El torneo (Inazuma Eleven-Axel Blaze)

Capítulo 13: En medio de sueños y pesadillas.

-Todos nos están mirando.-me lamente.

Habíamos llegado hace treinta minutos, pero me habían parecido horas. El lugar del baile era en un viejo palacio que hace algún tiempo había pertenecido a la corona inglesa, pero que hace más de cincuenta años había sido vendido a un viejo ricachón, y ahora, estaba arrendado por la AIF para poder realizar el baile.

El palacio estaba a las fueras de Londres, y tuvimos que viajar al menos dos horas en un bus de la AIF. Audrey casi le había dado un ataque al ver el bus de vidrios oscurecidos, porque según ella, todos merecíamos limosinas de último modelo. Alego por casi diez minutos enteros, amenazo, chantajeo y luego combino ambas mientras le gritaba al conductor. Finalmente, después de recibir una llamada, nos dejó ir.

Obviamente, el palacio era tan grande e imponente como se suponía que fuera. El salón de baile media al menos tres estadios de futbol enteros. Las paredes eran de color blanco y dorado, y una pared estaba repleta de balcones con vista hacia los jardines, todos separados con cortinas de terciopelo rojo. El techo estaba al menos treinta metros por sobre nuestras cabezas, y habían más de treinta inmensas arañas de cristal que iluminaban todo el salón, y como si eso no fuera suficiente, habían velas repartidas por todo el salón.

Había mesas junto a las paredes dispuestas con miles de bocadillos diferentes para poder recoger y degustar. Una orquesta tocaba una hermosa sinfonía en una esquina del salón, bañando todos los oídos con una melodía tan dulce y suave como la miel.

Y por supuesto, habían docenas de personas en el salón. En su mayoría eran jugadores de la AIF, pero había personas que no, y que también iban vestidas con pomposos vestidos, o elegantes trajes. Casi todos eran adolescentes, pero los entrenadores también estaban en medio, y los guardias vigilaban con gesto hosco desde las puertas. Al llegar, vi a Jess y Alec en la entrada, pero habían desaparecido cuando entre en el baile. Edgard, Dawson, Keith, Tony y Scarlette, junto a los demás aún no llegaban. Cada vez que las puertas se abrían, mi corazón se detenía un segundo, y luego una gran decepción me invadía al ver que no eran ellos.

-Te están mirando a ti, en realidad.-señalo Axel.-Si no te has dado cuenta, la mayoría de aquí son hombres, y están buscando la oportunidad en que estés sola para invitarte a bailar.

Un par de chicas de Audrey se habían encargado de maquillarme y peinarme para el baile. Habían recogido mi cabello marrón detrás de mi cabeza, dejando que cayera en numerosos bucles a mi espalda. Me habían puesto flores rojas junto con horquillas de oro en mi cabello, y en el cuello me habían dejado un collar de rubíes. Me convirtieron en una versión mejorada de mi misma.

Audrey había quedado encantada con el resultado, pero yo no.

Parecía mayor con el maquillaje, y el labial era demasiado rojo para mi gusto.

-Puede que te miren a ti.-señale con soltura.-Recuerda que hay muchos chicos que prefieren a chicos.

Axel estaba devorando un sándwich de la mesa de bocadillos, y se atraganto al escucharme. Sonreí.

-Yo no juego en ese equipo.-declaro, luego de recuperarse.

-Lastima.-comente.-Creo que le romperás el corazón a muchos esta noche.

Axel lucia sus ropas de ayer. Llevaba una camisa de satén blanco con adornos dorados, y rodeando el cuello llevaba un lazo de color blanco hueso. Usaba el chaleco de color negro abierto sobre la camisa. Pantalones de lana negra, y botines del mismo color. Su cabello rubio pálido estaba sujeto en una coleta detrás de su cabeza, un cambio demasiado drástico para su habitual estilo de puntas.

-Puedo vivir con ello.-replico Axel.-A todo esto, ¿Cuánto se demorarían las chicas en ir a al baño?

Me encogí de hombros. Al principio, Celia había querido ir al baño, y como a ninguna chica le gustaba ir sola al baño, Silvia, y Cammy se ofrecieron a acompañarla. Minutos después, Nathan dijo que se le había perdido el celular, y casi todo el equipo fue ayudarlo a buscarlo en la escalera, en la entrada, y en el jardín. ¿Por qué estaría en el jardín si Nathan jamás había estado ahí? Ni idea, sinceramente, pero igual fueron. Al ver que todos salían, también quise ir con ellos, pero Nelly me lo impidió.