CAPÍTULO 54

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-No creo que Paola nos esperé aún - me dijo después de unos segundos.

-¿Porque lo dices? - alce una ceja.

-Está muy ocupada con su ahora esposo, mira al costado.

Lo hice y mi hermana estaba con Carlos al final de la sala de abordaje, estaban abrazados y ella sonreía por algo que él le decía, no nos habían visto porque estábamos al otro lado - Jamás pensé que mi hermana se casaría, es que aún no me lo creo, sólo espero que esta no sea otra locura de ella.

-Nos ganó la señorita inoportuna y a propósito se me está ocurriendo algo.

-¿Interrumpir su momento romántico?

- Lo que no sabes es como lo voy a hacer. - mi novio solía ser muy bromista.

-No pienso participar en eso - le sonreí al mismo tiempo que le daba un beso en la mejilla - iré a los sanitarios.

Rodee a mi novio y me encamine hacia los finales del pasillo, me crucé por el centro de las personas a paso lento, llevaba mis manos envueltas en el abrigo porque el día estaba frío y bueno ¿cuándo no en Quito? Pero amaba este clima.

Entre al sanitario y estaba vacío, cerré la puerta principal y me impregno el aroma a fresas del lugar, estaba muy limpio, camine hacia el espejo grande y observé mi reflejo, iba maquillada de manera natural, con el cabello suelto y un vestido en tacones bajos, busque una cinta en mi pequeña cartera y la ajuste en mi cabello, entonces el sonido de la puerta abriéndose me hizo mirar a un costado y sorprenderme con la persona que estaba frente a mí.

-Sabes que este es el baño de mujeres.

-Sí, el baño donde está mi mujer - cerró la puerta.

-El guardia te sacará en cualquier instante. - sonreí.

-No lo hará porque ya hable con él, de hecho está cuidando que nadie nos interrumpa. - se paró delante de mí.

-¿Y Paola? - lo tomé por los hombros.

-Con su novio arreglando un pequeño asunto en la administración del aeropuerto.

-¿Qué hiciste? - reí con él.

-Quizás haya llamado para decir que ella traía una mascota en su maleta - posó sus manos en mi cintura - y ahora le estén preguntando por eso en la oficina.

-¿Sabes que mi teléfono sonará en cualquier momento?

-No lo hará porque yo lo tengo y lo apague.

-¿En qué momento lo tomaste?

-Tengo mis trucos. - me dio vuelta y me apoyo sobre la pared que estaba fría a lo que emití un pequeño sobresalto.

Nuestras miradas se mantuvieron fijas en el otro, como en las ocasiones donde no quieres perder ni un sólo detalle de la persona que amas, su mirada era de deseo con una sonrisa traviesa, así que en un impulso de mi ser busque sus labios en un beso pasional, lo mordí ligeramente y él me presionó más contra su torso, los besos se hicieron más vivaces, su lengua y la mía era un sólo oasis de excitación, me sentía en el paraíso con él.

Me liberó de mi ropa interior minutos después y sentí sus dedos en mi parte sensible, por lo que arquee mi cuerpo instantáneamente, mis piernas se abrieron a su alrededor y él empezó a jugar conmigo mientras mis uñas se marcaban en su piel, hacia círculos dentro de mi muy bien elaborados, acariciaba mis senos con su mano libre y besaba mis labios, estaba a punto de llegar al orgasmo, mis manos jugaron con su miembro también que ahora estaba totalmente erecto, el cerro sus ojos pero no se apartó de mí, entonces sentí como esa montaña rusa de emociones llegaba a su punto máximo, profundice el beso donde estábamos y el profundizó sus movimientos, quería que tuviera un orgasmo de esa manera alborotada y me encantó, a los pocos segundos tuve que presionarme sobre su cuerpo para retener la sensación de placer que quería salir de mis labios ya que estaba viviendo un excitante momento.

SIEMPRE LOS DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora