20: 🍒

1K 135 53
                                    

Cuando Ji Yong despertó le sobrevino un sentimiento de extraño bienestar, la calidez se sentía en cada rincón de su departamento y al voltear la cabeza supo que era todo gracias a él y a su natural luz brillante.
Lo único que quería Ji Yong era llevárselo muy lejos, hacerle olvidar  que alguna vez fue de otro y no de él, conservar por siempre su amistad intachable.

De pronto pensó en un sinfín de posibilidades de su vida con MinSeok, una sana vida al aire libre, cerca de la costa, para ver a su novio recoger guijarros de entre la arena. O en medio de la ciudad de grafito, el podría ser un pianista mejor que Min YoonGi y MinSeok podría estar siempre cerca de su amado teatro de marionetas.

— Hola...— saludo en cuanto abrió los ojos, la única que vez que había despertado con alguien a su lado fue la noche que cayó enfermo y Ji Yong se quedó con él. Ambos siempre iban a dormir con alguien y sin embargo amanecían solos en la cama.

Ji Yong cerró los ojos en un intento patético de hacerse al dormido, pues el menor ya lo había visto con los ojos abiertos.

MinSeok río.— Ji..._ lo sacudió suavemente.— Sé que estas despierto.—

Ji Yong no pudo contener su sonrisa.— ¿No puedes despertarme de una forma más romántica?— preguntó y atrajo a MinSeok para abrazarlo.

MinSeok soltó un pequeño quejido cuando sintió el agarre alrededor de su cintura, Ji Yong lo miro a los ojos, preocupado y preguntó con voz zalamera:

— ¿Te hice daño, príncipe?—

— No, para nada.— MinSeok bostezo, hundió la cabecita entre el cuello de Ji Yong, le gustaba su perfume.

—  ¿Quieres que te prepare el desayuno?—

— ¿Ahora? ¿Tienes ganas de cocinar?— preguntó MinSeok levantando las cejas interrogante.

— Buen punto.— Admitió Ji Yong.— Desayunaremos ramen, malvaviscos y papas fritas.—

✳✳✳

Los trámites del divorcio se dieron de forma rápida y sin contratiempos, por lo que el viaje de Seunghyun duro mucho menos de lo que esperaba.

Fue un gran alivio finalmente poder deshacerse de Lisa, no sólo para él, si no para ambos pues lo único que tenían en común era que no se soportaban. Seunghyun recuerda que incluso antes de conocer a su baby boy era llegar a la casa en la que vivían e inmediatamente empezar a pelear, por cualquier cosa, pero las disputas no salían de esas paredes pues ante todo ambos sabían que debían mantener las apariencias, ser un buen matrimonio.

Los dos intentaron seguir juntos el mayor tiempo posible, sin embargo la cosa que ya de por sí iba muy mal empeoró cuando Seunghyun lo conoció a él.

Para ese entonces Ji Yong tenía unos escasos catorce años. Recuerda perfectamente que esa noche el iba caminando junto a su amigo Young Bae, quizá la única persona dentro de su círculo que podía llamar un amigo de verdad, hablaron de las declaraciones irresponsables de los funcionarios de gobierno, de los escándalos de corrupción, rieron y bebieron vino. Cuando caminaba de vuelta a casa —acompañado por él— un chiquillo se cruzó en su camino.

— Lo siento señor.— se disculpó haciendo una reverencia tierna, infantil.

Al levantar la cara Seunghyun vio los ojos más preciosos del mundo, color miel pero lo más importante, desbordantes de luces prismáticas aún en la noche, el chico bonito sonrió y se fue corriendo, con los pulgares ligeramente vueltos hacia adentro.

— Ese debe ser el Ji Yong del que tanto hablan.— comentó Young Bae.

— ¿Quién?—

— El baby boy de Daesung. Bastante lindo, supongo.—

Efectivamente cuando Seunghyun volteo a ver, el pequeño estaba agarrado de la mano de Kang Daesung, revoloteando a su lado pero no parecía feliz.

— ¿Qué tienes, Seung?—

Ustedes no podrían comprender la oleada de calor inmensa que le invadió el pecho al verlo sonreír.— Bae, arregla de inmediato una cita con Kang Daesung.—

— ¿Qué dices? No tienes nada que hablar con D-Lite... no me digas que...—

— Lo quiero para mí.—

Y lo tuvo para él, al niño malhumorado, torpe,mordaz, gracioso. Lo tenía hasta ahora, cuatro años después seguía siendo solo suyo.

¿Pero seguía siendo solo suyo?

Cuando Seunghyun llegó esa mañana al departamento, cansado por el viaje, sin hacer mucho ruido, lo primero que escuchó fueron unas risas provinientes de la cocina. Unos ruidos hogareños nunca antes escuchados en el frío departamento.

— Te dije que no era una buena idea.—

— Yo sé lo que hago. No iba a permitir que me des golosinas para desayunar.—

—El ramen instantáneo tiene todos los nutrientes que necesitas para crecer, enano.—

De nuevo esa risa ligeramente escandalosa, agria, no era la de Ji Yong.

Cuando Seunghyun llegó a la cocina los encontró a ambos cocinando. Mejor dicho, a MinSeok batiendo insistentemente una mezcla en un recipiente mientras Ji Yong lo miraba, con un poquito de harina en su naricita respingada.

— Lo estoy haciendo bien.— insistió MinSeok.

Ji Yong le sonrió y con su dedo tomó un poco de la mezcla para probarla.— ¿Seguro que sabes hacer panqueques?— preguntó riendo.

MinSeok lo miró asustado.— ¿Sabe tan mal?—

— Con jarabe todo se arregla.— Aseguró Ji Yong antes de volver a tomar un poco de la mezcla salada esta vez con una cuchara, y dársela a MinSeok.

El menor de ambos hizo una pequeña mueca infantil.— Tienes razón, todo se arregla con jarabe.— Contestó provocando una risita sincera en Ji Yong y él mismo sonrío enseñando sus encías.

«Tal vez se llevan demasiado bien»

Tal vez, tal vez. Seunghyun salió del departamento sin hacer el menor ruido, exactamente como había llegado. Sería mejor salir de dudas.

Gracias por leer 😊👏
*Hay un fragmento de este capítulo no publicado en otra de mis historias «Daebak Challenge» léanlo si gustan xd

Make Daddy Proud || XiuDragon °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora