Capítulo 21

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Era la última noche de los Jonas en la ciudad. Mañana se irían a Los Ángeles a comenzar a hacer los preparativos para un nuevo álbum. "A little Bit Longer" era el nombre que llevaría. Estaba demasiado emocionada por ese futuro álbum, pero me sentía triste porque tendría que despedirme de Joe. Era de noche, Nick y yo le habíamos enseñado ya la canción a toda la familia y les había encantado.

Estábamos comiendo helado y platicando cuando el señor Jonas se levantó de la mesa. Carraspeo un poco llamando la atención de ambas familias.

—Tengo algo importante que decirles—dijo el señor Jonas—en especial a la familia Brown. Hemos estado hablando como familia y llegamos a la conclusión de que...—no miró a todos un momento antes de decir aquello tan importante—no nos iremos— ¿Qué? Mis padres, hermanos y yo miramos sorprendidos a la familia Jonas—. Los chicos estudiarán en casa, pero pasaremos un año aquí.

— ¿Qué pasará con el disco? —pregunté.

—Viajes ocasionales—contestó Nick con una sonrisa y encogiéndose de hombros.

—Pues me alegra que no se vayan—dijo Esther tomando a Nick de un brazo y recargando su cabeza en el hombro de él.

—Lo mismo pienso yo—dije volteando a ver a Joe y tomé su mano.

—Yo tengo otro anuncio que hacer—dijo Kevin cuando su padre se hubo sentando. Kevin miró a Ella y tomó su mano—. Ella y yo nos vamos a casar.

Mis demás hermanos y yo ahogamos un grito y de pronto todos comenzamos aplaudir emocionado. ¡Mi hermana se iba a casar!

Kevin volvió a tomar asiento y todos comenzamos a hablar sobre la boda de Ella y Kevin. La fecha, los invitados, el lugar, etc., etc.

Un poco más avanzada la noche Joe se acercó a mí y susurró en mi oído.

—Vamos a caminar y a platicar un poco.

—Claro.

Ambos nos levantamos de la mesa y comenzamos a pasear y caminar un poco por el patio.

—Debo confesarte algo—dijo Joe.

— ¿Qué cosa?

Se detuvo a mitad del camino y me volteo a ver. Antes de contestar comenzó a jugar con mis dedos de manera distraída.

—Yo le suplique a papá y a mis hermanos quedarnos un poco más.

— ¿De verdad? —lo miré demasiado sorprendida—. ¿Por qué lo hiciste?

Bajó la mirada como sintiéndose bastante inseguro de su respuesta.

—Yo... —alzó la mirada encontrándose con la mía—, no sé cuánto tiempo pueda tener a tu lado y quiero disfrutar cada segundo que paso a tu lado. No quiero estar lejos de ti, necesito estar a tu lado, darte lo mejor de mí.

—Joe, puede que no muera.

—Eli, no me voy a quedar con ese "¿y si?". Quiero disfrutarte—acarició mi mejilla con extremada dulzura—Quiero amarte cada día de mi vida.

Sentí que las lágrimas se agolparon en mis ojos, pero luche para que estas no salieran y arruinaran el momento. Tomé su rostro entre mis manos y le di un dulce beso. No podía creer que un chico como él me amara tanto. Sentía mi corazón latiendo a toda velocidad. Estaba feliz. Todo estaba saliendo vez y nada podía arruinar esto.

Pero estaba tan equivocada.

A la mañana siguiente me desperté porque sentía que no podía respirar. Sentía que me estaba ahogando. No sé cómo fue, pero pude gritar por ayuda. Wade fue el primero en entrar. Me tomó en sus brazos y me cargó para llevarme al auto. Solo íbamos él y yo.

Wade me dejó en la sala de urgencias para que me atendieran. El doctor y las enfermeras gritaban órdenes que no entendía. De pronto sentí mi cuerpo muy pesado y me quedé profundamente dormida.

— ¡El medicamento no sirve! —escuché entre sueños que gritaba mi madre.

—Cariño, la despertaras—esa era la voz de mi padre.

—Lo sentimos, señores Brown—conocía la voz de mi doctor—. Hicimos todo lo que pudimos para combatir su cáncer tan avanzado. No podemos hacer más.

— ¿Debería dejar de tomar las pastillas? —preguntó mi padre y mi madre sollozaba.

—No, eso solo empeoraría las cosas.

— ¿Cuánto le queda doctor? —preguntó mi madre entre lágrimas.

—Tal vez solo...

Sentí que algo me arrastraba de nuevo y quedaba inmersa en la oscuridad.

No sabía cuánto tiempo había pasado. Sentí un cosquilleo en mis manos y podía escuchar la voz de Joe susurrándome cosas lindas. Dios, sé que moriré, así que cuando eso suceda solo quiero sentir los labios de Joe por última vez y... escucharlo decirme te amo. Moriría demasiado feliz.

Mis parpados se abrieron lentamente y me llego la luz del cuarto de hospital. Pronto el rostro de Joe se dibujó frente a mí.

—Bienvenida, Eli—dijo con una enorme sonrisa.

—Hola—murmuré con voz pastosa.

—Me alegra ver de nuevo esos ojitos—besó mi frente y sonreí—. Me asustaste.

—Lo siento—di un ligero apretón a su mano—. Te amo.

—También te amo, Eli.

Sabía que con que solo él me dijera te amo, no importa lo que pasara,sabía que todo iba a estar bien.     

A little bit longerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora