► ¡Penúltimo Capítulo!
Jadeé molesta y toqué la herida que tenía en el brazo, estaba sangrando. Me levanté con torpeza y lentitud. Hice presión en mi brazo para que este no doliera tanto. Alcé mi mirada hacia Papá quien estaba unos metros de mí, con la diferencia de que él estaba en perfectas condiciones. Inmediatamente le doy una mirada de súplica junto con una de «Tengo un plan»
Él asiente para luego comenzar a transformarse en dios super saiyajin
¿Desde cuándo Papá tiene esa transformación?
Él se cruzó de brazos y miró al demonio que estaba delante de mí con asco y repulsión mientras que una mueca adornaba su serio rostro.
Towa poca atención le prestó, sólo lo miró de reojo para luego mirarme a mi.
¿¡Qué!?¿¡Ni siquiera le interesó la transformación de mi Papá!?
Escuché como Papá gruñó y se lanzó a atacar, mientras que yo me curaba las heridas. Me escondí detrás de unos escombros de lo que antes se llamaba ciudad.
A los segundos estaba como nueva. Salí de mi escondite y busqué a Papá con la mirada. Él peleaba arduamente con Towa, por lo que sonreí.
Incrementé mi Ki y fui a ayudarlo, tampoco iba dejar que lo hiciera solo. Apenas llegué ella desapareció haciendo que yo y Papá nos golpeáramos el uno con el otro en la cara. Solté un gruñido.―¡Papá!¡Ten cuidado!
―¡Tú ten más cuidado!
―¡Si desaparece tienes que detenerte!
―¿¡Y por qué no lo hiciste tú!?
― ¡creí que tú te detendrás!.―dije a la defensiva mientras me tocaba la frente.
Papá iba a hablar de nuevo pero unas cuerdas muy delgadas de color amarillo cubrieron su cuerpo y luego lo tiraron hacia atrás haciendo que cayera al piso entremedio de unas rocas. Iba a ir a ayudarlo pero siento como algo me atraviesa el estómago.
Bajé la mirada y pude ver ¿¡mi espada!?
« ¿¡qué!? ¡Esa espada está en el sexto universo!¡Vados la tiene!¡Le pedí que la llevara con un herrero especialista».― fue todo lo que pensé mientras observaba como me desangraba.
Escuché la molesta risa de Towa detrás de mí. Ella sostenía la espada aún dentro de mí y tapa mi boca.―¿qué pasa?¿sorprendida? Vaya, no creí que lograra hacerlo.
Retiró el arma con rapidez de mi torso, haciendo que doliera como nunca y saliera aún más sangre. Comencé a jadear del dolor, y me giré a mirarla. Ella sonreía y de un solo apretón destruyó mi espada, los pedazos plomizos de esa junto con su mango cayeron de lleno al piso.
⋯ • ⋯
―Zen Oh-Sama.―Llama el ángel mayor apareciendo en la sala de juegos. ―Algo malo está pasando en el séptimo universo.
―¿qué pasa?.―ellos dejaron sus cartas de lado para verlo.
―se trata de _____-San, Señor.
⋯ • ⋯
―¡Vegeta~!
― ¡Papá~!.―amabas peli-azul corrieron a donde estaba el príncipe, completamente herido.
El dios destructor se levantó de su asiento junto con su asistente, ambos observaban asombrados la escena, al igual que el resto de los presentes.
―¿Vegeta?¿qué diablos..?.― susurró el Saiyajin de pelo parados, impresionado y con confusión.― ¿con quién peleaste? ¡No podíamos sentir tu Ki!
Vegeta yacía en el piso jadeando y sangrando, tenía una herida profunda en el brazo.― _______...― susurra, haciendo que los presentes se tensaran.― ¡esa tipa la poseyó y luego me atacó!
―¿¡qué!?¿¡de que hablas Vegeta!?.― Bulma se mostraba desesperada, pero Vegeta no respondió, no sabía como responder.
―¿¡dónde está ______!?.―preguntó Trunks igual o más desesperado que su madre.
—esa mujer... Towa... se la llevó.― fue todo lo que pudo responder.