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Ji Yong estuvo consolándolo por horas, aunque a eso de medianoche algún impulso hizo asustar al menor, y MinSeok se alejó de Ji Yong, permaneciendo en una esquina de la cama, lo más alejado posible de su mayor. Sin embargo escuchó como el llanto de Ji Yong se agravaba a medida que él se alejaba, y a pesar de todo él no lo obligaba a acercarse. Ese era el tipo de amor que le regalaba Ji Yong, el que lo respetaba, le entregaba todo, el tipo de amor que le era tan desconocido, infinitamente inconsciente, cariñoso y comprometido. En ese instante MinSeok no pudo saber que excusa poner, pues lo que más quería era estar junto a Ji Yong, que seguía llorando impotente. MinSeok no quería lastimarlo, lo adoraba demasiado como para hacerlo.

—J-Ji...—

Casi de inmediato su hyung se puso de pie y corrió a su lado, más bien se puso frente a él y suplicó de rodillas que lo perdonara.

A pesar del dolor que sentía en todo su cuerpo, MinSeok se abalanzó hacía él, tropezando con las sábanas blancas entre el suelo y la cama, lo abrazó con necesidad y, con las manos acariciando el cabello de su nuca, le dijo que no tenía que pedirle perdón por nada. Así mientras Ji Yong lo abrazaba también con mucho cuidado de no lastimarlo, MinSeok se dio cuenta de que no se atrevería a dejarlo, incluso considerando que Seunghyun le había impuesto una amenaza aterradora. Si nisiquiera podía estar separado de él por cinco minutos, ¿Cómo pretendía sacarlo de su vida por siempre? Era imposible, él también lo amaba con una fuerza instintiva, profunda, con todos sus sentidos.

— No se que hacer MinSeok, perdóname...— confesó, MinSeok sabía que el también estaba asustado, de todos modos Ji Yong se puso de pie y lo cargó en brazos con la mayor delicadeza.

MinSeok no respondió, dejó que su mayor lo manipulara, lo llevara al cuarto de baño de ida y de vuelta y le ayudara a limpiar su cuerpo, dejó que acariciara sus heridas y que lavara su cabello.

Mientras Ji Yong buscaba ropa limpia para él en su habitación, él pequeño — en su propia recámara— miraba a su alrededor, pensativo y vacío. No le sorprendió saber que no se podía mover, por los dolores que sentía por todo el cuerpo. Pero el dolor pasó a ser una preocupación menor cuando se puso a pensar «¿Qué haré ahora?»

Después de que Ji Yong lo ayudara a vestirse, y estuviera por completo envuelto en un suave suéter blanco, MinSeok pensó con tristeza que tendría que desaparecer al llegar el amanecer, por mucho que siguiera pensando en Ji Yong con amor y emoción.

Su hyung se acostó con él, tenía los ojos enrojecidos y apagados, se veían tan tristes, una sombra dulce se vislumbraba a través de sus pupilas, tan oscuras que podrían destruir todos los colores.

«— Ji Yong hyung... A pesar de todo te querré por siempre.—»

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A eso de las tres de la mañana, Ji Yong se despertó después de un sueño brutal y ruidoso, desorientado como cuando sueñas que saltas desde el piso más alto de un rascacielos y despiertas de golpe, con el corazón acelerado, antes de llegar al suelo.

El miedo no hizo más que crecer cuando descubrió aterrado que MinSeok ya no se encontraba a su lado, por un instante sintió que le faltaba el aire. «Por favor, que esto sea una pesadilla, que cuando despierte el siga junto a mi». Pudieron pasar días, meses, años y Ji Yong no volvería a tenerlo a su lado pues estaba en plena realidad.

El caso es que él salió corriendo del departamento, hacía frío, el aire se espesaba. Ji Yong recordó que leyó una vez que es muy difícil estar enamorado, pues aquello que quieres con violencia termina siempre destruyendote.

Corrió cuesta abajo por la avenida, las luces de la acera seguían iluminando levemente la mañana, tan sombría que parecía ser aún de noche. Ji Yong no sabía a donde ir, realmente tuvo miedo, sin MinSeok no tendría más fuerzas para continuar. Entonces gritó, su voz débil, sin eco, aplastada por la tristeza.

« ¿Y ahora? ¿Qué haré ahora?» pensó. Volvió sobre sus pasos, sin nadie a su alrededor, entró de nuevo en el edificio para encontrar la puerta del departamento cerrada. «¿Qué haré ahora?» Tuvo mucho miedo. Hizo sonar diez veces el timbre, hasta que Seunghyun abrió la puerta.

— Ji Yong...—

El aludido entró a la estancia sin esperar invitación, Seunghyun se quedó en el umbral de la puerta, de no ser por el llanto terrible de Ji Yong no se escucharía ni un ruido, pero ahora todo era el eco de ese doloroso sonido en el aire.

Seunghyun se dio cuenta. Tristemente, Ji Yong no tenía ningún otro lado a donde ir.

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Llegó Laura sad *Aplauding*
Gracias por leer 😊

Make Daddy Proud || XiuDragon °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora