Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}

Capítulo Veintisiete [2/2]

Se acostaron, los tres juntos, muy cerca, como siempre había sido. Los dos jóvenes entrelazaron sus dedos y comenzaron a sentir un fuerte dolor en su pecho, justo en la izquierda, muy al fondo, muy profundo, muy sobrecogedor. La sangre comenzó a discurrir por la comisura de sus labios, pero ellos no habían dejado de sonreír:

- ¿Lo recuerdas? –preguntó Jimin con dificultad.

En cuanto el hombre había desviado la mirada, Taehyung supo que tenía una oportunidad. Se tiró al suelo desde la tabla de madera que tenía por cama y, en un movimiento rápido, lo golpeó con el porta velas que tenía al lado:

- ¡Maldita puta! –bramó el hombre.

No esperó a otro grito para salir corriendo del sótano. Abrió la puerta de un empujón y buscó la salida con desespero. El corazón le iba a mil y el miedo latía en sus venas. Jamás pensó que sería capaz, pero tenía que darse prisa en salir de la casa. Había oído antes las puertas de la entrada cerrarse, así que rogó porque significara que sus padres no estaban allí.

Era extraño que salieran durante las rondas, así que no dudo en acelerar aún más el ritmo al saber que en cualquier momento iban a aparecer de nuevo. No quería otro castigo y, mucho menos, quería volver a su infierno:

- ¡Vuelve aquí, pedazo de mierda! ¡He pagado una millonada para follarte y no me iré sin haberlo hecho! –gritó saliendo al salón.

Taehyung miró hacia el pasillo, temeroso de que lo pudiese alcanzar. No podía retroceder o ese hombre impediría su huida. Miró nervioso hacia todos lados, pero no encontraba la puerta, ¿cómo era su casa?

- ¡Ven aquí! –escuchó más cerca.

Tenía que salir de ahí y vio su salvación en la ventana de la cocina. Corrió hasta allí y, cuando vio al hombre ir hacia él en señal de que lo había encontrado, saltó sin pensarlo. No era un edificio, pero los cristales impactaron contra él y se clavaron en su piel cuando llegó al suelo.

Soltó un agudo quejido y se encogió en sí mismo. Le había dolido horrores y junto a los demás golpes y abusos que había sufrido, no estaba en la mejor condición. Tampoco nutritiva. Estaba muy débil y apenas se sostenía en pie, no obstante, cuando lo vio pasando ambos pies para salir a dar con él a la calle, se levantó lo más rápido que pudo y comenzó a correr.

Estaba descalzo y medio desnudo, por lo que el frío y la humedad de la noche hacían mella en su adolorido cuerpo. Supuso que había estado lloviendo, así que le restó importancia:

- ¡Correr no te servirá de nada!

Miró hacia atrás y vio como el hombre se montaba en su camioneta. Taehyung se asustó y sus ojos volvieron a llorar de forma amarga. Lo iba a alcanzar y encima seguro que le pegaba otra paliza por salir corriendo y semejante numerito. No quería volver, pero tampoco podía seguir más... Había perdido todas sus capacidades después de años de encierro...

Las piernas del chico cedieron ante el esfuerzo y calló en el duro asfalto. Intentó levantarse, pero el cuerpo no le respondía y las lágrimas no lo dejaban ver nada:

- Zorra asquerosa –escupió sin piedad mientras se bajaba del vehículo estacionado cerca de él.

Lo sujetó de lo poco de camiseta que le quedaba, pues estaba rota, y lo colocó boca arriba: