Me sentía un poco frustrada pensando en que, por alguna razón, ese sujeto estuvo ocultando todo su poder desde el principio. Cuando nosotros peleábamos con él, nunca lo hacía en serio.
Entonces, ¿por qué cuando ______ pelea, sí lo hace con más fuerza?
Permanecí quieta mirando la batalla. Ya me encontraba mejor gracias a las semillas del ermitaño. Esta pelea era increíble; ambos contaban con gran velocidad y fuerza, se sentía como si estuvieran a la par en poder.
—______... —susurré. —Más te vale ganar esta vez.
La batalla pasó de desarrollarse en el cielo a la Tierra, cuando el sujeto de pelos rojos cayó entre unos escombros, y _______ cayó sobre él. A simple vista no se podía ver nada; solo se observaba cómo la tierra se levantaba de su lugar, y el piso se removía en pequeños pero intensos temblores.
Al cabo de unos segundos, ambos aparecieron frente a frente, tomando distancia y elevándose lentamente. No dejaban de mirar al otro.
Por lo que alcanzaba a ver desde mi posición, el tipo estaba sudado y evidentemente muy herido, mientras que mi hermana estaba impecable, casi sin rasguños y mantenía una sonrisa de lado. "Seguro que su confianza volvió. ¡Qué alegría!" —pensé.
—¡Vamos! ¿Qué pasa? —gritó con confianza. —¿Acaso no me atacarás, Demigra? —recalcó eso último. — ¿No es así como te llamas, eh?
—¡Eres una...! —gritó furioso, pero fue interrumpido por la risa de _______ que luego se cruzó de brazos y jugueteó con su cola, en señal de confianza.
Demigra gruñó, pero no respondió nada, solo comenzó a descender hasta llegar al piso. Estando ahí, comenzó a incrementar su Ki de forma muy abrupta, haciendo que el piso temblara demasiado fuerte. Inmediatamente comenzó a cubrirlo una cortina de tierra que lo envolvió y desapareció de nuestra vista. Luego de unos segundos "escondido" apareció.
Su Ki era demasiado alto. Era tan poderoso que me llegaba a doler la cabeza debido a la presión que emanaba de su sola presencia.
Él rió malevolamente, su voz se escuchaba más grave que antes. —¡Nadie que haya visto esta transformación ha seguido con vida! ¡Espero que estés realmente preparada para eso!
______ tenía los ojos un poco más abiertos, parecía estar sorprendida, pero luego ladeó la cabeza confundida y frunció el ceño.
—¿Los Shin-Jin pueden transformarse? Qué extraño, no creí que fuera posible. —Pregunta _______ con una ceja alzada.
Demigra la ignoró completamente y solo gruñó, para luego desaparecer de mi vista; _______ también lo hizo, aún se le veía confundida. Nuevamente en el cielo se escuchaban los estruendos de la batalla, pero esta vez eran más rápidos y, claramente, más fuertes.
—¡Es increíble! ¡Sus poderes aumentaron increíblemente! —Estaba tan impresionada que eso salió sin que yo lo pensara mucho.
—¿Cómo puedes saberlo? —Preguntó Papá inmediatamente. — Desde que comenzó la batalla no podemos sentir ningún Ki. —Estaba con el ceño más fruncido de lo normal.
—¿Qué? —Me sorprendí. ¿Acaso eso es verdad? ¿No pueden sentir el Ki de ninguno?
—¿Ocurre algo, hermana?
Me gané la mirada de los dos y luego negué rápidamente con la cabeza. —Nada. —Susurré y volví mi mirada al frente. Había algo que no me encajaba. ¿Por qué era la única que podía sentir el Ki de ellos?
—¿Aún no acaba la batalla? — se escuchó desde atrás nuestro. Miré de reojo y vi a Bills, a Wiss junto a Mamá. Ellos estaban mirando el lugar de la batalla.
Cuando volví a mirar al frente, ambos bajaron al piso, tomando distancia frente a frente. Demigra volvió a su estado normal y luego sonrió malévolamente.