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— ¡No le hagas daño!— chillaba Ji Yong, desde su habitación donde Seunghyun lo mantenía encerrado.— ¡Por favor, no le hagas daño!—

En cuanto terminó su confesión, los ojos negros de Seunghyun se volvieron aún más oscuros. Realmente no recuerda con exactitud que pasó, en un parpadeo Seunghyun lo había encerrado en su propia habitación. Él lo sujetó por el brazo con bastante rudeza y aunque el menor  intentó soltarse haciendo uso de todas sus fuerzas, Seunghyun era más fuerte que él.

Los cinco o diez minutos que pasaron antes de que MinSeok abriera la puerta del departamento, sin saber lo que lo esperaba, fueron sin duda los más agónicos y desesperantes que Ji Yong recuerda. Impotente, solo podía dedicarse a pensar en las mil y un posibilidades que le esperaban a la persona que amaba y cada cual era peor que la anterior.

Sintió su corazón detenerse cuando escuchó el chirrido de la puerta.

— Finalmente llegas, MinSeok.— Y aunque no lo veía podía imaginarse la escena a continuación. Su niño soltó un quejido que resonó por todas las escaleras, Ji Yong presintió que Seunghyun había sujetado a MinSeok por la muñeca, lastimando su piel blanca, después ambos subieron a grandes pisotones al segundo piso. En el umbral, Seunghyun le dio desde atrás un fuerte golpe que lo mando al interior de la habitación principal, después de un lamento agudo y doloroso, se cerró la puerta de un azote y, finalmente, todo quedó en relativo silencio.

Ahora su niño estaba encerrado también, con el adulto en su habitación y a Ji Yong le rompía el corazón escucharlo gritar tan desesperadamente, los sonidos sordos de golpes y los gruñidos de Seunghyun.

Hasta que desapareció el tenebroso sonido de sus gritos adoloridos, sólo se escuchaba como Ji Yong golpeaba la cerradura de la puerta con cualquier objeto que encontrase, rompiendo gran parte de los muebles de la habitación, después como empujaba la madera de la puerta, pero era inútil. Mientras en la estancia principal MinSeok también lloraba, confundido y asustado, con ese cruel farsante. En un momento se escuchó un grito cuesta abajo, un último silbido y todo se calló. «Por favor, que quede en silencio por siempre.»

— Vete.— ordenó Seunghyun mientras se ponía de nuevo su camisa blanca.

MinSeok seguía tendido en la cama, sin contener sus estridentes y odiosos sollozos.

— Vete, y no vuelvas a buscar a Ji Yong.— Continuó Seunghyun atando su corbata frente al espejo de cuerpo completo.— Sería una lástima que quisieras desafiarme. Para ti y para tu madre ciega, sería algo muy malo MinSeok.— "Él es mío y no me lo puedes arrebatar."

Seung dejó un sobre llenó de dinero junto a su brazo desnudo, MinSeok se alejó con violencia, asustado.

— No tengo intención de romper el contrato, así que aquí está todo el dinero que deberías merecer por los siguientes meses de trabajo.— Y MinSeok tomó el sobre, después se lo arrojó de vuelta con fuerza, dejando todo el dinero desparramado por el suelo y volvió a llorar.

Seunghyun bufó sin ánimos, terminó de ponerse su atuendo con el abrigo negro cruzado para acto seguido salir de la habitación y encontrar al fondo del pasillo que su pequeño príncipe también sollozaba del otro lado de la puerta y luchaba por salir. Meditó por unos instantes, ¿Sería correcto dejarlo salir? Ante todo lo quería con toda su alma, quería ser el quien lo consuele entre sus brazos. Entonces giró la perilla y lo vio intentando salir desesperado como un animal enjaulado.

— Ji Yong.— Lo detuvo sujetando su brazo.— Esto tiene que terminar. Estoy dispuesto a encerrarte si es que vas a verlo.— Amenazó.—  Esto tiene que terminar.— volvió a repetir.

