Make Daddy Proud || XiuDragon °

30: 🍰

Yes Sir, that's my baby.

CHOI SEUNGHYUN

"Al diablo con el amor", pensaba mientras le daba un último sorbo a mi copa de vino.
Y ahí seguía Ji Yong mirándome con sus fríos ojos dorados, creyendo que yo no sabía lo que pasaba por su mente. Como si uno tuviese que ser estúpido por estar enamorado.

Odiaba que me mirase como si yo no sirviera para nada, cuando había hecho todo lo mejor que pude por hacerlo feliz. Aún lo intento, pero el rechaza todo lo que le doy, incluso se negaría a comer para llevarme la contraria.

Una semana lo dejaré encerrado sin comer. Entonces me añorará, se dará cuenta de que no puede vivir sin mi.

— No me mires así, mi amor.— lo regañé. No había tocado su plato. El pollo estaba intacto, al igual que las verduras y el puré de patatas. A penas si comía un poco de pan y bebía agua de limón de vez en cuando, en mi presencia. Pues si quería vivir de pan y agua, que lo hiciera, él se estaba castigando sólo.

¡Vaya que merecía un castigo! Por haber regalado su corazón como si no tuviera valor. Oh, pero eso no fue su culpa, simplemente no supo decir no, y terminó cediendo.

En algún momento me hartaré de sus niñerías, y de esa forma vulgar de hablar, de sus modales en la mesa, de sus miradas de odio y de su cuerpo que irá envejeciendo. Envejecerá rápidamente, yo ya noto ese pálido enfermizo en su piel, y como sus movimientos que antes tenían una gracia que admiraba se van haciendo torpes. Ji Yong morirá de tristeza, ¡Tendrá que morir para darse cuenta de que me ama!

Me pregunto constantemente como puedo llegar a ese intento de hogar todas las noches y seguir queriéndolo con tanta intensidad como cuando lo vi por primera vez.

"No me mires así, porque no soy ciego y veo perfectamente como tus ojos disparan odio". A Ji Yong no le gustaba hablar sobre ciegos, ni sobre edificios en venta.

Se negaba a hablar conmigo todavía. La única vez que me miró sin ese brillo rencoroso fue cuando un día corte la palma de mi mano accidentalmente al manipular un cuchillo de cocina. Se preocupó por mi, y estaba bien que se preocupase. Generalmente le importaban cosas sin sentido, lo único que le interesaba era tocar el piano, y Kim MinSeok.

No era agradecido, no era amable, ¿Quién le enseñaría a portarse como se debe sino yo? Era perfecto antes de que ese niño perverso llegara a nuestras vidas. Me alegra que se haya ido lejos, donde el mundo pueda mirar lo malvado que es, y le hagan el daño que se merece.

Recuerdo cuando sus grandes ojos grises se llenaron de lágrimas y empezó a gimotear mientras intentaba deslizarse por las sábanas de mi cama. Un hombre malo le hizo daño una vez. Pobre Kim MinSeok, ¿Cómo podía defenderse una criatura tan pequeña de las garras de un lobo salvaje?

Siempre me aborreció. Yo lo quise bastante. De haber estado en mis manos, a MinSeok nunca le hubiese pasado nada malo, habría vivido como un príncipe a mi lado, como vivía Ji Yong. Aunque alguien tenía que castigarlo un poco.

¡Todo había sido por su culpa! ¡Nadie más tenía la culpa de nada! Como me alegré de verle herido y magullado, ¿Acaso así te parecería guapo aún, Ji Yong? Me alegraría más de verle muerto.

Pero jamás podría matarle, un hombre bueno no mataría a nadie. Yo trato de hacerlo todo lo mejor que puedo ¡Qué alguien me crea, por favor! Hago lo mejor... Por lo menos eso pienso mientras guardo el revólver magnum bajo mi almohada.

No tiene cartuchos, está descargado de balas, ¡Nisiquiera recuerdo haberlo comprado! Una vez soñé que lo compraba, pero nunca lo hice realmente. Apareció sobre la mesa de mi oficina, y yo pensé que alguien la había dejado ahí. ¿Por qué Ji Yong compraría una pistola, Acaso sabía utilizarla?

¡Oh, maldito aburrimiento que me llevó a ti, MinSeok! Soy un hombre que pierde rápidamente el interés en las cosas. Después de todo no se hace una fortuna estando clavado a algo. Pero que estúpidos son mis impulsos.

—¿No vas a comer nada?— pregunté. Ji Yong no se movía, ¿Había muerto? No lo creo...

— Si quieres matarme no uses solo tus ojos, tendrás que dispararme, o romperme los huesos, ¿Y crees poder más que yo? La policía te encerrará por ser un asesino.—

Pero él aún no se movía. Ni hablaba. Ni respiraba. ¡Qué pesadilla!

— No tolero tu comportamiento, Kwon Ji Yong. Yo no hago más que amarte, ¿Acaso mis decisiones nunca son las correctas? Siempre terminó arruinándolo todo cuando más pienso que estoy haciendo bien.—

Maldito MinSeok, le había envenenado la mente hasta tal punto que ¡Lo mató! Él lo mató. ¡Oh, no! ¡No, no, no! ¿Cómo podía ser tan cruel como para dejar morir a un enfermo de amor como él?

— ¿No respondes, Ji Yong?—

¡Me espanté! ¡No se movía su cuerpo engorroso y pesado! ¿La sangre seca como el petróleo? Alguien que me ayude, quiero despertar.

Salí corriendo y vomité.

Precioso Ji Yong, había sido antaño el más hermoso sobre la tierra.
Imagine a MinSeok sentado en un rincón, con el cuerpo encorvado, se veía mucho más joven. Ojalá dejara en paz a Ji Yong para que pudiese ser mío, todo mío.
Lo odiaba por haber seducido a mi niño y haberlo aparato del lado de, quien por derecho, era su dueño.

Escuché el sonido del teléfono en la sala,  ¿Qué hora sería? Había olvidado una importante reunión de negocios. No podía faltar.

— Bebé, saldré esta noche.— Quise decirle que cuidara de MinSeok, porque aún tardaría en acomodarse a su nueva vida como mi baby boy. Pero estaba celoso, por como se miraban.

Salí de mi departamento. ¿Ahora me compadeces?
Me conocen ahora mejor que antes. Pienso que hago lo correcto, de noche y día, en ningún momento dejó de creerlo.
Y para alivio mío, veo que Ji Yong es feliz a mi lado.  Sus ojos brillan más que nunca.

¡Si no me amara, de verdad me volvería loco!

🌸

Para que conozcan más a Seunghyun, les dejo un capítulo en el que nos metemos en su mente 😆👏 es un personaje importante, y siento que no le he dado la atención necesaria.

Es todo, gracias por leer y nos vemos en el siguiente capítulo.

¿Qué habrá pasado con Ji Yong? ¿Cómo está la salud mental de Seung? ¿Qué hará MinSeok ahora que vive con JongDae?

Todo eso y más en el siguiente capítulo ahre