Capítulo Veintisiete [1/2]

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El castaño se bajó del coche con pesar, unas ojeras terribles y arrastrando los pies hasta el lugar. No iba a mentirle a nadie, no había dormido nada durante los tres días que habían pasado y no precisamente por atender en la consulta.

Abrió la puerta de la comisaría y el simpático agente lo miró por encima del periódico. Al instante, le abrió la puerta sin cuestionarle nada. Ya sabía a lo que venía. Seokjin agradeció ese detalle y siguió por el oscuro pasillo.

Cuando llegó a la celda estuvo a punto de llamar a un médico, pero pudo captar la débil respiración de ambos. Todavía estaban vivos y eso provocó que suspirara de alivio. No los había podido ver desde que se los llevaron a la espera de ser juzgados, pero la sentencia era evidente y no saldrían de la cárcel nunca más, al menos, no sin un milagro.

Se agachó a la altura de los cuerpos y llamó su atención en voz baja. Jungkook fue el único que abrió los ojos levemente, pero sentía que, aun así, ni si quiera lo miraba:

- Chicos, yo... -no sabía que palabras usar-.Ya hemos enterrado el cuerpo de Taehyung en el cementerio, en la colina cerca del lago, la más alejada de todas, como supuse que les gustaría. Los forenses no tuvieron que indagar mucho más en la autopsia, así que ha sido todo muy rápido. Yoongi y yo hemos conseguido que cierren el centro por todas las negligencias que han cometido estos años. Él tenía todas las pruebas y bueno, no hubo mucha duda. Por otro lado –tragó saliva-. El hermano de Taehyung se ha ido. Cuando lo intentamos localizar, descubrimos que había salido del país de nuevo desde que había autorizado el encierro, así que por esa parte, no hemos podido hacer nada. Lo siento.

- Seokjin –habló Jimin con la voz apenas audible-. Haznos un último favor –pidió.

- ¿Cuál? –preguntó con una sonrisa débil en el rostro.





De todo lo que imaginó que podría pedirle, no esperó un recado a un policía de otro distrito. ¿Qué podría querer de él? Revisó de nuevo el trozo de papel donde había apuntado lo que Jimin le había dicho y estacionó cerca del lugar. Sus palabras habían sido claras.

"No lo busques dentro, espera a que salga."

Por lo que estaría un buen rato vigilando la entrada de la otra comisaría.

Suspiró ante la extrañeza de la situación y se volvió a preguntar si estaría haciendo lo correcto, igual que cuando había comenzado a trabajar con Taehyung. El solo recordarlo le resolvía el disgusto bajo al que aún se encontraba. Era consciente de que ese episodio de su actividad laboral no lo olvidaría nunca.

Tenía que admitir que en más de una ocasión, se había culpado parcialmente. Se sentía responsable de cómo había acabado la situación, de la decisión que había tomado Taehyung y de lo poco que podía hacer para ayudar a Jimin y Jungkook, aunque claro, ellos no eran inocentes después de todo.

Tampoco podía evitar pensar en Yoongi, sí él se sentía así, no quería ni imaginar cómo lo estaría pasando el asistente social. La persona que había llevado el caso desde el principio, desde el inicio. Aunque aparentara ser templado y frío, se había percatado de que le había afectado más de la cuenta, no era idiota, así que también se sentía mal por él.

Desde que se encontró con el cuerpo del rubio en la habitación, no lo ha visto... No sabría describirlo, pero no ha sido el mismo. Aunque sabe que Yoongi es fuerte, no es de piedra y le preocupa que no pueda sobreponerse. Después de tantos años tras el caso, era normal que se encontrase abstraído.

Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora