CAPÍTULO 55

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*** FERNANDO MONTERO ***

*** Marzo 2017 ***

-¿Cómo te sientes?

-Como todos los novios - termine de anudar la corbata - muy nervioso porque en menos de una hora Scarlet se convertirá en mi esposa ante los ojos de Dios.

-¿Sabes lo que todo eso implica? - mi hermano sostenía mi saco negro.

-Por supuesto y sé que Scarlet es la mujer perfecta para mí, por ella soy la persona que ves ahora.

Mi hermano me extendió el saco y me ayudó a ponérmelo, esa era la primera vez que estábamos juntos después de cuatro largos años - No puedes ni debes faltarle el respeto nuevamente, no creo que la próxima vez corras con la misma suerte.

-¿A qué te refieres?

-A que ya la traicionaste una vez, nada impide que lo hagas de nuevo y como veo a Scarlet sé que ella no te lo perdonaría, tú fama de mujeriego ahora si debe quedar enterrada por siempre.

-Eso ya está olvidado, aprendí mi lección - lo mire a los ojos - la amó.

-El amor no es siempre suficiente también se debe tener voluntad, quiero tú felicidad, hermano.

-Gracias y prometo que cuidaré de ella, se lo prometí a su familia y se lo prometí a ella, es mi esposa por lo civil ahora lo será por lo eclesiástico, sé que ese es un paso muy importante y voy a estar a la altura.

-Mi padre estaría muy orgulloso de ti en este momento - nos abrazamos - vamos a esperar a mi cuñada a la iglesia.

Tomé el teléfono que reposaba en la mesa continúa el espejo y lo guarde en el bolsillo interior de mi saco, dejé todo cerrado y salí de la habitación del hotel, en la parte baja estaba César esperándome para llevarme a la Iglesia, Espinel también estaba con él aunque en esa ocasión él era un invitado más, mi amigo de casi media vida tenía que compartir ese momento especial.

-¿Cuándo regresas a México?

-Después de la luna de miel, tanto Scarlet como yo tenemos mucho trabajo por delante.

-¿Finalmente rechazó la oferta de Univisión?

-Sí, ella es una mujer entregada por completo, aunque Ciurana le ofreció un excelente contrato ella sentía que su lugar ahora estaba en Televisa aunque debo decirte que él no salió perdiendo después de todo.

-En cualquier lugar donde tú esposa esté le va a ir bien, tiene el talento...

Aunque mi hermano seguía hablando yo no podía concentrarme del todo, hace dos horas atrás había sido el matrimonio civil, mi esposa estaba radiante, un vestido blanco pegado al cuerpo había sido el atuendo perfecto para resaltar su belleza, su cabello había quedado completamente recogido y sus labios rojos llamaban toda mi atención, ella estaba feliz, feliz de ese día, feliz de compartir con toda su familia y yo me sentía feliz de ser parte de esa felicidad.

No sabía en qué momento mi vida había cambiado tanto, pero estaba eternamente agradecido porque ella era el motor de mi vida, era de esos amores que sólo pasan una vez en la vida pero que sabes que será para siempre, era una mujer completa, bella por fuera y por dentro, pero aun así esa palabra le quedaba muy corta porque ella no era como el resto de mujeres que había conocido, era frágil y fuerte al mismo tiempo y esa misma fuerza se reflejaba en sus ojos, aquellos ojos que demandaban atención y es que mirarla... Mirarla era como despertar.

Llegué a la iglesia en el tiempo estimado, estaba lleno de periodistas que esperaban la entrevista que habíamos prometido darles antes del matrimonio, Scarlet había insistido en eso y yo estaba de acuerdo, ella era muy querida en su país y no veía justo no conceder esa petición, enseguida sentí los lentes de las cámaras sobre mí, camine por un costado saludando a los conocidos, mis amigos estaban invitados aunque aún no los veía, eran tantas las personas que tenía que sonreír a todos para que nadie se sintiera mal.

SIEMPRE LOS DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora