Edward pov.
Bella, estaba siendo revisada en estos momentos por un médico, había querido entrar con ella pero por obvias razones no me dejaron entrar.
-¿Edward? ¿Qué fue lo que paso? -pregunto alterado Emmett, detrás de él; venían mis hermanas y Jasper.
-Bella tuvo una pequeña pelea con Charlotte y ella la aventó contra el pavimento -dije, viendo de reojo la entrada por la que se habían llevado a mi Bella.
-A sí que era cierto -dijo Alice.
Fruncí el ceño.
-¿A qué te refieres Alice? -pregunte.
-Bueno, por la escuela se corre ese rumor... incluso... -se calló de pronto.
-¿Alice? ¿Incluso qué? -pregunto Jasper.
Alice lo miro de reojo.
-Todos comenzaron a insultar a Charlotte, algunas chicas la iban a esperar fuera del gimnasio ya te imaginaras -dijo Alice solo viéndome a mi a los ojos.
Bueno no quería que lastimaran a Charlotte, pero en este momento no me importaba nada, además muy en el fondo sabía que se lo merecía, si algo le pasaba a mi Bella yo mismo le hubiera echo algo.
Llevábamos horas en la sala de espera, Emmett y Jasper se mantenían caminando de un lado a otro, mis hermanas, Tanya y Alice estaban sentadas en las sillas que ahí se encontraban, Rose trataba de que Emmett se calmara. Y yo, yo estaba parado fuera de la entrada por donde se habían llevado a mi Bella esperando a que un doctor saliera por esa puerta.
Unos segundos después y el doctor salió por la puerta.
-¿Familiares de Isabella McCarty? -pregunto.
-Soy su novio, el padre del bebé.
-Nosotros somos sus hermanos -dijo Emmett parado a mi lado.
-Bien, el estado de la señorita McCarty es delicado, tendrá que estar en absoluto reposo o podría poner en riesgo su vida como la del bebé.
-¿Cómo esta el bebé?
-El bebé esta estable, aunque por un momento creíamos que lo perdíamos la perdida de sangre fue demasiada, tuvimos que realizarse algunas transfusiones, hubieran tardado un poco más y el feto no lo hubiera soportado.
Suspire, al menos estaban bien, pero haría todo lo posible porque Charlotte se fuera de Alemania, no la quería cerca de mi Bella ni de mi hijo.
-¿Podemos entrar a verla? -pregunto Jasper.
-Dentro de un par de horas, aún esta bajo vigilancia, ya les avisara una enfermera cuando la pasen a piso.
-Gracias doctor -dije.
-Es claro que tenemos que hacer algo -dijo Alice.
-¿A qué te refieres? -pregunte.
-Lo que hizo Charlotte no se quedara así.
-No, Alice no quiero más venganzas, todo lo que deseo es que Charlotte se vayan para siempre de nuestras vidas y no verla nunca más.
-Eso dalo por hecho, me encargare de que se vaya de la casa -dijo Rose.
-No te preocupes hija, eso ya lo hice yo -dijo mi madre sorprendiéndonos a todos por su llegada, detrás de ella venía mi padre.
-¿Qué dices?
-Charlotte se fue de la casa, llame a sus padres, a esta hora debió de a ver tomado su vuelo de regreso -hizo una pausa.
-Al menos ya se fue -dijo Alice.
-A sí es, y lo mejor de todo es que parece ser que alguien le dio su merecido -volteo a ver a cada una de mis hermanas.
-Nosotras no hicimos nada -se defendió Alice-. De seguro fueron las otras chicas del colegio -termino con una sornrisita.
Era claro que a Alice le alegraba que Charlotte hubiera recibido una lección, y para que negarlo si yo también; a pesar de que era una mujer.
Se hizo de noche y aún no salía nadie para decirnos que ya podíamos pasar a ver a Bella.
-¿Edward? creo que deberías ir a descansar -dijo mi madre.
-No, me quiero quedar aquí.
-Hijo...
-Por favor -dije, no me separaría de Bella por nada del mundo.
-Bien, no insistiré, cualquier cosa nos llamas -hizo una pausa-. Llevaremos a tus hermanas para que descansen.
Asentí.
Mis padres y mis hermanas se fueron, Emmett y Jasper se quedaron conmigo.
-Nuestra hermana es fuerte Edward y no hay duda de que ese pequeño que lleva dentro es un McCarty...
-Y un Cullen -sonreí.
No supe en que momento me había quedado dormido, pero cuando desperté ya eran las tres de la mañana, Emmett estaba dormido con su cabeza recargada en la pared y Jasper se había quedado dormido en el suelo.
Me puse de pie, en el proceso todos mis huesos tronaron, se sintió tan bien.
Camine hacia la recepción de las enfermeras pero no había nadie, quería preguntar si había algo nuevo sobre mi Bella.
Decidí mejor ir buscando de cuarto en cuarto, tal vez y mi Bella ya estuviera en alguno. Comencé a buscar en los primeros tres había dos hombre y una mujer, seguí caminando y cuando iba a abrir la puerta me detuve pues se escuchaban gemidos del otro lado, no tenía que ser muy imaginativo para saber lo que estaban haciendo.
Seguí buscando y no estaba mi Bella en ninguna de las puertas, solo me quedaba una, abrí la puerta y... ahí estaba mi Bella, se veía bien a pesar del lugar en donde nos encontrábamos, cerré la puerta detrás de mí, me acerque a ella y tome su mano.
-Hola, sabes que te amo y espero que salgamos pronto de aquí -lleve mi otra mano a su vientre-. Bien hecho bebé, fuiste muy fuerte, gracias por no dejarnos a mami y a mí, a pesar de no conocerte todavía... ya siento que te amo mi pequeño -sonreí.
-Nosotros también te amamos -escuche la voz de mi Bella.
Voltee a verla y tenía los ojos llorosos.
-No llores.
-Fueron unas lindas palabras -dijo con un chillido al final.
-Es lo que me provocan ustedes dos, son lo mejor que me ha pasado en la vida y lo mejor que tengo en ella -acaricie su mejilla.
-Te amo.
-Como yo te amo.
Me acerque hasta sus labios y los bese, fue un beso lleno de amor, quería que viera que iba a estar a aquí para ella, que nadie me iba a poder a alejar de ella, ni siquiera ella misma... todo el amor que sentía por ella estaba resumido en ese beso.
Cuando me separe de ella vi como estaba sonriendo.
Pasamos un momento en silencio, solo viéndonos a los ojos.
-Creo que tengo que salir -dije rompiendo el silencio-. No es horario de visitas y además entre sin permiso.
-Quédate, yo te doy permiso.
Sonreí.
-Bella...
-Por favor -como podía negarme a algo que ella me pidiera.
-Bien, me quedaré no importa que después venga una enfermera y me saque de aquí.
Vi como se movió en la cama.
-No hagas esfuerzo.
-No, ven acuéstate conmigo.
Me acosté a su lado, pasando mi brazo por su cintura y escondiendo mi cabeza en su cuello.
Sabía que por poco perdíamos a nuestro bebé, y que si aún lo teníamos con nosotros era porque estábamos teniendo una segunda oportunidad y esta vez me encargaría de que Bella no sufriera más.
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Mi Tiempo Perdido
FanfictionLos personajes no me pertenecen son la gran escritora de crepúsculo.