Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}

Capítulo Dieciocho

Taehyung se levantó de la cama al oír la extraña conversación. Caminó sigiloso para poder escuchar lo que decían y se quedó en el pasillo:

- ¿Qué? –vio como Jimin arrugó la frente.

- Necesito verte, es urgente, de verdad.

- ¿Cóm...

- Jimin, por favor. No te estoy mintiendo si es eso lo que piensas. Sé que es raro y difícil de creer, pero necesito que nos veamos.

El pelinegro suspiró al masajearse la sien y aceptó. Taehyung frunció el ceño al escuchar como la voz le indicaba una dirección de encuentro y, cuando su novio colgó el teléfono, corrió hasta la cama de nuevo:

- Mi amor –lo llamó su voz dulce al entrar al cuarto-. Tae, tengo un asunto pendiente –sonó inseguro.

No quería dejar solo al rubio bajo ninguna circunstancia, pero aquella conversación lo había dejado confundido. La chica parecía realmente asustada y desesperada:

- Necesito que te quedes aquí unos minutos –murmuró al ver al menor a los ojos.

- ¿A dónde vas? –bajó la mirada.

- Tengo algo que resolver, no te preocupes –se acercó al menudo cuerpo. Le sujetó el mentón y lo besó con cariño-. Volveré antes de que anochezca, ¿vale?

- ¿Lo prometes? –cerró los ojos al sentir las caricias de Jimin en su rostro.

- Claro, mi amor –le besa la frente.

- Está bien –suspiró.

- Volveré enseguida.

Cuando el rubio escuchó la puerta cerrarse, se terminó de vestir con rapidez. No quería salir a la calle, no quería rozarse con alguien, no quería estar sin Jimin, no quería que Jimin lo dejara solo, no quería dejar a Jimin ir solo... Tenía miedo, estaba asustado.

Tras cerrar la puerta, salió corriendo para seguirlo. Intentaba no mirar a nadie, iba alejándose de las personas lo más que podía y, aunque sentía que iba a entrar en pánico en cualquier momento, solo se concentraba en no perderlo de vista.

Cuando Jimin llegó al lugar que le había mencionado Sunhee, recorrió el lugar con la mirada en busca de una señal. Si ella no lo reconocía, había sido una estupidez el ir allí, pero, de repente, un chica bajita se puso de pie y levantó la mano para llamar su atención.

Jimin se percató de sus intenciones y, con dudas aún en su cabeza, se acercó hasta la muchacha:

- ¿Sunhee?

- Sí, siéntate por favor –le indicó con amabilidad, aunque no dejaba a un lado lo tensa que se encontraba.

El joven hizo lo pedido y se sentó en la silla de enfrente. Al parecer, Sunhee había estado esperándolo en aquella mesa.

Ahora que podía verla, notaba el cierto parecido que tenían, aunque no fuera muy notable, y eso solo incrementó su confusión:

- Escucha Jimin, sé que esto puede sonar inventado, pero quiero que me escuches hasta el final.

- ¿Sobre qué vas a hablarme?

- Todo esto tiene que ver con tu pad... Nuestro padre –pronunció temerosa. A pesar de todo, no olvidada que estaba ante una persona sumamente peligrosa. No lo conocía y tampoco sabía la reacción que iba a tener.