-La Conocí Al Borde De La Muerte.- Camren.

- El destino...Tú y Yo para siempre. (Final parte 1)-

-¿Mamá? ¡Mamá, despierten! –golpeaban insistentemente la puerta.

-Uhmm. –murmuró sin despertar por completo, metió su cabeza debajo de la almohada, el pomponeo de la puerta no paraba. –Camz, ve a ver que quieren. –Dijo entre dientes con un terrible sueño que le ganaba a sus fuerzas.

-Déjame dormir. –Murmuró Camila cobijándose de pie a cabeza. –Ve tú.

-Ayer fui yo. -respondió perezosamente y comenzó a empujar ligeramente a Camila. –Ve.

-Eso fue hace 5 años. –Dijo renegando, finalmente uno de los empujones de Lauren logró desequilibrarla y terminó en el suelo con todo y cobija, haciéndola despertar por completo.

-¡Mami! ¡Abran la puerta por favor! –continuaban insistiendo sus hijos. La castaña frotó sus ojos y un tanto somnolienta se levantó del suelo con todos su cabello prácticamente en la cara. -Demonios Lauren, me debes una.

-Lo que sea. –Respondió la ojiverde abrazando la almohada. Camila tiró la cobija sobre la cama y comenzó a caminar hasta la puerta, antes de girar la perilla sintió una fresca brisa golpeando su cuerpo, bajó su mirada y dio media vuelta fijando su vista sobre Lauren, entonces sí despertó como es. -¡Jauregui! –le susurró, corrió hacia el baño y segundos después traía su bata medio puesta, le tiró en la cara a Lauren la de ella. ¡Jauregui! ¡Despierta y vístete! –le susurraba mientras sacudía su cuerpo.

-¿Qué quieres? –preguntó perezosa.

-¡Estás desnuda! –seguí susurrando. –Ponte tu bata, Wanda y Pietro quieren entrar.

-Mamá. –Dijo Wanda. -¿Están despiertas? ¿Qué es todo ese ruido? –preguntó su pequeña del otro lado de la puerta.

-Ya voy amor, espera. –Gritó Camila mientras seguía insistiendo en despertar a Lauren hasta que lo logró.

-Ya ya, tranquila. –Repetía la ojiverde mientras se ponía como cayera su bata. –Ya está, abre. –autorizó aunque aún tenía sus ojos cerrados, Camila rió y corrió hasta la puerta y finalmente abrió, el primero que hizo su entrada fue el enorme Tarzan que se subió rápidamente a la cama a lamer la cara de Lauren. –Déjame Tarzan.

-¡Buenos días! –Dijeron los pequeños al mismo tiempo. En sus manos traían una bandeja cada uno, Wanda traía unos platos llenos de galletas con chispas de chocolates. Y Pietro traía dos vasos con jugo de naranja.

-Buenos días mis amores. –Saludó Camila y se asombró al ver las bandejas. -¿De quién es eso? –preguntó sonriente. Los pequeños pasaron y colocaron las bandejas con cuidado en el escritorio que había en la habitación.

-Es su desayuno. –Respondió finalmente Brandon sonriente.

-¡Vaya! Mis pequeños adultos han traído el desayuno. –los abrazó feliz mientras que Tarzan seguía molestando a Lauren que no hacía nada al respecto. –Gracias hijos.

-¿Mamá está dormida aún? –le preguntó Wanda a Camila cuando se soltó de su abrazo.

Camila volteó a verla. –No lo sé ¿Qué les parece si le hacemos cosquillas? –preguntó en un susurro.

-Síii. –dijeron divertidos. Los tres corrieron hasta la cama y saltaron sobre Lauren asustándola por completo, y entonces las cosquillas hicieron su aparición.

-¿Pero qué? –decía entre risas la ojiverde. –por favor, no, cosquillas no. –Repetía mientras comenzaba a ponerse roja de tanto reír. –Camz...Sabes, sabes cómo terminará esto. –Dijo casi en un hilo de voz.