Un suave toque en el hombro de ambos chicos fue lo que les llevó a abrir los ojos con lentitud. Una vez que se acostumbraron a la claridad, ante ellos, un hermoso rubio los saludaba con una tierna sonrisa:
- ¿T-Taehyung? –cuestionó Jimin al parpadear confuso.
- El desayuno está listo, vamos –dijo contento.
Los dos jóvenes se levantaron mientras veían a su novio desaparecer de la estancia. Cuando miraron la hora, se percataron de que se habían dormidos de nuevo en el sillón, pero, al menos, podían asegurar que su pequeño estaba bien, como siempre, sin recordar nada, como debía ser:
- Dense prisa o llegaremos tarde a clase.
- No creo que sea conveniente que vayas hoy a clase, Tae –dijo Jungkook cuando llegó a la mesa.
- No quiero perder más horas –hizo un puchero.
- ¿Cómo te sientes hoy?
- Bien –se encogió de hombros-. ¿Cómo iba a estar? –soltó una risita.
Jimin y Jungkook se miraron de reojo. Todo seguía con normalidad.
Taehyung se miró al espejo con una expresión bastante rígida. Respiró de forma profunda y exhaló con parsimonia. No quería salir, no quería salir de su casa, pero no podía permitirse el encerrarse en su habitación todos los días.
De pronto, sintió unos brazos rodearlo por la espalda y sonrió:
- ¿Ocurre algo, mi amor? –susurró Jimin en su oído.
- No, nada –negó apoyando su cabeza en el hombro del contrario.
- Estas precioso, cariño –le besó la frente.
- ¿Te gusta? –cuestionó mirándose el nuevo color.
- Me encanta –sonrió-. A ti todo te queda bien.
- Minie... -pronunció avergonzado.
El mayor le acarició la mejilla con ternura y dejó un casto beso sobre sus labios:
- Te amo, TaeTae.
- Yo también, Chim.
- ¡Chicos! –llamó Jungkook desde el salón.
- ¡Ya vamos!
- Pobre Kookie, lo dejamos solo –declaró el rubio para salir hacia su encuentro.
El pelinegro observó su alegría al salir de la habitación y no pudo evitar pensar en lo injusta que era la vida con personas que realmente no lo merecían. Ese pensamiento había surcado su mente desde hacía muchos años, pero como no había llegado a ninguna parte, ya ni si quiera se lo planteaba.
- ¡Kookie! –llamó el mayor antes de lanzarse sobre su espalda.
- Tae –sonrió Jungkook.
- ¿Estás bien? –le preguntó un poco extrañado por el tono.
- Sí, bueno... Yo... Quería pedirte p...
- No hace falta –lo miró a los ojos-. Entiendo vuestra situación, así que soy yo quién debería pediros p...
- No –frunció el ceño-. Tú no tienes que pedir perdón por nada, tú no, tú nunca.
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Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}
Fanfiction"Ellos eran los únicos que podían hacerlo..."