tema.

-Sí, alguien debe mantener nuestra familia. –Abrazó a la menor por la espalda y se acercó a su oído. – Aunque falta la castaña. –Comentó haciendo sonreír a la pelinegra. -¿Vas a buscarla? –Preguntó Liam.

-No sé cómo encontrarla.

-¿No sabes dónde vive? –Interrogó el castaño.

-La casa no. El lugar, más o menos.

-¿Te olvidas de mi trabajo cariño? –preguntó.

La menor se quedó pensativa con esa pregunta, luego reaccionó -¡Policía! ¡Tú eres policía! –Dijo casi saltando.

-¡Dios! ¿Si recuerdas tu nombre verdad? –preguntó alzando su brazos.

-¿Me ayudarías a buscarla? –dijo en un tono suplicante. –Por favor, Liam ¿Sí?

-La Conocí Al Borde De La Muerte.- Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora