El pelinegro observaba a los dos menores dormir plácidamente en la camilla. Jungkook no había despertado todavía y le habían rogado a la enfermera que les permitiese quedarse esa noche con él, ya que no tenía a nadie más. Después de una larga conversación, accedió prohibiéndoles salir de esa habitación.
Taehyung no había parado de gimotear desde que lo vio y, abrazado a él, había caído en un profundo sueño. No obstante, Jimin no había podido dormir. Los había estado vigilando por si Jungkook despertaba o por si el estado de Taehyung se alteraba.
Miró por la ventana de la habitación y se percató de que el sol ya se dibujaba en el horizonte con la intención de salir. Agradecía que las horas hubiesen pasado sin complicaciones.
Justo cuando iba a sentarse, el quejido de alguien llegó a sus oídos. Miró hacia los dos cuerpos y notó cómo los ojos de Jungkook hacían el esfuerzo de abrirse. Se acercó hasta allí y le acarició la frente con delicadeza.
El estado del castaño había sido terrorífico, heridas sobre heridas y algunas otras habían sido abiertas de nuevo. Demasiado pronto le parecía a Jimin que estaba despertando:
- Jim... -pronunció.
- Estoy aquí, cariño, estamos aquí, no te preocupes –le sonrió.
Jungkook miró hacia abajo y se encontró con el rostro de Taehyung sobre su pecho y sus brazos aferrados a él:
- Ha estado toda la noche llorando –le comunicó.
- ¿Crees que... -frunció el ceño por el dolor que le causo mover el brazo-. Me perdonará?
- No hay nada que perdonar, Kookie. No tenías elección.
- Pero...
- Ya se acabó –acunó su mejilla-. Volveremos a casa y todo será como antes, tranquilo.
Jungkook sonrió agradecido de no haberlos perdido por su comportamiento y cerró los ojos cuanto sintió los labios de Jimin en los suyos. Un simple roce que le confirmaba que todo estaba bien, que ya podía respirar.
Llevó la mano hasta la espalda del rubio y la acarició con ternura. A pesar de que ya había pasado, en su mente iban a quedar grabadas cada una de las lágrimas que le había provocado:
- Kookie... -murmuró Tae.
- Los dejaré solos –anunció Jimin.
- ¿A dónde vas?
- Tengo que hacer una llamada, enseguida regreso.
El castaño lo observó irse con una expresión extraña en su rostro. Ya hablarían de eso, ahora tenía otro asunto del que ocuparse.
Le había estado dando vueltas toda la noche y creía que debía hacerlo para ponerle fin. Después de todo, él le había quitado lo único que le quedaba, así que no dudó en mandarle un mensaje citándola a la hora en la que la enfermera le había dicho que podrían moverse por el cambio de turno.
No esperó una contestación, pero la sorpresa se la llevó al ver la respuesta en modo afirmativo. Así que allí estaba, en la puerta del hospital viendo como la joven se acercaba a pasos lentos por las casi alumbradas calles de la ciudad:
- Hola –habló un poco incómodo, no sabía cómo iba a reaccionar ella.
- Hola, Jimin –le sonrió débilmente.
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Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}
Fanfiction"Ellos eran los únicos que podían hacerlo..."