Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}

Capítulo Diecisiete

Jungkook apretó la mandíbula y parpadeó con fuerza para evitar que las lágrimas salieran de sus ojos. Le ardían, pero no iba a llorar delante de él:

- Ahora que estamos en casa y no tenemos prisa quiero aclarar algunos puntos de nuestra relación.

- Tú lo sabías –acusó.

- ¿El qué exactamente? –rio divertido-. Yo sé muchas cosas.

- Sabías que ellos estaban ahí y por eso me besaste esta mañana.

- Oh –dijo con despreocupación-. Eso –se encogió de hombros-. Sí, bueno, son cosas que pasan. No está de más dejar claro que ahora me perteneces.

- Gilipollas –dijo con rabia.

- Cariño, no quiero que digas malas palabras –se acercó al chico que estaba sentado en el sillón y lo regañó como si fuera un niño.

- Cierra la boca –espetó.

- ¿Qué te he dicho? –dijo con seriedad.

- Vete a la puta mierda.

Al oír eso, la tosca mano del hombre impactó de lleno contra el rostro del joven. Había dolido, había sido demasiado fuerte:

- Creo que es hora de comentarte las reglas. No quiero ninguna mala palabra saliendo de esa boquita tan bonita que tienes. No saldrás de casa a menos que sea en mi compañía y aquí harás lo que yo te diga. No intentes desobedecer, porque ya sabes lo que pasará, ¿no?

- No pienso ha...

Otro golpe había impactado en el mismo sitio que el anterior:

- Es una orden –se dio la vuelta suspirando-. No me gustan los niños que desobedecen.

El castaño se mordió el labio con su fuero interno en ebullición:

- Por cierto, olvídate de seguir traficando.

Jungkook abrió los ojos impactado. ¿Cómo sabía aquello?

- Sí, cariño, lo sé. Ya te dije antes que sabía muchas cosas.

- ¿Qué más sabes? –lo escudriñó con los ojos.

- ¿Qué quieres saber de lo que yo sepa? –sonrió divertido.

Él lo miró con seriedad, pero la situación le estaba asustando:

- ¿Sabes? Me sorprendió el hecho de que tu ex, Jimin –rio cuando lo nombró-. Fuese tan matón. Es un auténtico peligro y las peleas callejeras nunca han sido lo mío. Es una lástima, con lo mono que es y lo poca cosa que parece, que sea tan malcriado me fastidia. Un joven echado a perder.

- Tú no sabes nada de él, así que cállate.

- ¿Prefieres que hable de la prostituta de Taehyung?–sonrió de lado.

- ¡Cállate! –gritó enfurecido.

El hombre se acercó a él de nuevo y volvió a asestarle un golpe:

- No me grites –lo miró enfadado-. No es mi culpa que sea tan puta y tan asqueroso. Aunque no te niego que es muy bonito, mucho. Una auténtica belleza, pero es otro echado a perder. Además, está loco.

- No es ninguna prostituta y tampoco está loco. Aquí el único loco que hay eres t...

La mejilla le volvió a arder:

- Cómo sigas así, no será lo único que te haga.

A pesar de la amenaza, no creía que pudiese hacerle más daño, porque el dolor físico que pudiese sentir no era nada comparado con el daño que su corazón le recordaba que estaba sufriendo. Dejarlos a ellos, haberlos visto a los ojos mientras decía todas aquellas idioteces, qué él hubiese sido su causante era el peor de los castigos.