A little bit longer

Capítulo 11

Habían pasado un par de minutos cuando escuché que tocaron el timbre de la casa. No sabía quién era hasta que mi hermano me grito.

— ¡Eli, Joe te esta buscando! —gritó Wade.

— ¡Bajo en un segundo!

Me sentía terriblemente mal, física y emocionalmente, pero aun así hice un esfuerzo por bajar. Al encontrarme a Joe esperándome al final de la escalera mi corazón dio un vuelco y sentí que todo el dolor emocional se iba, aunque el físico permanecía. Me sentía ligeramente mareada y como si alguien estuviera oprimiendo mi pecho, pero olvidé todo eso para darle una sonrisa a Joe.

— ¿Esas lista? —preguntó.

—Claro, ¿a dónde iremos?

—Es una sorpresa.

No pude evitar poner los ojos en blanco y reí.

—No te pongas meloso.

—Vamos, solo quiero hacer algo lindo por ti.

Me miró y simplemente no podía decirle que no. Me despedí de mi hermano, para después salir con Joe. Él se portó con un caballero abriéndome la puerta. Mientras él subía, yo cerré los ojos para intentaba calma mi dolor en el pecho que no me dejaba respirar bien. Cuando Joe subió simplemente sonreí como si nada me pasara. Él arrancó el auto y tomó el rumbo hacía mi "sorpresa".

Estar con Joe era todo lo contrario a estar con Nick, obviamente. Ellos eran muy diferentes, pero además de eso, yo me sentía diferente al estar con ellos. Con Joe no podía olvidarme de lo que tenía, pero a pesar de eso, sentía que podía ser feliz, que había una esperanza y una oportunidad. Joe era pésimo contando chistes, pero la forma en que intentaba ser gracioso era lo que me estaba matando de risa. Tenía que parar de reír, cada vez que reía sentía que me faltaba el aire. Era extraño lo que me hacía sentir Joe. Había aceptado salir con él solo porque quería descubrir que significaba esto que él me hacía sentir. Nunca antes un chico logró despertar estos sentimientos en mí. Mi corazón se aceleraba cuando lo veía sonreír. Sin importar cuando ruda quería ser con él, simplemente derrumba todas mis murallas con una palabra con una mirada. Sentía que con su mirada acariciaba lo más profundo de mi alma.

Joe me gusta

¿Qué? Maldición. No. No es posible. ¿O sí?

Gruñí e intente apartar todos aquellos pensamientos. Talvez lo que él me hacía sentir no lo iba a resolver hoy.

Joe detuvo el auto frente a un parque. Yo ladeé la cabeza con confusión.

— ¿Un parque? —pregunté.

—Tranquila. Ya verás.

Él bajó del auto, me abrió la puerta para después ofrecerme su mano. La tomé y con cuidado bajé del auto. Cerró la puerta y me miró con diversión.

— ¿Qué?

—Intenta atraparme—dijo antes de salir corriendo. Me quedé confundida un minuto pero después sonreír.

No lo pensé dos veces y me eché a correr detrás de él. Corrí lo más que me dieron mis piernas, pero el dolor en mi pecho creció y creció. A pesar de eso, me sentí como una niña y me divertí demasiado al intentar atrapar a Joe. Él se detuvo en lo alto de una colina y yo lo atrapé. Me abrazó por la cintura mientras luchaba por recuperar mi respiración.

—Tu sorpresa—murmuró Joe y yo miré lo que estaba frente a nosotros. Me sorprendí al encontrar un lindo día de campo.

—Joe... es... hermoso—dije con la respiración entre cortada. Me aferré a él al sentir que me mareaba.

—Eli, ¿estás bien?

—S...sí.

Cerré los ojos e intenté recuperar la respiración, pero... no pude. El aire de un momento a otro no llegaba a mis pulmones y sentía que por más que jalaba y jalaba aire este no llegaba. Miré la preocupación en el rostro de Joe, escuchaba su voz amortigua preguntando que me pasaba. Yo no pude responder. Él rápidamente tomó su celular y lo vi llamar. Todo pasaba tan rápido y tan lento frente a mí. Joe volvió a mi lado y me sostuvo con ambos brazos al sentir que me fallaban las piernas.

—Eliana, resiste. Solo un poco más y estarás bien.

Fueron las palabras que me acompañaron mientras yo me sumergía en unaoscuridad.