13 | Amenaza

1.9K 224 30
                                    

La cazadora había regresado a aquel bar en busca de la respuesta del lobo, puesto que aquel día simplemente se había limitado a prestarle atención a la mesara.

Por lo que no tuvo más remedio que volver.

Abrió las puertas y lo miro sentado en la barra bebiendo un trago, respiro cansada y termino de acercarse al hombre que se había percatado de su presencia metros antes de su llegada.

- ¿Qué quieres? - pregunto el lobo sin mirarla.

- Sabes lo que quiero - tomando asiento a un costado.

- ¿Por qué ese interés por eliminar a la mascota de esa manada? - pregunto.

- Porque me robo algo que me interesa y lo quiero de vuelta - cualquiera que la escuchara juraría que mantenía ciertos lazos con Kate Argent, ya que su manera de expresarse era casi similar a la que solía usar aquella despreciable mujer antes de que terminara por sellar su destino en manos del mayor de los Hale.

- Supongo que ese juguete tiene que ver con cierto lobo sin sentido del humor.

- Es correcto, y debo intuir que me ayudaras.

- Estas en lo correcto, pero lo hago más por ver la reacción de esa manada sin su preciado humano - sonrió satisfecho, no sabría exactamente él porque de su repentina alegría y curiosidad sobre aquel plan que elaboraba la cazadora, pero estaba seguro de cual fuera le gustaría el resultado que eso conllevaría.

[...]

La pelirroja había durado días en casa, tratando de comprender que era lo que sucedía, ¿Por qué de repente los celos comenzaron a hacer efecto en su cuerpo?, estaba claro que ella jamás había sufrido esa sensación y el tenerla le resultaba extraño.

Stiles era un chico sin duda atractivo, pero nunca fue lo que buscaba, adoraba esa manera que tenía el chico de llamar su atención hasta llegar al punto de aprovecharse de esa situación, le agradaba el café por la mañana y Stiles no dudaba en tenerle su vaso desechable en su pupitre cada día sin falta.

Pero eso dejo de llenarle ese vacío, Jackson era su problema, siempre fue su problema y le dolía comprenderlo. Él era perfecto a su manera, durante su relación era claro que ambos estaban más por popularidad que sentimientos que estuvieran involucrados, pero al enterarse de su regreso provoco que su corazón diera un vuelco y no dudara en arrastrar al castaño al apartamento del lobo Hale donde sabría estaría, pero ¿cuál fue su sorpresa al llegar? Que estaba interesado en nada más ni nada menos en aquel castaño que se encontraba a su lado, guardo su compostura y solo se permitió mirar a su ex novio unos segundos antes de poder marchase de aquel lugar toxico para ella.

La peor parte fue cuando confirmo todo por la propia boca del castaño, recordarlo la hacían enfurecer consigo misma, ¿Por qué nunca lucho por lo que quería? Bien dice el dicho que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

El punto era que le aconsejo acostarse con todos y si eso involucraba a Jackson, ¿Pero en qué demonios estaba pensando? Tal vez en ese momento negaba lo evidente, que seguía enamorada de aquel hombre como la primera vez que le dijo acepto a su propuesta de noviazgo al terminar el partido victorioso de Lacrosse.

- Estúpida - se recrimino mirándose al espejo.

Y vaya que lo era, ahora tenía por primera vez una batalla perdida por su propia boca.

Tomo su labial y lo embarro suavemente entre sus labios rosados, lo coloco de nuevo en el peinador de su cuarto y tomo sus cosas para dirigirse al Instituto, la vida continuaba, ya vería después que hacer para solucionar su problema.

[...]

Tocaba sus labios como bobo, como si hubiera sido el primer beso en su vida, como si probaras tu primera paleta y fuera la infinita gloria al tacto de tu lengua cálida ante semejante manjar.

No fue consiente que había entrado al aula de esa manera hasta que Isaac llamo su atención tomándolo de la mochila y sentarlo de golpe en el asiento de su pupitre.

- ¡Scott! - levanto un poco la voz - ¿Qué demonios te pasa? - pregunto.

- Yo ... yo ... - estaba completamente perdido.

- A no ser que tengas una buena historia habla de una jodida vez que me molesta tu muestra de lelito.

Isaac jamás era tan efusivo, contrario a eso era muy tranquilo pero el haber tenido que llamar la atención del chico durante tantos minutos había terminado por sacarlo de sus casillas.

El mencionado capto su tono y entonces reacciono.

- Lo siento es que tuve una excelente noche.

Para él lo fue y tal vez la mejor de su corta vida.

- Me imagino que sí, pero recuerda que toca economía con Finstock - puntualizo.

Tenía razón, era una mala idea estar distraído cuando el coach estaba dando la clase.

[...]

No supo cuánto tiempo permaneció recostado en cama hasta que la alarma le anuncio que era la hora de despertar, sentía su cuerpo pesado y adolorido, tal vez por la larga noche que había tenido, una difícil, complicada y placentera noche a fin de cuentas, ya que su padre había llegado en mal condición acompañado de Peter y recibido un severo regaño por parte de su padre al ver las condiciones en que se encontraba la casa, solo se permitió encogerse hombros y pedir disculpas, mientras el Hale entendía lo que había sucedido y solo se había despedido dejando a los Stilinksi a solas.

Arrojo la sabana de su cuerpo dejándola caer al suelo, se puso en pie y se encamino a la ducha, abrió el grifo y dejo correr el agua mientras él se desvestía para entrar.

Y entonces recordó lo sucedido, la confesión de Derek, aquella perfecta manera de decir que era su compañero de vida y su mirada penetrante que taladraba cada coraza de su corazón y clavarse en lo más profundo de este. Se sintió temblar con solo recordar como sus labios se movían conforme decía aquellas palabras.

De igual manera recordó la inocencia en el rostro de Scott, jamás creyó verlo de aquella manera, tan frágil y sensible a la situación, la última vez en verlo de esa manera fue tras la muerte de Allison, pero su mirada era aún más penetrante cuando se dirigió a él, mentiría si dijera que ninguna de las dos le causo emoción. Contrario a eso su corazón se brincó un par de saltos ante ambos lobos, eso sin mencionar el incidente que había tenido con Jackson días atrás.

Entro a la ducha y dejo que el agua mojara sus ideas, sus sensaciones y más que nada se llevara su confusión, ¿Cómo podía enamorarse de alguien si todos eran perfectos?

- Estúpidos lobos sexys y perfectos - susurro abriendo completamente el grifo de la regadera.

Duro aproximadamente 10 minutos en la ducha para después tomar la toalla y salir a su habitación, había conseguido eliminar un momento aquella situación que imperaba en su mente para decidir que vestir cuando algo llamo su atención.

Había llegado hasta las puertas del closet y observo que la ventana permanecía abierta y las cortinas revoloteaban por el aire que se adentraba, no recordaba haberla abierto, quiso no prestarle atención por lo que siguió en su decisión, pero después algo más le llamo la atención, había demasiado silencio en casa.

Un golpe en la nuca lo llevo al suelo con rapidez mientras sus ojos solo divisaban unas botas militar al tiempo que se cerraban lentamente. 

Confusing LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora