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MinSeok y Amber resolvieron hablar  con EunRim al día siguiente. La rubia insistió en que MinSeok pasara la noche en la mansión, porque después de eso el se iría con su hermano por mucho tiempo, y ya no podrían verse.

Muy temprano al día siguiente, fueron al departamento de su mamá, a decirle que podía quedarse en la mansión mientras MinSeok se fuera, así no tendría que preocuparse por tener un lugar en donde vivir.

En cuanto llegaron JiSoo apareció y los acompañó al comedor con una preciosa sonrisa en sus labios delgados. Se veía tan de buen humor.

— La señora y yo estábamos a punto de celebrar unas noticias estupendas.— Dijo.

Y efectivamente el lugar parecía arreglado para tener una fiesta, o por lo menos una pequeña reunión. Se escuchaba de fondo una canción de piano, los pisos estaban barridos y relucientes, habían bombones, pastel y bocadillos sobre la mesa, e incluso un nuevo juego de té.

— Hola mamá.— MinSeok prácticamente corrió a abrazarla y dejó un beso sobre su frente.

Amber la saludó también, y después acompañó a JiSoo a la cocina para ayudarla a traer la leche y el café.

— Mi niño, me alegra tanto que hayas venido justo ahora. Siéntate, ¿Tomarás una taza de café mientras te cuento lo que ha pasado?—

MinSeok se sentó a su lado y le sujetó la mano huesuda y pequeñita con suavidad. Su único accesorio era el anillo de bodas que tenía el nombre de su papá grabado: "Kim YoungJae", que nombre tan elegante, y que bien se veía junto a ese pequeño diamante blanco.

¿Por qué sus padres gastaron siempre más de lo que tenían?

— Dime mamá, ¿Cuál es esa gran noticia? Que yo también tengo algo que contarte.—

Ella le apretó ligeramente la mano, y suspiró aliviada.— Cariño, es algo maravilloso, ¡Ya no tenemos que irnos de este lugar! ¿Me creerías si te digo que el edificio ha dejado de estar a la venta? Pues creelo porque el hombre que iba a comprarlo tan de inmediato ha cambiado de opinión.—

MinSeok la miraba con sus ojos grises abiertos cuán grandes eran. Si sus suposiciones eran correctas, ese hombre era Choi Seunghyun... ¿Por qué había desistido? Sabía la respuesta, la sabía tan bien que le daba terror aceptarlo.

— ¿No respondes?— preguntó ella, notando rápidamente que no era felicidad lo que su hijo sentía.— ¿No te da gusto?—

— Claro que sí.—Mintió, y la abrazó con fuerza.

—Ahora dime que querías contarme tú?—

— Mamá, siento que esto va a ser inesperado pero... La familia de Amber me ofreció llevarme a Richmond a estudiar...—

En su interior, MinSeok pensó que ella iba a estar afligida, pero su reacción fue de tanta alegría que no podía haberla fingido.

— ¡Es maravilloso! ¿Ves como las cosas van mejorando?—

En eso aparecieron JiSoo y Amber, quienes habían estado escuchando desde detrás de la puerta de la cocina.

JiSoo los miraba ligeramente preocupada.— MinSeok-ssi, no quisiera estar pensando en esto pero, ¿Si se va a estudiar, quien trabajará para pagar el departamento y demás? No lo digo por mi, porque me quedaría aunque fuese sin cobrar pero...—

— De eso me encargó yo.— Sonrió Amber.— Puedo cubrir esos gastos si es necesario.—

EunRim sonrió, sus ojos brillaban de emoción.— La vida va a ser buena con nosotros a partir de ahora.—

Make Daddy Proud || XiuDragon °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora