Una llamada a mitad de la noche jamás presagiaba nada bueno, Catarina Whitelaw lo sabía, pero la imprecisión de detalles por parte de Samwell Partinus la inquietaba más de lo normal.
Cualquier otro le habría dado los detalles que ella había exigido, pero Samwell nunca se había asustado fácilmente.
Catarina se apresuró a despertar a Ashton. En una situación normal le hubiera hablado suavemente y le hubiera removido con cuidado hasta que el abriera sus ojos.
Pero esto era una urgencia, así que Cath tomo la almohada más cercana y golpeo a su amado esposo hasta que despertó asustado. Le explico brevemente que ocurría, y sin esperar respuesta, ella se levantó de un salto de la cama para comenzar a vestirse.
Hace veinte años habría podido moverse a la velocidad de un rayo, pero ahora la limitaban pequeños dolores que antes no habían existido. Sentía continuos pinchazos en la espalda baja y dolores en las articulaciones de las rodillas que la obligaban a detenerse.
Casi un año sin moverse había gastado las ultimas gotas de juventud que le quedaban, y Cath no sabía cómo sentirse respecto a ello.
Ella y Ashton se arreglaron tan rápido como podían, aunque como siempre su esposo termino antes y tuvo el tiempo suficiente para pedir más detalles a la central de la AIF, aunque todos se rehusaban a dárselos. Cuando Cath percibió que estaba a punto de lanzar el celular por la ventana, se apresuró en abrochar sus botas y pasarse el abrigo por los brazos para salir pronto.
Antes de marcharse, ambos abrieron las puertas de las habitaciones de sus hijos para asegurarse que estaban bien, despidiéndose en silencio como acostumbraban. Se aseguraron de escribir una nota para ellos cuando despertaran, y salieron del departamento en completo silencio.
Cath reviso las coordenadas en el GPS del automóvil, y se obligó a permanecer en silencio en el asiento de copiloto. Ashton estaba nervioso, y a diferencia de ella, él siempre lo expresaba en agresividad, mascullando insultos por lo bajo. Ella por otro lado había aprendido a dominar el arte de la paciencia con esfuerzo, sino hubiera sido así, ambos ya se habrían lanzado sobre el cuello del otro al año de casados.
Uno tras otro, los edificios fueron pasando tras la ventanilla del automóvil y Cath los siguió con la mirada.
Débiles haces de luz comenzaron a romper la oscuridad de la noche cuando Ashton tomo la carretera que llevaba a las afueras de Londres. Un sector rodeado de patrullas de policías les señalo que ya habían llegado.
Catarina inspiro hondo. Intercambio una breve mirada con su Ashton, dejando que la fuerza de él le ayudara ahora. Había cosas que habían cambiado después del accidente, y una de esas era la inseguridad que había hecho su camino a través de su mente.
Eternas dudas la atormentaban cuando menos la esperaba. ¿Cuánto tiempo más podría seguir en esto? ¿Cuánto más estaban dispuestos a arriesgar por este trabajo?
Casi habían muerto todos ellos, ¿De verdad valía la pena el riesgo?
Ashton puso su mano sobre la de ella, cubriéndola por completo.
-Puedes volver si eso quieres.
Eso callo todas las dudas. No importaba cuantos años pasaran, irremediablemente sentía la necesidad de contradecir a Ashton cada vez que intentaba protegerla.
- ¿Volver a esperar tu llegada, esposo? -replico ella, sonriendo y abriendo la puerta de copiloto. -Mueve tus huesos viejos, y terminemos esto de una vez.
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El torneo (Inazuma Eleven-Axel Blaze)
FanficLa vida de Tessa Whitelaw está en crisis, luego de perder a sus padres en un accidente de tráfico, y de despertar de un coma de cinco meses, Tessa decide volver a jugar futbol y continuar siendo la capitana de los caballeros de la reina, pero el Tor...