Capítulo 7

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Mis padres nos habían despertado con la excusa de que tenían una sorpresa para nosotros. Aunque por mi parte, no valía la pena levantarse temprano por ninguna sorpresa. Estaba a punto de mandar a volar todo y regresar a mi cama cuando vi que nos llevaron a la casa de en seguida.

—Mamá—murmuró Wade con fastidió. Él odiaba tanto como yo levantarse temprano—, ¿qué venimos a hacer aquí?

—Vamos a limpiar esta casa.

Alcé una ceja ante la respuesta de mi madre.

— ¿Esa es la sorpresa? —preguntó Esther un tanto desilusionada.

—Bien, me largo, me cuentan cómo les fue—me di media vuelta para irme a casa, cuando vi que la camioneta de los Jonas se había estacionado frente a la casa.

—Vaya—dijo Joe mientras bajaba de la camioneta y caminaba hasta donde estaba yo—, creo que me acosas más que mis fans.

Él puso su cara de "guapo" y yo simplemente rodee los ojos con fastidio.

—Ni aun que me pagaran por hacerlo. Creo que eres tú quien me acosa.

—Tú eres la que está parada frente a mi casa.

Me quedé sorprendida ante sus palabras.

— ¿Qué?

— ¡Sí! —Contestó mi madre emocionada—Esa es la sorpresa. Los Jonas se mudaran enseguida de nosotros.

— ¡Yeah! —moví las manos fingiendo emoción y me crucé de brazos.

—Prometo ser un buen vecino—Joe me rodeo con su brazo y me empujó suavemente con su cadera—. Voy a hacerte reír demasiado.

Reímos y ambos entramos a la casa. Era una suerte que la casa estuviera amueblada, pero aun así había que limpiar y ayudar a los chicos a acomodar las pertenencias que habían traído para pasar las vacaciones. Mi madre, como la excelente organizadora que es, nos distribuyó las tareas para limpiar y acomodar las cosas de los Jonas.

Mi madre me había hecho hacer equipo con Joe, ella vio que no nos llevábamos muy bien, así que creyó que limpiar juntos podría fomentar una linda amistad. Joseph y yo nos habíamos encargado de limpiar las habitaciones de sus hermanos y guardar las cosas. Habíamos dejado su habitación para el final, según él, se quería tomar el tiempo para limpiar y acomodar su habitación. La última ver que miré la hora eran las once de la noche y aun no terminábamos.

Los rayos del sol estaban golpeando mi rostro y era demasiado molesto, tomé la sabana para cubrir mi rostro con esta. Estaba volviendo a tomar el sueño, cuando sentí que un brazo me rodeo por la cintura. No pude evitar gritar del susto y salté de la cama. ¿Quién estaba en mi cama? ¿Dormí con alguien? ¿Por qué no lo recuerdo? ¡Madre mía! ¡Me drogaron!

— ¿Por qué gritas? —un momento, esa voz yo la conozco. El chico aparto la sabana de su cabeza y vi que era Joe. Madre mía. ¿Me dormí con Joe?

— ¿Qué haces en mi habitación? —miré hacia abajo y vi que aún conservaba mi ropa de ayer.

—Esta no es tu habitación—dijo él con el ceño fruncido—, es mi habitación.

Por primera vez me puse a ver todo a mí alrededor y me di cuenta de que, efectivamente, estaba en la habitación de Joe. ¿Cómo fue que terminé aquí? Lo miré con algo de confusión.

— ¿Acaso... tú y yo...?—nos señale y junté mis dedos índice y él me miró confundido—Ya sabes...tuvimos.

Él abrió los ojos en gran manera al entender mi pregunta.

—Oh por Dios. ¡No! No podría faltarte al respeto así.

— ¿Entonces?

—Solo dormimos. Anoche terminamos de arreglar mi habitación y cuando me giré tú ya estabas dormida profundamente en mi cama. Lamento si te incomodé.

Me ruboricé e intenté voltear a otro lado evitando su mirada.

—Solo me asusté, lamento haberte despertado así.

—Descuida.

Mi madre se asomó por la puerta de la habitación y nos sonrió.

—El desayunó está listo, chicos.

—Gracias, señora Brown—dijo Joe con una dulce sonrisa. Mi madre se fue y él se levantó de la cama—. Vamos.

Él extendió su mano y sin pensarlo dos veces la tomé. Me estremecí al sentir su mano contra la mía. ¿Qué rayos era esto que él me hacía sentir? Nunca antes lo había sentido. ¿Él lo sentirá también?

Al bajar a la cocina mi familia y parte de la familia Jonas estaba reunida en la mesa o en la barra comiendo. Joe y yo alcanzamos lugar en la barra para desayunar. A mitad del desayuno, Kevin había recibido una llamada y salió para atenderla. Cuando regresó, lo hizo con una enorme sonrisa y se dirigió a sus hermanos, principalmente.

—Era papá, dice que en un par de horas darán de alta a Nick.

—Excelente—contestó Joe.

— ¡Al fin mi hermano favorito regresará! —dijo Frankie alzando sus brazos.

—Oye—lo miró Joe—, creí que yo era tú hermano favorito.

—Ah no—Kevin miró a Joe con molestia—. Yo soy su hermano favorito.

—No—dijo el pequeño con una sonrisa—, es Nick, porque él siempre me comparte de sus dulces.

—Traidor—murmuró Joe.

Todos terminamos de desayunar. Mi familia y yo regresamos a casa paraducharnos, más tarde regresaríamos a la nueva casa Jonas para ayudarles con lospreparativos del regreso de Nick. La verdad me moría por verlo y saber que élestaba mejor. 

A little bit longerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora