A la mañana siguiente, el ambiente se sentía extraño. Para Trunks al menos sí lo era.
Sus muñecas le dolían, tuvo que ponerse guantes y una chaleca con la excusa de «hace frío»
Aunque no era del todo una mentira, era un crudo invierno en Japón así que su madre lo felicitó por su precaución a un resfriado. Aún así se sentía incómodo por lo que desayunó rápidamente para luego irse a la empresa. Estaba haciendo su práctica y tenía que ir antes que Bulma a la oficina por lo que se perdió la declaración que hizo su padre unos minutos después.
"Voy a ir con Wiss, prepara un banquete y llámalo, Bulma.". —Declaró el príncipe.
Su esposa confundida, quería preguntar pero al verlo tan serio solamente asintió y se retiró para comenzar a llamar con los preparativos del banquete, quedando así solamente tres en la mesa. Sus dos hijas y él.
Ellas inmediatamente le preguntaron que era lo que pasaba, éste respondió; "No les incumbe." y se retiró después de haber comido. Por dentro estaba emocionado. Vería a_____ nuevamente pero sus planes se fueron a la basura cuando Wiss llegó solo a su casa.
—¿Y ____?.— se había preparado para recibirlos a ambos.
— La dejé trabajando.— respondió el ángel con simpleza, mientras pasaba de él y se dirigía hacia donde estaba la comida.
—¿También la haces hacer el aseo?.— lo siguió de cerca.
—No. — apareció en el balcón.— La dejé trabajando en su control mental.— guardó el báculo y comenzó a mirar las delicias en la mesa.
—Ah.. Ya veo.— fue lo único que respondió.
—¿Quieres ir a entrenar conmigo nuevamente?.— se sentó en una de las sillas.
—así es, por eso preparé todo esto.
Wiss sonríe y asiente. —Bien. Te llevaré. Hay muchas cosas que necesito que respondas, Vegeta.
Él comenzó a comer, por lo que Vegeta solo suspiró, se lo esperaba y también se lo merecía. Se adentró a la casa y fue a cambiarse ropa. Su armadura gris esperaba por él. Preparó las cápsulas necesarias y se retiró al balcón.
Cuando Wiss terminó de comer, Bura se despidió tristemente de su padre y éste se fue sin voltear a ver ni a su esposa ni a su hija mayor. Se encontraba raramente nervioso. Tenía un nudo en el estómago y sus manos temblaban en la espalda de Wiss.
—Calma. —dice el ángel, luego de un viaje en absoluto silencio. —La verás en 16 minuto con 35 segundos.