Capítulo 24: A tú lado.

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Desperté, parpadeando lentamente para poder aclarar mi vista. Al principio solo vi sombras a mí alrededor, pero pronto todo comenzó a tomar formas familiares y conocidas para mí.

Mi cuerpo siempre funcionaba antes que mi mente, acostumbrada por años a que la entrenadora me despertara en la madrugada para solo darme cinco minutos para bajar a entrenar. Adormilada gire sobre mi costado para poder incorporarme y caminar hasta el cuarto de baño.

Fue entonces cuando vi a Axel durmiendo tranquilamente a escasos centímetros a mi derecha.

Hubo un pequeño momento de confusión en mi mente en que solo pude mirarlo con el ceño fruncido sin comprender nada en absoluto. Luego, la razón por la que estaba aquí se abrió paso entre mis recuerdos.

Sentí un repentino sabor amargo en mi boca, y debilidad en la boca de mi estómago. Si hubiera estado de pie probablemente habría tropezado. Me deje caer en la cama. Los recuerdos de lo que había ocurrido la noche anterior me asaltaron de golpe, cada uno peor que el anterior. La vergüenza por cómo me había comportado la noche anterior comenzó a ahogarme, y sin poder soportarlo más, me incorpore de golpe en la cama.

Pero en el momento que lo hice, mis manos quedaron directamente en mi campo de visión.

Emití un sonido ahogado.

Las uñas que me esmeraba por mantener cuidadas ahora estaban astilladas, y a pesar de los esfuerzos de Axel la noche anterior, aún habían pequeños rastros de sangre en mis dedos.

Las imágenes difusas de la pesadilla se colaron en mi mente para volver a enviarme un escalofrió a través de mi columna. Tan vividas como si hubieran ocurrido hace solo un par de minutos atrás, estas lograron volver a estremecerme.

Apreté los dientes, obligándome a no dejar que el miedo de la noche anterior volviera a atacarme y dejarme indefensa.

Cerré mis manos para ocultar de mi vista el desastre de mis uñas determinada a ser fuerte.

Solo es una pesadilla. No es real. No seas tonta.

-Tessa... ¿Estas despierta?-la voz de Axel me llego tan baja como un susurro.

Me quede quieta, y borre cada rastro de mi expresión que pudiera delatar cualquiera de mis pensamientos.

Axel se incorporó, y paso una mano por sus ojos parpadeando para poder despertar y poder verme con más claridad.

- ¿Hace cuánto estas despierta? Tuviste que haberme avisado...

-No.-respondí cortante.-Estoy bien, no es necesario que te preocupes. Vuelve a dormir.

Axel arqueo una ceja; ahora no había ningún rastro de sueño en su rostro.

-¿Volvemos a eso? ¿De verdad?

-¿De qué hablas?

-Tu típico discurso de ser auto suficiente por ti misma, Tess. Pensé que eso ya había quedado atrás.

-No es ser auto suficiente.-dude un momento antes de continuar.-Bueno, en realidad si es ser auto suficiente, pero ¿No es que todas las personas deben serlo? Si mal no recuerdo, en historia vimos un discurso...

-No cambies el tema.

Axel alargo su mano para tomar la mía. Sin saber porque, se lo permití sin resistirme. Él le dio la vuelta, dejando a la vista el desastre de mis uñas. Hice una mueca imperceptible, pero Axel tuvo que haberla visto porque simplemente cubrió mi mano con la suya como si ni siquiera hubiera visto las heridas.

El torneo (Inazuma Eleven-Axel Blaze)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora