Make Daddy Proud || XiuDragon °

19: 🍑

Seunghyun iría de viaje, a arreglar asuntos pendientes con Lisa, su esposa, algo de suma importancia, pero juró que no tardaría más de dos días. Lo que significa que Ji Yong y MinSeok estarían solos el tiempo que él faltara. Aunque el moreno fue muy amable en decir «MinSeok, no es necesario que te quedes en el departamento los días que me ausentaré. Aprovecha para visitar a tu madre» y MinSeok asintió contento, pero no tenía la más mínima intención de irse.

— Portense bien.— pidió Seunghyun sentado en el sofá, tenía abrazando a Ji Yong por la cintura, mientras MinSeok estaba sentado en el suelo frente a él.

— Lo haremos Daddy, ¿Verdad Minnie?—

MinSeok se limitó a asentir con la cabeza, cada vez le gustaba menos ver como Seunghyun abrazaba con tanta posesión a Ji Yong.

Seunghyun sujeto a Ji Yong por el mentón y lo aprisonó en un beso, MinSeok apretó los labios, nunca se había sentido tan celoso en su vida, ese revoltijo en el estómago se sentía horrible.

— Minnie también quiere atención.— reclamó sentándose en el regazo de Seunghyun. El mayor sonrío complacido y besó también a MinSeok, acariciando sus piernas. Mientras el menor no dejó de ver a Ji Yong, sus ojos siempre eran un caos sin embargo tenía los labios presionados.

Al terminar el beso Seunghyun se puso de pie y arregló su traje. MinSeok se mantuvo quieto pero seguía mirando a Ji Yong muy enojado. El empresario se despidió de ambos en la puerta, «los veré en unos días» fue lo último que dijo antes de salir.

En cuanto estuvieron solos, MinSeok siseó y se fue a la cocina.

— ¡MinSeok!— lo llamó Ji Yong, no entendía a que se debía su berrinche, ya lo había visto besar a Seunghyun antes y no parecía tan celoso. Aunque para ser sinceros, Ji Yong también sentía algo desagradable cuando presenciaba esas escenas falsamente románticas.

El menor estaba resistiendo sus ganas de matar a alguien. Ver a Seunghyun besar a Ji Yong le provocaba náuseas, esos labios eran sólo suyos.

Mentira, él mismo le pertenecía a Seunghyun, ya no quería más, necesitaba salir de ahí.

— ¿Qué ocurre contigo?— preguntó Ji Yong abrazándolo por la espalda.

—No pasa nada.—

Ji Yong le dio la vuelta, no fue brusco porque ese no era su estilo pero ganas no le faltaban, MinSeok se estaba portando como un niño malcriado.— A mi tampoco me gusta ver como te besa...— aseguró, sosteniendo la barbilla del menor.

— Ya no quiero que esto siga...—

Ji Yong lo sentó sobre una de las sillas de la cocina y pasó sus dedos por la piel de sus piernas que se veía gracias al pantaloncillo corto que llevaba — Eres mío, no importa lo que él diga.— Empezó a besarle casi desesperadamente, mordiendo sus labios y jugueteando con su lengua. Amaba sus besos. Necesitaba siempre más de sus besos. MinSeok por su parte correspondió gustoso, había estado esperando todo el día para tener a Ji Yong un momento con él. Si algo le desagradaba era tener que demostrarle su amor en cantidades justas a lo largo del día, por miedo a ser descubiertos.

Ellos aún no habían tenido sexo, pues su relación no se basaba en eso, era un tipo de amor tierno, casi fraternal. Ji Yong pocas veces pensó en él como un amante hasta que esa noche le despojó de su camiseta blanca y besó desde su pómulo felino hasta llegar a la delicadeza de un hombro aterciopelado, y de vuelta a su cuello desnudo donde dejó marcas de vampiro. Vio su rostro unos segundos, con todos sus indicios de excitación, la vergüenza y sus lágrimas de ternura. Entonces pensó que definitivamente quería ver más de él, cada parte de él y su brillante hermosura.