Capítulo 18

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El incesante ruido de mi celular sonando no me dejaba continuar durmiendo. Maldición, eran vacaciones. ¿Por qué se empeñaban en despertarme tan temprano? Estiré mi mano y tomé el celular. Deslicé el dedo por la pantalla y fruncí el ceño al ver que era un mensaje de Joe: "¿Por qué no me dijiste que terminaste con Nick?" Me tallé los ojos y volví a leer el mensaje, esperando haberme equivocado. Cuando lo leí fruncí el ceño y conteste: "No es mi deber mantenerte informado sobre mis relaciones." Él no tardó en contestarme: "Lo siento. Me sentiría mal si mi hermano no me hubiera explicado las cosas. ¿Cómo te sientes tú?" Suspiré pesadamente mientras meditaba en la respuesta: "Estoy algo confundida. Todo bien, pero necesito relajarme y pensar." Me levanté de la cama para tomar una ducha e ir a desayunar.

Al bajar por las escaleras me llegó el mensaje de Joe: "El amor no se piensa, solo se siente". No supe cómo responder a eso, pero sentía mi corazón latiendo a mil por hora.

—Eli, ven a desayunar—dijo mi madre.

Sin chistar fui a la cocina y me uní a mi familia para desayunar. Amaba pasar tiempo con ellos. Amaba incluso esas bromas privadas de nuestra familia, aquellas que se habían creado entre anécdotas y recuerdos. Era increíble poder estar con mi familia y deseaba que aun que yo no estuviera, a pesar de dolor que sintieran por mi partida, nunca perdieran estos momentos.

—Chicas tienen solos 20 minutos antes de que los Jonas pasen por nosotros. —dijo Wade mientras le daba un sorbo a su café.

— ¿Qué? —exclamó Esther—20 minutos no es suficiente—salió corriendo para irse a su habitación.

— ¿Te dijeron a dónde iríamos? —preguntó Ella.

—Tal parece que recogeremos a una amiga de ellos. Una estrellita pop mimada de seguro—murmuró mi hermano sobre la taza.

—Demi Lovato no es una estrellita de pop y mucho menos mimada—mordí mi pan tostado mientras fulminaba a mi hermano con la mirada.

—Toda mujer cantante es una mimada—dijo mi hermano rodeando los ojos.

—Pues te equivocas—le saqué la lengua enseñándole el pan masticado.

—Eres asquerosa—dijo arrugando la nariz.

—Y tú un idiota.

—Muchachos dejen de pelear, Wade ayúdame con los platos, chicas vayan a terminar de alistarse—dijo mi madre mientras recogía los platos.

—Sí mamá—contestamos Ella y yo al levantarnos.

— ¿Por qué ellas no te ayudan a lavar los platos? —pregunto mi hermano con fastidio.

—Son mujeres, tardan más en arreglarse.

Wade hizo una mueca de disgusto y yo me quede riéndome de él en la entrada de la cocina. "Ella también ama a Demi Lovato" dije moviendo los labios y Wade se quedó sorprendido. Le guiñé el ojo a mi hermano y me salí de la cocina.

La verdad es que no necesitaba tiempo para arreglarme, ya estaba lista, solo me estaba atando el cabello en una coleta de caballo. Estaba haciendo un calor infernal. Miré mi celular y pensé en el mensaje de Joe. "El amo no se piensa, solo se siente". Pero, ¿de verdad se llamaba amor lo que sentía por Joe? ¿Así se siente el amor? Solo teníamos pocos días de habernos reencontrado, ¿este sentimiento acaso era viejo y había despertado de nuevo? Tenía tantas preguntas en mi cabeza y por más que no intentaba pensar más preguntas venían.

— ¡Eliana, baja, ya nos vamos! —gritó Ella.

Salí de mi habitación y al final de la escalera me encontré con que mis hermanos se habían ido y solo Joe estaba ahí, al final de la escalera, esperándome. Mi corazón se detuvo y latió con rapidez cuando él me sonrió. Mis piernas temblaron y tuve que hacer acopió de toda mi inteligencia para no tropezar en los escalones. Bien, Eli, el pie derecho, bien, ahora el izquierdo.

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