Ji Yong no se aguantó más y lo miro con el odio más puro. Empezó a gritarle cosas horribles sin contener su voz, le dijo que lo odiaba, le gritó que era un monstruo y lo retó a hacerle lo mismo que le hizo a MinSeok. Hizo muecas e incluso lo golpeó con una fuerza que no sabía que tenía

— Te suplico que no vayas con él...— gimió Seunghyun también con lágrimas de dolor.

— ¡Yo puedo ir con quien se me de la gana!— gritó Ji Yong tratando de soltarse de su agarre, Seunghyun lo estaba lastimado mucho y lo sabía.— ¡Déjame! ¡Quiero ir con él!— Chilló.— ¡Quiero estar con él! ¡Te odio, él me necesita!—

Seunghyun no podía entender que tanto quería su amado a ese niño como para perder la cordura a ese grado solo por él. Ji Yong sacudía su brazo con tanta fuerza que parecía que se lo quería arrancar, y gritaba tan alto que producía un timbre en los oídos. El mayor no tuvo más opción que soltar a su angelito, y este sin siquiera voltear a verlo corrió a lo largo del pasillo hasta la habitación principal, Seunghyun sintió que su corazón se rompía cada vez más, Ji Yong nunca lo quiso a él.

Al llegar al borde de la cama Ji Yong inmediatamente rodeó a MinSeok entre sus brazos.

— Lo siento, lo siento, lo siento...— repetía mientras acariciaba sus mejillas y el niño vertía torrentes de lágrimas teñidas de un suave color gris por el revoltijo de su ligero maquillaje.
Ji Yong ahogó un gritó de terror cuando vio las sábanas blancas con manchas rojizas de sangre.

—Perdóname por favor, no llores, lo siento...— lloraba él también.

— D-duele...— susurró MinSeok y se dejó abrazar, tenía miedo, necesitaba a Ji Yong porque después de ese día no podría nisiquiera ver su rostro.

Ji Yong recordó que alguna vez de pequeño había empleado una pistola para derribar latas de soda vacías, se preguntó si podía darle muerte a Seunghyun también con una de esas pistolas automáticas. En medio de la desesperación se creyó capaz de matarlo con sus propias manos, y el empresario miraba la escena desde el marco de la puerta, a Ji Yong repitiendo incansablemente «perdón, perdóname por favor» y acariciaba la espalda frágil de MinSeok.

— J-Ji... e-él..._ lloriqueó.— ¿P-por que lo hizo?—

Ji Yong lo abrazó con más fuerza y besó su cabecita.— Es mi culpa...— acarició las mordidas y golpes que alcanzaba a ver en su espalda.

MinSeok se sobresaltó, lo miro aterrado.— ¿Le pediste que me lastime?— apretó los labios, las lágrimas no dejaban de bajar.— P-pensé que eras mi amigo, pensé que me querías...—

Ji Yong lo calló con un beso en sus labios lastimados.— Nunca le pediría que te hiciera daño...— Susurró, acariciando sus pálidos pómulos.— Es mi culpa por que te quiero demasiado... Lo siento, lo siento, lo siento.—

Y Ji Yong le dijo tantas cosas dulces contrarias a las que le dijo a Seunghyun, le dijo que lo amaba, que era un ángel, que nadie volvería a maltratarlo, que odiaba verlo llorar porque era la mejor persona del mundo y no se lo merecía, que lo sentía...

Seunghyun salió del departamento con el corazón destrozado, se apoyó en la puerta, cubrió su rostro con una mano para que nadie viera su llanto desesperado y con la otra tomó la cajita roja de terciopelo del bolsillo de su gabardina, acarició la tela y se dejó caer de rodillas al suelo.

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— Preparándose para ser asesinada— los ailofiu 😊

Make Daddy Proud || XiuDragon °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora