Los surrealistas planes futuros de Adam

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CALVIN (Adam):

Esa tarde conduje directo del aeropuerto a mi casa, a las afueras de Los Ángeles. Después de varias semanas de intenso trabajo, al fin había terminado con todo lo de la agenda, ahora Marion podría dejarme al menos un par de semanas más libre.

Aparque mi auto en la cochera, justo al lado del pequeño auto lavanda de Kya. Respecto a Kya, había tenido una larga conversación con John por teléfono, y había coincidido con mi amigo, en darle una oportunidad a la chica, al menos sólo intentar un par de citas más. La idea me agradaba, ella era diferente a las demás tal vez dejaría de pensar en Taylor cada cinco minutos.

Me bajé del auto, y entre por la puerta de la cochera hacía la casa, la cual estaba en completo silencio como si no hubiera nadie. Todo estaba en su lugar, tal como lo había dejado antes de irme semanas atrás.

—¿Kya?— pregunté, asomándome hacía la terraza, pero todo estaba en completa tranquilidad.

Recorrí toda la planta baja en busca de la chica, pero nada. Finalmente subí las escaleras, los últimos rayos de sol del día se filtraban a través del inmenso ventanal al final de corredor, justo a un lado de mi habitación, la cual tenía la puerta abierta.

No pude evitar sentir un pinchazo de inquietud, pues si la puerta de dicha habitación estaba abierta significaba que Kya podría estar dentro aun cuando le dije que no lo hiciera. Me acerque rápidamente hacía la habitación, pero sorpresivamente estaba vacía.

Toda la habitación, al igual que todo lo demás en la casa estaba en perfecto orden.

Tomé un portarretratos que estaba sobre la mesita de noche, en la fotografía yo sujetaba a Taylor en mis brazos, justo en la entrada de la casa. Ella me sujetaba con un brazo y el otro lo mantenía en el aire, con una amplia sonrisa en su rostro. Ese fue el día en que nos mudamos, no pude evitar pensar con nostalgia.

Un ruido seco de una puerta cerrándose, me hizo volver a la realidad. Dejé la fotografía en su lugar y corrí de vuelta al corredor. Nuevamente volví a escuchar el mismo ruido, esta vez proveniente de una de las últimas habitaciones.

Al entrar, pude ver que la habitación estaba desordenada. El edredón de la cama estaba revuelto, las cajoneras abiertas y la ropa regada por el suelo. Una maleta estaba abierta sobre la cama, con ropa perfectamente doblada.

La puerta del baño se volvió a abrir, y Kya salió luciendo despeinada y con una gran cantidad de productos exóticos para el cabello en sus manos. Los cuales reconocí de inmediato, eran de las cosas que Taylor había dejado en el baño de nuestra habitación.

—¡Calvin!— dio un salto de susto, haciendo que las cosas se le cayeran de las manos. De inmediato la chica se agacho a recogerlos.

—¿De dónde sacaste todo esto?— pregunte inevitablemente, aun sabiendo la respuesta.

La chica puso cara mortificada, mientras levantaba las botellas del suelo. Me ofrecí a ayudarle pero ella se negó. –Yo... yo necesitaba algo con que lavarme el cabello, y... encontré todo esto en el baño de la habitación principal. Sé que me dijiste que no entrara, pero realmente necesitaba algo con que lavarme el cabello— explicó de manera alterada

—Está bien, no te preocupes... no es algo que fuera usar de todas maneras— respondí con una ligera risita intentando restarle importancia

Kya se puso de pie, y deposito los productos para el cabello sobre la cama. –Pero eran de ella— soltó

—Yo pensaba deshacerme de todo eso— me apresuré a decir, —Como te dije no paso mucho tiempo aquí y...— dije pero la chica me cortó

—¿Por qué ibas a deshacerte de todo eso?— pregunto de pronto. –Hay muchos recuerdos en esa habitación, es como un museo... Yo no me desharía de nada. Sé, por lo que he visto que aún no superas a Taylor y está bien, no hay nada de malo en aún recordarla y extrañarla es parte de una ruptura después de todo.—

Mine (TAYVIN) 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora