Black golpeó el estómago de ______, haciéndola escupir sangre combinada con saliva y sintiendo un intenso dolor en la zona abdominal, lo que la hizo gruñir antes de darle un puñetazo en la cara que lo mandó lejos de ella.
Jadeó mientras trataba de levantarse. La falta de actividad física era notable, no era tan rápida como solía ser, pero aún así, su habilidad de ataque y talento para pelear eran los mismos.
—No sé qué haces aquí, pero te mataré —sentenció mientras respiraba con dificultad.
Black ya estaba nuevamente de pie y comenzó a reír de forma burlesca, para luego lanzarse a atacar nuevamente. No parecía el mismo. Su forma de pelear era diferente a la vez pasada, usando el dios Super Saiyajin Rose, pero no estaba a la altura de quien era en el futuro.
Mientras _____ peleaba arduamente, en el balcón había guerreros que miraban impresionados la pelea. Algunos llegaron apenas sintieron el terrorífico Ki de Black, que estaba acompañado de la demoníaca aura del Mago. Estaban impresionados con la situación.
En primer lugar, estaban impresionados al ver a Black en su mundo ¡y vivo! Pero también al ver a _____ peleando con tanta agilidad, algo que no se veía hacía bastante tiempo.
La batalla iba pareja hasta el momento en que Black aprovechó su guardia baja y le enterró la espada de Ki en el abdomen. Inmediatamente, su blanca camisa quedó completamente manchada de sangre. Abrió sus ojos de par en par y observó la herida con sorpresa.
—¡Ah~! —apenas pudo quejarse del dolor que sentía; no se sentía en sus cabales.
—¡Qué desgraciado! —el Ki de Vegeta incrementó rápidamente.
El peli-rosado retiró su espada rápidamente y _____ soltó un gruñido al ver que más sangre salía de la herida.
—¡Bastardo! —gritó _____ a la vez que escupía sangre. —Me las pagarás. —Puso su mano en su abdomen. Trataba de curarse, pero se le hacía imposible; apenas tenía fuerza para seguir en el aire o siquiera para abrir sus ojos. Entonces sucedió.
Su cabello volvió a ser un hermoso lila. Este se veía muy bien cuidado, brillante y largo, más o menos le llegaba por debajo de los muslos. Tantos años desde que no volvía a su estado base daban a entender por qué el largo de su cabellera estaba tan desatendido.
—¡Ah~! ¡_____! —gritó Mirai_____, asustada. Ella sabía lo que significaba esta des transformación.
Sin embargo, la hija de Vegeta no se rindió, al contrario, se lanzó a atacar nuevamente, con la herida abierta, su Ki por los suelos, llena de sangre y sin ser capaz siquiera de poder curarse.
Sin razón aparente estaba furiosa, estaba cabreada.
Tal vez porque Bulma estaba herida y se sentía culpable de eso.
Tal vez porque su día fue horrible.
Tal vez por ver a Black vivo, teniendo en cuenta que lo mataron hace muchos años y es un capítulo complicado de su vida que recuerda con amargura.
O tal vez con esa pelea se estaba desquitando de todo lo que le pasó en el último tiempo, y su odio se estaba liberando.
Había perdido la poca cordura que le quedaba y no se podía controlar. Simplemente se dejó llevar por la ira, sintiendo cómo recuperaba algo de fuerza.
Golpeó al ser divino mandándolo al suelo, pero no fue suficiente. Así que lo golpeó contra el suelo una y otra vez, sin piedad, sin importarle los temblores que esto provocaba en la tierra.
Puñetazo por la derecha.
Puñetazo por la izquierda.
En la cara.
En el abdomen.
Arriba.
Abajo.
Rabia, ira y arrepentimiento. Se estaba descargando con alguien que no tenía nada que ver, pero que era un buen objetivo para golpear. Lo disfrutaba. Era divertido y gracioso.
Hasta que volvió en sí misma y se detuvo. Se alejó de su oponente y se puso en posición de batalla nuevamente.