-Trataba de ayudarlo, de hacerle ver que la vida lo estaba esperando para continuar- dije tomando mi frente en una mano, el dolor de cabeza me estaba matando -Ah, mierda, me siento como basura-
-No te sientas así...estabas haciendo todo lo posible- me decía Kakashi calmado -Tiene una gran voluntad...impresionante-
-Pero no es así- le dije mirándolo -Si yo hubiese hecho enserio todo lo posible, entonces no estaríamos aquí-
Kakashi estaba a punto de reclamarme, pero no llegó a decir nada porque la enfermera lo interrumpió.
-Aquí tiene su café- le dijo entregándole una pequeña taza desechable con dos bolsitas de azúcar.
Luego se acercó a mí, buscando debajo de la pequeña repisa de la camilla una banquita para comer.
La colocó sin avisar sobre mis piernas y puso encima una bandejita compuesta por sopa de maíz, ensalada de zanahoria con papas, y un vaso de jugo de naranja. Mi vista de dirigió al borde de la bandeja, donde había un vasito con helado de vainilla y un frasco de aspirinas. Tomé el frasco y lo abrí para sacar un par, pero la enfermera me golpeó en las manos.
-Eso no- me dijo sonriendo -No has comido nada en todo el día, deberías hacerlo antes de que las pastillas se te peguen en el estómago-
Suspiré dejando el frasco donde estaba sin replicar, y tomé una cucharilla para empezar a comer de la ensalada. Odiaba la comida de hospital, pero no estaba dispuesto a ponerme a discutir con ella.
-Oh, sus ojos están rojos, debió haber estado llorando como antes- pensó la mujer sin moverse de donde estaba -Debe de haber estado sufriendo mucho, aunque me alegra que estén aquí, ambos son muy lindos-
La miré con ganas de decirle que me fastidiaban sus pensamientos, pero me reprimí, como debía hacerlo. Comí todo de prisa mientras escuchaba los pensamientos de Kakashi en silencio cuando se volvió a sentar, sintiendo como volvía a quedarse dormido de a poco.
Tomé el frasco de aspirinas y lo metí en mi bolsillo, las tomaría en veinte minutos, de acuerdo a mi digestión. Bajé de la camilla algo alivianado, luego de comer mi cuerpo se sentía sostenible, pero mi cabeza aún seguía en lo suyo, dándome un mal humor gracias al dolor.
Me coloqué los zapatos y pasé mi suéter sobre mis hombros, empezando a llamar a Kakashi que seguía dormido.
-Vamos- le dije batiéndolo un poco por sus hombros -Kakashi-
Cuando despertó arrugó el entrecejo, y se levantó estirándose.
-Ah...- gimió cuando un par de huesos tronaron en su espalda -Te dejaré con Iruka-
Me dijo caminando fuera de la habitación, caminé tras él cruzando un par de esquinas, hasta que paramos en una donde estaba Irukasensei hablando con un médico.
-Vale, gracias- fue lo único que pude escuchar de él antes de que el médico se fuera y se diera cuenta de nuestra presencia.
-Iruka- le llamó Kakashi antes de abrazarlo.
Iruka recibió aquel abrazo algo debilitado, dejando salir algunas lágrimas que le produjeron aquel afecto de apoyo. Se quedaron un rato en eso, lo que me dio algo de corte, pero no los interrumpí.
-Estoy asustado- fue lo que escuché por parte del sensei, antes de que escondiera su rostro en el pecho de Kakashi.
-Todo está bien- le decía para calmarlo, acariciándole la espalda, parecido a la manera que había hecho conmigo antes -Te cuidaré-
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No pienses en Nada
Фанфик"Hay dos cualidades que me distinguen de ser normal: 1.-Puedo correr por largo tiempo sin jadear 2.-Puedo leer la mente La primera no es tan interesante, y la segunda es ridículamente imposible, pero es así. Desde que tengo memoria, he podido escuch...