Mine (TAYVIN) 2da temporada

Taylor rompe el silencio

Taylor:

La lluvia mojaba las calles de Los Ángeles, cuando Adam y yo salimos del edificio médico.

—¿Quieres hablar sobre lo que haremos cuando nazca?— dije sin poder contenerme ni un momento más. La incógnita sobre lo que sucediera después del nacimiento de nuestra hija me estaba matando.

—Siento que deberíamos— asintió Adam. —¿Quieres que hablemos en mi casa o en el auto?

—¿Te importa si vamos a comer algo?— pregunte con tono suplicante.

—Sí, seguro... ¿No te preocupa que nos vean juntos?— dijo Adam a continuación, con tono muy casual

Giré los ojos, eso siempre sería un problema. – Tarde o temprano todos sabrán la verdad—

.....

Adam aparcó su auto fuera de un restaurant que tenía pinta de ser bastante exclusivo, no hice preguntas después de todo, Adam era un experto en los lugares a cuales ir en LA.

—Espera...— me detuvo antes de que me bajará del auto.

—¿Qué?— lo miré mal, moría por entrar en el restaurant y ordenar el postre que más tuviera chocolate en el menú.

Él se quitó la chaqueta de cuero que traía y me la colocó sobre los hombros. –No quiero que te vayas a resfriar, eso sería un problema para la bebé— quedé sorprendida y conmovida, realmente había puesto atención a las recomendaciones del doctor Wren.

A continuación nos bajamos del auto, algunas gotas seguían cayendo del cielo anunciando que una tormenta se aproximaba. Intenté no resbalar sobre el asfalto mojado con mis incomodos botines de plataforma, pero de inmediato Adam se aproximó a sostenerme del brazo para no caer.

Por fortuna el lugar estaba bastante despejado, así que no corríamos el riesgo de ser fotografiados.

El lugar en sí era bastante acogedor, tenía mesas pegadas a las paredes con cómodos sofás como asientos, y el ambiente olía a una mezcla de café y galletas recién horneadas.

—¿Qué lugar es este?— pregunte fascinada, al observar las plantas que colgaban como decoración desde el techo, adornadas con guirnaldas de luces.

—Creí que te gustaría, siempre quise traerte aquí... desde que ya sabes, éramos novios— explicó Adam encogiéndose de hombros

Un chico se apresuró a dejarnos los menús.

—¡Pues sí, tienes razón, me encanta!— exclamé con emoción mientras miraba la variada selección de postres.

Al final terminé pidiendo una porción de cada postre, mientras Adam sólo pidió una taza de café y una galleta enorme de jengibre.

—Me haces sentir como una gorda— bromee, llevándome a la boca un trozo de tarta de limón

—O como una embarazada hambrienta— repuso con una sonrisa

Por un momento me detuve a mirarlo, sus ojos verdes... sin duda deseaba que Alison tuviera esos mismos ojos, o lo que sea que me recordará a él.

—No puedo creer que te acordarás de aquella conversación que tuvimos hace más de un año— admití

—No lo recordaba... hasta que el doctor nos dijo que sería niña— respondió. –De hecho antes de esto, no me imaginaba teniendo hijos ni nada parecido, pero después de esto... me siento emocionado, y lo más importante.— Me miro y me acaricio sutilmente mi mano. –Que tú vayas a ser la madre, es increíble—