SIEMPRE LOS DOS

CAPÍTULO 23

*** PALOMA ALMEIDA ***

-¡Este es el mejor día de toda mi vida! – grite sin importarme que estuviera en el salón de clases.

-¿Se puede saber el porqué, señorita? – el profesor me miro impaciente con su mano en el escritorio – y espero sea una buena noticia para que haya interrumpido mi clase de esa manera.

-Lo... Lo siento – guarde mi teléfono debajo de mis manos – lo que pasa es que mis padres llegan hoy. – le sonreí.

-No creo que sea un motivo suficiente para gritarlo en medio del salón – camino hacia el centro – tenga la bondad de retirarse y esto va para todos quienes tengan la osadía de la señorita Almeida de soltar gritos en una exposición.

Los murmullos de mis compañeros no se hicieron esperar y tome mis cosas para abandonar el aula, no me sentía tan mal porque esa clase era aburrida, más tarde le prestaría el apunte a uno de mis compañeros, ahora lo importante era encontrar a Sam que de seguro estaría en el patio de comidas, tenía que decirle esta noticia.

Camine a toda prisa por el campo hasta que la vi a los lejos, agite mi mano para atraer su atención y cuando lo hice ella entendió mi mensaje de señas, a los pocos segundos ambas estábamos al borde de las escaleras - ¡Mensaje directo en Twitter de Scarlet Medina!

-¡No te creo! – por casi se le cae la botella de agua que traía en sus manos.

-La prueba – le extendí mi teléfono móvil - ¿recuerdas el mensaje que le envié semanas atrás cuando ella aún estaba en Puerto Rico? Esta es su respuesta.

-Eres un genio, Paloma – reanudamos la marcha – pero a todo esto ¿porque no estás en clases?

-Gracias a que no pude contener la emoción el profesor me saco – rodé los ojos – esto es más importante – reí – no todos los días tú más grande actriz te manda un mensaje.

-Tómalo como tu recompensa por no ir a México con tus papás.

-Ni me lo recuerdes – me senté en uno de los barandales del campus – pero aún no me convence toda historia que se dijo a la prensa, para mí que hay algo que se está ocultando.

-El concierto de Fernando agrado a todos, ellos y Amelia siguen muy juntos, quizás si hubo engañó aunque nos cueste reconocerlo.

-Tal vez – volví la vista a mi teléfono – le haré un capture a mi teléfono, esto es lo mejor de mi vida.

*** FERNANDO MONTERO ***

-¿Donatto está en su oficina?

-Sí, acaba de llegar.

-Gracias. – cruce el pasillo que separaba la oficina del lobby y lo vi a través de las paredes de cristal atendiendo una llamada a través del teléfono fijo, entre y el volteo la mirada hacia la puerta para después hacer un gesto de espera.

Me senté al frente de él y lleve mi pierna derecha hasta mi rodilla izquierda, quizás lo que venía a decirle no le iba a gustar, pero ya estaba decidido, antes de todo esto que me rodeaba estaba Scarlet y nuestra felicidad, se lo debía a ella, a nuestro hijo, a nuestra relación y a nuestros sueños.

-Un contrato para Amelia – me miro mientras dejaba el teléfono reposar en su lugar - ¿sucede algo?

-Tengo que decirte algo.

-No me asustes – hablo como siempre y se lanzó hacia atrás en su silla - ¿cuál es la novedad? Porque yo sí te tengo buenas noticias – mejoró su postura y tomo los periódicos que estaban a su lado - ¿ya los vistes? Con esto le decimos adiós a tu mala racha y eso no es todo.