Jimin le lavó el brazo por última vez y después le cubrió la herida con un trozo de camiseta que había arrancado:
- Dios –siseó el menor.
- Tranquilo, ya casi está –declaró al comenzar a hacerle el nudo.
- Hijos de puta –gruñó ante el escozor.
- Menos mal que solo te rozó, si te hubiese atravesado no estaríamos aquí.
- Que se jodan en el infierno –se llevó la otra mano a la cara y las pasó por sus ojos. Le estaba doliendo.
- Desde luego, no has dejado ni uno vivo –rio.
- Si se hubieran portado bien no hubiese tenido que matarlos.
- El lado bueno es que has cobrado el triple.
- Al menos –entrecerró los ojos-. ¡Ah! –exclamó cuando volvió a apretarle la venda improvisada.
- Ya está, cariño –sonrió y se acercó a sus labios, acallando cualquier quejido de su parte.
Sabía que cuando Jungkook estaba de mal humor, tenía que disiparlo, porque si no, sería imposible hablar con él. Lo guio hasta la pared del baño público en el que se habían refugiado a paso lento y atrapó la lengua del castaño con fuerza.
Jungkook gimió ante la brutalidad de Jimin y lo agarró del cuello para profundizar más el salvaje contacto. El mayor rodeó su cintura con deseo, aprisionando más su cuerpo. Al castaño le latía la herida aún, pero eso solo incrementaba su excitación.
Sintió los labios de Jimin descender por su quijada mientras adentraba sus manos bajo el suéter que llevaba puesto. Jadeó al notar la baja temperatura de estas y cómo jugaban con su cordura:
- Cariño, te haré sentir bien, así que relájate y olvida lo de hace un momento, ¿vale? –pronunció mientras acariciaba sus pezones, endureciéndolos.
- Mgh...
Fue lo único que pudo emitir al sentir los dientes de Jimin sobre su cuello. Mientras succionaba la sensible piel del menor, este podía percatarse de la sonrisa socarrona que bailaba en sus labios. Le encantaba darle placer y que este gimiera para él.
El pelinegro pellizcó por última vez su pezón derecho para dibujar su abdomen hasta el borde de sus pantalones:
- Kookie, se ve que estás muy contento –susurró al volver a los rojizos labios de su novio.
- Por supuesto que lo estoy –sonrió de lado.
Jungkook tiró de su fina camiseta y lo atrajo a su boca, volviendo a repetir el mismo ritmo desenfrenado de antes:
- Ugh, Jimin –le mordió el labio como respuesta por las caricias en su miembro sobre la ropa.
- ¿Quieres que lo haga? –sonrió, lamiendo los labios contrarios.
- S-í, vamos –lo alentó entre jadeos.
- ¿Quieres que te la chupe, Kookie? –le encantaba divertirse de esa forma.
- Chúpamela, Jimin –cerró los ojos cuando sintió como el mayor se la había apretado.
Desabrochó el pantalón del castaño con lentitud, provocando sus nervios, y se llevó consigo las dos prendas de un tirón. Jungkook arqueó la espalda por la exposición de su miembro y acarició los negros cabellos del mayor:
- Vamos, joder –gruñó-. Sé que lo estás deseando, chúpamela.
Jimin se carcajeó, adoraba el Jeon impaciente. Apoyó las palmas de las manos en los blanquecinos muslos de su pareja y los acarició disfrutando de su suavidad. Llevó su diestra hasta la gran erección y comenzó a masajearla con maestría, con deseo y lujuria:
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Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}
Fanfiction"Ellos eran los únicos que podían hacerlo..."