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«Mierda, no otra vez»

La vida de Kim MinSeok siempre fue un caos desde que recuerda, pero ahora en especial las cosas se han complicado mucho más. Tras la muerte de su padre hace algunos meses MinSeok se convirtió en el único sustento de su familia y apoyo de su madre.

Literalmente nisiquiera tuvo tiempo de sentarse a lamentar su pérdida porque el peso de la responsabilidad cayó como una tonelada de plomo sobre su espalda. Su mamá se llamaba Kim EunRim, ella solía decir que su nombre significaba «Roma», y a MinSeok siempre se le hacía irónico pues el Imperio que una vez fue poderoso, terminó en ruinas, al igual que ella. Es que aún dotada de todas las perfecciones posibles para una persona, su mamá era ciega.

MinSeok se negaba rotundamente a dejar a EunRim sola mientras el estudiaba, por lo que una enfermera para cuidarla era un costo adicional que tendría que cubrir, además de pagar su colegiatura y sus necesidades cotidianas. Como se podrán dar cuenta, lo que MinSeok necesita urgente y desesperadamente es dinero.

«No de nuevo» Pensó entristecido, pues una vez más el día no tenía suficientes horas, entre ir a pagar la renta de su departamento y buscar algún trabajo de medio tiempo que lo acepte a pesar de ser un estudiante, la biblioteca de su escuela ya estaba cerrada y así permanecería el fin de semana, por ende el no podría terminar su proyecto a tiempo, y no podría sacar una beca, y sin una beca no podría pagar los siguientes meses de colegiatura.

- Estoy jodido.- Suspiró resignado.

- ¿Y ese vocabulario, Kim MinSeok?- Claro que conocía al dueño de la voz aterciopelada y reconfortante.

- Hola Baekhyun.- Sonrió y se acercó un poco al pelirrojo, por supuesto avergonzado porque el muy rara vez decía groserías.

Byun Baekhyun era sólo unos años mayor que él y sin embargo se llevaban de maravilla. MinSeok incluso podría decir que el chico de los ojos color oro era su mejor amigo.

-¿Otra vez llegaste tarde?-

- Tuve muchas cosas que hacer...- Dijo MinSeok apenado.

Baekhyun negó con la cabeza y sonriendo le alcanzó un morral pesado.- La última vez que nos vimos me hablaste sobre el tema de tu proyecto.-

-¿Qué es esto?- MinSeok abrió la mochila de inmediato, encontrando en el interior varios libros de historia.- Baekhyun...- lo miró con los ojos brillantes.

- Pensé que te servirían.- Se encogió de hombros. El pelirrojo se encogió de hombros, con modestia y restándole importancia al hecho de que, a ojos de su amigo, era un maravilloso héroe.

-¡Muchas gracias!- Exclamó MinSeok colgándose cariñosamente del cuello del mayor.

- No fue nada.- Baekhyun le dio un beso en la mejilla que hizo que sus mejillas tomaran un color rojizo.- Si quieres agradecerme, vamos a tomar un café.- Sugirió el que era más alto por pocos centímetros, sabiendo perfectamente lo mucho que a su amigo le gustaba esa bebida amarga.

- Me gustaría Baekkie... Pero no tengo dinero.-

- De eso nada.- Baekhyun entrelazó sus manos y empezaron a caminar unidos por ese tierno enlace, aunque eso para ellos ya era normal. Por la confianza que tenían entre ellos hacer ese tipo de cosas ya nisiquiera les parecía extraño.- Yo te invito el café y tu me pagas con tu compañía.-

- Está bien...-

Algo que a Baekhyun lo tenía sumamente preocupado era el estado de su amigo. Sabía perfectamente que su padre había muerto hace poco y que esa era la causa del alarmante estado anímico y físico del pequeño MinSeok, no porque estuviera sumido en la tristeza obviamente sino que ahora tenía tantas cosas que hacer y tantas responsabilidades que no le corresponden a un chiquillo de dieciséis que simplemente no podía con todo.

El local al que entraron era bastante elegante, demasiado para ir a tomar una simple taza de café. Incluso, MinSeok pensó que desencajaba ahí pues era demasiado simple a comparación de los comensales ataviados en trajes elegantes. Y a comparación de Baekhyun también, él era brillantemente hermoso. Fue el pelirrojo quien pidió por ambos, efectivamente café acompañado de un postre de fresas.

- Minnie... Quería hablarle sobre algo.- Dijo. MinSeok asintió con la cabeza indicándole que continuara.- Se que has estado teniendo problemas económicos, ¿Has pensado en lo que te dije?-

Justamente, MinSeok temía que sacara ese tema a flote.

Como su mejor amigo, MinSeok conocía todos sus secretos, y obviamente sabía que el dinero con el que estaban pagando el café y el dulce era auspiciado por Park ChanYeol. Ergo también sabía porque ese rico empresario pagaba todas las necesidades banales y no tan banales de Baekhyun, pues eso es lo que hace un Sugar Daddy con su Sugar Baby.

- MinSeok... Se que de nuevo te negarás. Solamente quiero que lo pienses.-

Es verdad que alguna vez MinSeok se negó rotundamente a ser el acompañante de una persona adulta para conseguir dinero. Pero también es verdad que ahora su situación había cambiado.

MinSeok pensó en su mamá. EunRim sola y frágil en el pobre departamento, llorando por la muerte de YoungJae, afligida por no poder ayudar a su hijo en nada en su estado de invalidez, probablemente recordando el accidente que la dejó ciega, probablemente preocupada por saber que comerían la semana siguiente. MinSeok necesitaba dinero, a toda costa por el bien de EunRim, por el bien de ambos.

- Quiero hacerlo Baekhyun.-

Gracias por leer 😆💞
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Make Daddy Proud || XiuDragon °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora