-La Conocí Al Borde De La Muerte.- Camren.

- ¡Sorpresa!-

***Martes por la noche***

-Míralo, es tan tierno ¡No entiendo porque debe de morir! –dijo entre sollozos.

-¿Qué demonios te pasa? –preguntó frunciendo el ceño, estaba cansada, solamente quería dormir, pero con lo que se encuentra es con su amigo, llorando.

-¡La película! –Apuntó a la tele mientras secaba sus lágrimas. La ojiverde miró y se trataba de "siempre a tu lado"

-¿Qué pasa con eso? –preguntó aún más extrañada. –Es una película triste pero...

-¡Tú no me entiendes! –soltó en llanto el castaño. -¡Era un buen perro! ¡El mejor! Pasaba sus días en esa estación esperando que su dueño regresase...

-Sí, pero...

-¡Y su último sueño fue con él! ¿Acaso no es algo hermoso? ¿No tienes sentimientos? ¡Contéstame! –seguía llorando como cual bebé sin su biberón, la ojiverde se sentó a su lado y trató de calmarlo, aunque seguía sin entender un carajo.

-Tranquilízate Liam. –decía mientras acariciaba el castaño cabello de su amigo. –Es sólo una película.

-¡Basada en hechos reales! ¡Reales Jauregui! –decía mientras sollozaba más calmado. La ojiverde ya no dijo nada, pues al parecer cada vez que trataba de comentar algo, metía la pata. Bastaron unos minutos para que Liam se tranquilizara y dejara de llorar, acostado en las piernas de Lauren como cual niño desprotegido.

-¿Seguro que te pusiste así por la película? –preguntó rogándole al cielo que no regresase su llanto.

-Sí. –respondió Liam. –No podía dormir, me levanté y esa película estaba en la tele ¡Comencé a llorar no más vi al perro! –secó las últimas lágrimas que salieron de sus ojos.

-Estás muy sensible ¿Seguro que no necesitas sexo? –bromeó.

-Tengo más sexo que tú, Lauren. –Respondió al parecer, orgulloso de aquella afirmación.

-Quizá te estás quedando sin hormonas. –Rió Lauren, Liam se sentó correctamente, dejando ver sus ojos rojos de tanto llorar. –Mírate, pareces una marica.

-Quien habla. –replicó Liam. –A mí no me vengas con cosas, te quitaron el papel de activa ¿No? –preguntó haciendo que la pelinegra se pusiera roja como un jitomate. –Estoy en lo correcto. –afirmó mientras abrazaba cariñosamente a la ojiverde. –Te quiero Laur.

"¿Qué demonios le pasa?" se preguntaba la pelinegra. –Y yo te quiero a ti. –respondió con una leve sonrisa. ¿Has estado tomando? –preguntó sin más rodeos mientras reía.

-Claro que no, esos gustos sólo tú te los das. –Rió soltando a la ojiverde. –Es tarde, debemos ir a dormir. –se puso de pie junto con Lauren. –Buenas noches cariño. –Besó la frente de Lauren.

-Buenas noches Liam. –respondió la ojiverde, ambos se fueron a sus respectivas habitaciones, el cansancio de Lauren no le permitió ordenar todo aquel show que Liam acaba de hacer, sólo se acostó y automáticamente se durmió. Al día siguiente tendría que averiguar qué demonios pasaba con Liam. ***

AL DÍA SIGUIENTE...

-¿Y lo encontraste llorando? –preguntó riendo.

-Hubieses visto sus lágrimas de cocodrilo ¡Fue tan gracioso! Aunque me preocupó. –Tomo un sorbo de su café.