Capítulo 14

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Cuando había visto a Joe sentí que una parte de mí se rompía. Lo supe. Solo con una mirada de él lo sabía. Le había roto el corazón. Pero era demasiado tarde, le había dado una oportunidad a Nick y no podía decirle que siempre no. Solo espero haber tomado la decisión correcta.

No supe en que momento me había quedado dormida. Solo sabía que estaba muy cansada. Desperté y a mi lado me encontré con una enfermera que estaba revisando los aparatos.

—Señorita, que bueno que despierta—dijo ella regalándome una amable sonrisa—. El doctor ha dejado la instrucción que cuando se acabe este suero usted podrá irse a su casa.

—Gracias—murmuré—. Disculpe, ¿dónde está mi familia?

—Bajaron un momento a la cafetería, pero aquí afuera hay un joven que la está esperando— ¿será Joe? Él siempre estuvo cuidándome.

La enfermera abrió la puerta para dejar entrar a aquel joven. Mi entusiasmo disminuyó un poco al ver que no era Joe el que entraba si no Nick. ¿Qué me pasa? Se supone que estoy con Nick, no con Joe.

—Hola, Eli.

—Hola, Nick.

Él se acercó a mí y depositó un suave beso en mi frente.

— ¿Cómo te sientes?

—Me siento mejor que ayer, eso es seguro, el dolor de cabeza ha disminuido.

— ¿Cuándo podrás salir?

—La enfermera dijo que en cuanto se acabe el suero seré libre.

Nick se rió y acarició mi mejilla.

—Me alegra que al fin salgar. Necesito hacer algo, así que solo he pasado para saber cómo despertaste. ¿Nos vemos más tarde?

—Claro.

Volvió a besar mi frente y se fue. Eso fue algo... demasiado normal. Algo que solo los amigos harían. Cerré los ojos y suspiré, no quería pensar demasiado en todo este asunto, si no, me volvería a doler la cabeza. Me estaba quedando dormida cuando escuché que llamaban a la puerta.

—Pase—dije y abrí los ojos solo para ver como Joe entraba por la puerta y mi corazón se aceleraba. ¿Qué? —Hola, Joe—le regalé una sonrisa aunque él no se veía muy feliz.

Caminó con pesadez has mí y se sentó en la silla que estaba a un lado de la cama.

— ¿Cómo te sientes, Eliana?

—Estoy mejor que ayer, gracias. Ayer te fuiste y no te despediste.

—Sí, yo...—bajó la mirada y carraspeo un poco—, necesitaba tomar un baño y descansar al ya saber que estabas mejor.

—Tampoco volviste.

Sabía que no tenía derecho de reprocharle nada, pero quería que él me diera una explicación de por qué no se quedó conmigo, porque no volvió para cuidar de mí. Él suspiró con pesadez y alzó la mirada para enfrentarme, lo que vi en sus ojos hizo que mi corazón se estrujara.

—Quiero ser directo y honesto contigo, Eli. Te gusta Nick y lo acepto. Sé que son pareja y me alegra que ambos sean felices, pero me duele. Me gustas, Eli, me he estado enamorando de ti estos días y...—bajó la mirada mientras se pasaba una mano por el cabello— quiero que seas feliz.

—Joe, yo...

—No tienes que decir nada o explicar nada—me sonrió con tristeza—. Mereces lo mejor y ser feliz.

Se levantó de aquella silla y se inclinó hacia mí. Lo sentí tan cerca de mi boca, no estaba bien que me besara, era la novia de su hermano, pero no quería que se apartará. Cerré los ojos, pero en vez de sentir sus labios sobre los míos, sentí sus labios en mi mejilla. Abrí los ojos de golpe y lo miré como salí de cuarto de hospital. Quería decirle tantas cosas, pero había tantas cosas que quería decirle, pero no sabía cómo. Todas mis palabras se atoraron en mi garganta. ¿Qué me estaba pasando?

A los minutos de que Joe se fue mis padres entraron y estuvieron conmigo, mis hermanos pasaron a verme también, pero después se tuvieron que ir. Cuando el suero finalmente se terminó el doctor me dejó salir con una nueva cita programada. Fue algo fastidioso que tuviera que salir en silla de ruedas cuando podía caminar, pero eran reglas del hospital. Era como "nosotros cuidamos, pero si afuera te mueres después es tu problema". Me dio algo de gracia.

Mis padres y yo llegamos a la casa de los Jonas. No entendía el por qué, yo solo quería llegar a casa y descansar y por un momento no pensar ni en Joe ni en Nick. Al entrar en la casa todos me recibieron con un grito de "sorpresa". Me habían hecho una pequeña reunión para celebrar que había salido del hospital. Me sorprendió demasiado que Nick me recibió con un ramo de girasoles. No eran mis flores favoritas, pero eran muy bonitas y el gesto fue muy bonito.

La señora Denise había hecho una rica comida, probablemente uno de mis hermanos le habían dicho cuál era mi comida favorita. Estaba agradecida por ello. Era curiosa la manera en que nuestras familias se mezclaban y parecían solo una. Pero eso de alguna manera me gustaba.

Al terminar la comida nuestros padres tuvieron que salir y nos dejaron solo a nosotros. Los chicos decidieron que viéramos una película de terror. Kevin, Ella, Nick y yo nos sentamos en el sofá, mientras que Esther, Wade y Joe se sentaron en el suelo. Yo no quería ver una película de terror, la verdad es que ni siquiera me gustan, así que solo me entretenía comiendo palomitas.

Odiaba las escenas sangrientas, para evitar verlas recargaba mi frente en el hombro de Nick y él me rodeaba con su brazo de manera protectora. Me estaba dando asco el ver la sangre y sentía ganas de vomitar las palomitas.

—Nick, ¿podemos salir? —le pedí.

—Pero viene la mejor parte, ¿qué es lo que pasa?

—Me está dando asco la sangre.

—Podemos ir a que tomes un poco de aire, cariño.

—No puedo soportar esto—escuché que dijo Joe. Se levantó del suelo y se fue molesto de aquel lugar.

Todos se quedaron algo impactados, pero para evitar la incomodidad delmomento ignoraron lo que paso. Me sentía mal por Joe, esto no debía ser así, yono debía sentirme así. ¿Qué era esto que nos estaba pasando? Sabía que yo legustaba, pero... ¿a mí me gustaba Joe? Eso debía ser imposible. 

A little bit longerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora