Los dos chicos se apresuraron en llegar a casa, como cada vez que lo dejaban solo. Al abrir la puerta, un extraño silencio los aturdió y, aunque Taehyung debía estar dormido, les extrañó. Cerraron la puerta y, a paso veloz, llegaron hasta el dormitorio.
Recorrieron la estancia con la mirada en cuestión de segundos, pero solo encontraron las sábanas tiradas a los lados. La cama muy deshecha como si... El ruido que provino del armario les devolvió a la vida, porque solo significaba una cosa. Se acercaron al mueble y al abrir la puerta, se encontraron con Taehyung hecho bolita, llorando a mares y temblando. Soltaba pequeños quejidos y tenía los ojos cerrados.
Por una parte, agradecieron que no hubiese sido algo peor, como sus cabezas pensaban, pero tampoco les tranquilizaba el encontrarlo ahí:
- Cariño... -susurró Jimin al agacharse a su altura.
- Está aquí... -confesó al reconocer las dos figuras que lo habían descubierto-. Va a venir –dijo con los nervios rozando la explosión.
- ¿Quién, Tae? ¿Quién va a venir?
- No quiero verlo –se abrazó a sí mismo-. No quiero volver, no quiero que me lleve –de la fuerza que ejercía se estaba dejando la piel marcada con las uñas, rojiza.
- Amor, tranquilo, nadie te va a llevar a ningún sitio –dijo asustado por su estado.
- N-o –balbuceó-. No quiero... -negó con la cabeza-. Quiero irme de aquí, quiero irme...
Los ojos aterrorizados de Taehyung se clavaron en los más profundo de sus almas, en lo más hondo de su ser. Y no hubo discusión, ese había sido el detonante, el "sí quiero" de una boda sin enlace:
- Mañana nos vamos de aquí –le sonrió como pudo y le acarició la frente húmeda.
- ¿Nos vamos? –pareció verle un atisbo de esperanza, algo.
- Sí, cariño. Nos vamos los tres, lejos de aquí.
El rubio se lanzó a sus brazos, buscando un lugar seguro en ellos dos, deseando que la noche pasara en un instante, y así le pareció acurrucado entre esos dos seres a los que amaba con locura.
La mañana había llegado con rapidez y, lo primero que debían hacer, era ir a la universidad para trasladar sus expedientes. Iban a borrar cualquier rastro, a cualquier otra universidad, a cualquier otro sitio, pero a otro. Así que, después de conseguir que Taehyung desayunara aunque fuera un poco, la pareja de tres se dirigió, por primera vez en mucho tiempo, a la universidad.
A pesar de aliviarse un poco por el hecho de que se iban a ir, la lentitud de la administración le estaba desquiciando, porque habían demasiadas personas a su alrededor y se asfixiaba, se estaba ahogando. La cola no avanzaba y estar en ese diminuto cubículo, que en realidad no era tan pequeño, lo torturaba. Quería alejarse del mundo, de la gente, y las gotas de sudor ya brillaban en su frente.
Hacía rato que la respiración había abandonado la normalidad de su correcta función y no podía estarse quieto. Se percató de que lo poco que había conseguido controlar su fobia se había perdido en algún rincón. Notaba como perdía la serenidad y temió que en algún momento se le parara el corazón de lo rápido que golpeaba su pecho.
Siempre había odiado esa sensación y en su momento se había alegrado de los pequeños progresos de estabilidad, pero supo que había vuelto a la primera casilla de nuevo, porque le resultaba insoportable su sola existencia.
En el instante en el que su garganta dejó de permitir el paso al oxígeno, su nerviosismo se hizo más notable. Sentía náuseas y cómo sería capaz de vomitar hasta sus órganos del dolor. Miró alrededor y, cuando se cruzó con la puerta, salió corriendo, empujando a la gente. Necesitaba aire, necesitaba espacio para vivir, pero no supo que se había encontrado con la muerte:
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Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}
Fiksi Penggemar"Ellos eran los únicos que podían hacerlo..."