Capitulo 1

3.6K 213 44
                                    





Espero les guste igual que a mi 😊 //Disfruten, voten y comenten

>Los pensamientos que Sasuke escucha están en cursiva.



❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀

Soy un chico normal, de una familia normal, estudiando en una escuela normal... una vida normal. Pero lo que me distingue de todas esas cosas normales son dos cualidades muy interesantes con las que nací:

1.-Puedo correr por largo tiempo sin jadear

2.-Puedo leer la mente

La primera no es tan interesante, y la segunda es ridículamente imposible, pero es así. Desde que tengo memoria, he podido escuchar "lo que las personas piensan", ¿Cómo? No lo sé. ¿Por qué? Tampoco lo sé. Pero a veces suele resultar muy apropiado para relacionarme con la gente, saber lo que les gusta, y hacer buenos amigos, por otra parte, a veces es muy malo. Solía vivir en Tokio, o mejor dicho: sobrevivir, ya que para mí era un delirio salir a la calle y tener que escuchar a todos y cada uno de los pensamientos mal sincronizados de la ciudad más poblada del mundo.

Funciona como una señal de radio, o al menos así puedo compararlo, para que yo pueda escuchar los pensamientos del alguien, necesita estar en mi zona de alcance, que según mis cálculos, serían al menos un metro de distancia. La voz que oigo proveniente de las cabezas de las personas es justo como el ejemplo del ángel malo y el ángel bueno, dicen una cosa y piensan otra totalmente diferente. Aunque gracias a eso he podido alejarme de algunos hipócritas.

Me mudé de Tokio cuando decidí estudiar en una Universidad alejada de la ciudad, donde reinaba el silencio del campo, dándome un respiro y una pausa para mis propios pensamientos. Era una época bastante emocionante para mí, podía mudarme solo, estudiar y hacer una vida tranquila partiendo de allí, pero obviamente mi aventura de escuchar pensamientos estaba empezando.

Decidí estudiar Idiomas en aquella casa de estudios, y durante mi primer día decidí mentalizarme, acordar un lugar muy lejos de gente con pensamientos morbosos o peligrosos y tratar de concentrarme. Y como siempre, no se pudo evitar.

Estaba en mi segunda clase, y no podía soportar los pensamientos de todos allí, era una clase más llena, y perdí mi paciencia. Me levanté despacio y con el permiso del profesor me fui al baño.

Era un baño bastante limpio, y me aliviaba que no estuviera nadie, me acerqué al lavamanos y mojé mi rostro suspirando algo cansado. Cuando fui a buscar algunas toallas de papel del otro lado del baño, escuché un rastro de un pensamiento cerca de los cubículos, estaba a punto de gritar de desesperación, pero algo me asustó.

-Me duele- escuché que decía, por un momento se quedó callado, y luego se alteró en sí mismo – ¿Qué estoy haciendo? Me estoy destruyendo, me estoy quemando, me muero cada vez que lloro, me duele...-

Me detuve por un momento, ¿Qué estaba haciendo ese chico? ¿Qué le dolía tanto? Un montón de pensamientos tristes me asustaron y mordí mis labios. Toda mi vida había lidiado con este absurdo don, ignorando todo lo que las personas pensaban, pero ahora solo tenía oscuridad, aunque la curiosidad me llamaba igual.

Quería decir algo pero me quedé parado allí, no quería perder la sintonía.

- ¿Puedo escapar? Yo no quiero, no quiero ser miserable, voy a consumirme, mi alma será vieja, nadie me amará-

Me conmovió, esta sensación de absoluta depresión es horrible, algo que no encuentro dentro de su mente lo volvió una persona frágil.

Antes de que yo pudiera reaccionar, la puerta delante de mí se abrió despacio, y del cubículo salió un chico de cabello amarillo, sus ojos estaban cansados y tenía una piel muy pálida.

No pienses en Nada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora